Juan Manuel Abal Medina: "Perón quería devolver al pueblo la lealtad que le había prodigado"

21 de marzo, 2023 | 19.14

(Por Emilia Racciatti) "Conocer a Perón", un libro que Juan Manuel Abal Medina escribió por insistencia de sus hijos pero también porque sintió la obligación de dar cuenta de un tiempo histórico del que fue protagonista central -el regreso del líder al país luego de 17 años- se insertó a pleno en la agenda de un año electoral para convertirse en una obra leída y recomendada entre la militancia, pero también por la dirigencia peronista de la que habla en una entrevista con Télam.

Abal Medina (Buenos Aires, 1945) dice que "hay cierta obligación de los que tuvieron un rol más o menos destacado por su ubicación en esa coyuntura de dar cuenta de lo que saben y demás. Eso forma la memoria, la historia de un país", asevera durante la conversación telefónica en la que no oculta su alegría y su sorpresa por la circulación que está teniendo su libro, editado por Planeta.

Con más 7000 ejemplares vendidos y una reimpresión por 4000 más, "Conocer a Perón. Destierro y regreso" es un documento histórico, una crónica de la estrategia diseñada para concretar el regreso de Juan Domingo Perón al país después del golpe de Estado y la proscripción.

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

Con 27 años y atravesando el duelo por el asesinato de su hermano Fernando, uno de los fundadores de Montoneros, Abal Medina se convirtió en ese momento en el último secretario general del Movimiento Peronista entre 1972 y 1973. Ese primer encuentro con Perón, las charlas en Madrid, y la felicidad por volver a pisar suelo argentino son algunos de los momentos expandidos en este libro escrito, como dice el autor, por una cariñosa demanda de sus cinco hijos.

Pero estas memorias son también el testimonio de alguien que se anima a pensarse con perspectiva histórica sin esquivar la incomodidad del dolor o la discrepancia para asumir la escritura como una responsabilidad ante lo vivido por haber tenido el "privilegio" -así lo reafirma- de haber protagonizado una capítulo central de la vida política argentina.

-Télam: El libro lleva meses en circulación y está siendo muy leído por dirigentes del peronismo. Se conoció que lo estaba leyendo el Presidente y la Vicepresidenta ¿Cómo está viviendo esa repercusión?

-Juan Manuel Abal Medina: Bien, con alegría que haya tantos compañeros y compatriotas a los que les haya interesado leer y en general les haya gustado lo que leían. Eso me confirma que hice bien en contar lo de aquellos años y que el esfuerzo, que fue alto por mi estado de salud, valió la pena.

-T: Lo están leyendo muchos dirigentes peronistas que no parecen acordar sobre el presente. ¿Está aportando a la discusión sobre el presente y el peronismo?

-J.M.A.M.: No lo sé, el que tuvo la amabilidad de llamarme y hacerme un comentario muy grato fue el Cuervo Larroque. De los demás tengo la misma información que salió en los diarios. No fue mi intención tener algo que ver con el presente.

-T: Pero en un año electoral, con el peronismo gobernando y con tanta discusión, el libro se está convirtiendo en un insumo para la conversación política presente.

-J.M.A.M.: Eso es muy importante. El peronismo lleva muchas décadas y "Conocer a Perón" es el título porque la intención es que se conozca a Perón y al ideario peronista. Sigo creyendo en la vigencia completa de nuestra doctrina, con las adecuaciones obvias en las medidas prácticas de un tiempo o de otro, y volver a eso y representar los intereses de los sectores populares y del pueblo trabajador en primer término, volver a tener en la conducción y en la participación política a los trabajadores son temas que siempre son importantes tenerlos presentes.

-T: El libro tiene muchas dimensiones pero en esa dimensión humana que recupera está la felicidad de Perón por el regreso a la Argentina. Pienso en el momento en el que dice que estuvo cada día de esos 17 años deseando volver.

-J.M.A.M.: Fue una felicidad notable acompañarlo en esa llegada porque con el petiso (José) Rucci subimos unos escalones en la escalerilla y compartimos esa alegría. Venía con mucha decisión, de inmediato tomó el mando. Ahora que el ministerio de Defensa publicó las actas de la Junta de Comandantes se puede ver lo que pensaban (Alejandro) Lanusse y compañía y es graciosísimo porque piensan que lo habíamos traído, que lo manejábamos. Nadie manejaba al General, él nos manejaba a todos. Cuando llegó, tomó el mando y para todos era natural que lo hiciera. Fue un momento de una enorme alegría. Nos decía eso: "Cada día lo pensé al estar afuera del país". Él decía también que la lealtad es valiosa cuando es de ida y vuelta y él quería devolver al pueblo peronista la lealtad que el pueblo le había prodigado en esos años de infortunio.

-T: Usted plantea diferencias ante la decisión de Héctor Cámpora de anunciar que el presidente iba a ser Perón. ¿Por qué?

-J.M.A.M.: Hubo un equívoco, era obvio que Cámpora era el candidato por ser el delegado. Pero ahí jugaron otros factores que no sé si están bien contados en el libro, como decía antes, lo hice de un tirón, nadie me corrigió nada, sé que hay cosas que no he contado. Pero circulaban rumores de una última patoteada de Lanusse que había dicho: 'ese señor no volverá a ser presidente'. Entonces existía el temor de un intento golpista si avanzábamos con el anuncio como yo quería. Creo que ya no había posibilidades de interrumpir el proceso, tal cual lo cuento en el libro, yo hubiera hecho el anuncio en el mismo acto de clausura de la campaña, en el acto de Independiente del 8 de marzo del 73. Si no era ése, el momento era el 25 de mayo del 73 al asumir. Cámpora no lo vio así, creyó que era un tema muy delicado y que el General tenía que decírselo de manera más expresa. Su actitud fue de una gran lealtad y tuvo un rol central en todo el proceso pero ahí se equivocó. Leí algún comentario en el que dicen que hablo mal de Cámpora y no es así. Además luego compartí con él unos cuantos años de asilo en la embajada de México y su entereza en circunstancias muy graves, tener un cáncer desarrollándose y la entereza con la que vivió aquello no hizo más que aumentar mi cariño y admiración por su figura. Si alguien interpreta que lo he maltratado, si hay un dejo de eso, pido perdón.

-T: En estas memorias hay una persona que dimensiona en ese presente el momento y el rol histórico que usted estaba viviendo: Norma Arrostito. ¿Siempre pensó en incluir esa carta?

-J.M.A.M.: Ella hace una broma, una referencia cariñosa sobre mi popularidad y la de Rolando Rivas taxista. Esa carta le gustó mucho al General, se la presté, la tuvo un día y sé que era para mostrársela a la señora Isabel, me la devolvió al día siguiente.

-T: Pone en discusión la idea de primavera camporista, ¿por qué?

-J.M.A.M.: Me parece una mala idea, alguna de gente que respeto, porque no habíamos llegado para ser una gran estudiantina en la Argentina y todo ese tema de ocupaciones y sobreocupaciones, ese manejo liviano y frivolón del Estado era lo contrario a la esencia del peronismo, que tenía que llegar y tomar el control en el mismo momento y desgraciadamente eso no fue así. Por eso creo que es una mala idea. No podía haber otro presidente que no sea el General, las consecuencias de eso son esos desordenes generalizados. En el medio de todo eso: Ezeiza. En fin, nada de esto debió ser así. No era necesariamente así, había sectores enfrentados, por supuesto pero con una autoridad bien ejercida directamente por el General no se hubiera llegado a los extremos a los que se llegó.

-T: El libro termina con palabras de Perón antes de su muerte, ¿cómo siguió su vida en ese momento?

-J.M.A.M.: Yo me quedé en la Argentina, no pensaba irme pero me empezaron a buscar, pedían mi captura, me asilé en la embajada porque no daban mi salvoconducto. Primero dieron el de Cámpora, luego el de su hijo y después, con motivo de la guerra de Malvinas, me tuvieron que dar el mío.

-T: ¿En ese tiempo le roban gran parte de su archivo, no?

-J.M.A.M.: Los golpistas, los criminales entraron la noche del 23 de marzo a distintos lugares vinculados conmigo. Se robaron todo tipo de papelería entre la que había mucho archivo del movimiento porque el General me había dicho que lo conservara y yo tuve la imprudencia de no sacar copias aunque era otro mundo y no se solía hacer eso. El caso es que algunas piezas, muy pocas, las recuperó Facundo Suárez cuando llegó a la SIDE con el doctor Alfonsín pero fueron unas pocas, se ve que lo demás lo han quemado o quien sabe. Nunca pude averiguarlo.

-T: Pasaron meses de la publicación del libro, ¿qué repercusiones lo sorprendieron?

-J.M.A.M.: Me sorprendió que hubiera habido tanto deseo de los compañeros en especial y del país en general de conocer una versión de primera mano de estos temas. Creo que hay otras personas que tendrían que escribir, creo que hay cierta obligación de los que estuvieron un rol mas o menos destacado por su ubicación en esa coyuntura de dar cuenta de lo que saben y demás. Eso forma la memoria, la historia de un país. Me sorprendió que hubiera tanta necesidad como se experimentó. En pleno Mundial incluso, que todos teníamos la cabeza en otro lado, yo también. Fue una enorme alegría popular y luego resultó que el libro estaba agotado, luego se hizo una segunda edición que se agotó de inmediato, se que sacaron una tercera.

-T: ¿Sigue hablando con Isabel? ¿Sabe si lo leyó?

-J.M.A.M.: Ahora llevo un tiempito sin tener contacto, me hubiera gustado hacerle llegar el libro, todavía no lo he podido hacer. Voy a intentar nuevamente. Tengo por ella el afecto y el respeto de siempre.

Con información de Télam