La muerte de Liam Payne, ex integrante de la boy band británica One Direction, al caer el miércoles 16 de octubre de un tercer piso de un hotel en el barrio porteño de Palermo, conmociona al mundo, pero cambió para siempre la vida de su familia en Inglaterra.
El músico estaba en la Argentina para presenciar los recitales de Niall Horan, su ex compañero en la banda. Payne estaba hospedado en una habitación del tercer piso del CasaSur Palermo Hotel, pero por circunstancias que aún son investigadas cayó desde el balcón a un patio interno y murió de manera inmediata como consecuencia de las heridas.
Cómo estaba compuesta la familia de Liam Payne
Su familia, compuesta por su madre Karen Payne, su padre Geoff Payne y sus dos hermanas mayores, Nicola y Ruth, estaban profundamente devastados tras recibir la noticia, según consignó el medio británico The Mirror. Los padres abandonaron su casa en Wolverhampton de inmediato y viajaron de urgencia a la Argentina para reclamar el cuerpo.
La vida familiar de Payne estuvo marcada por la distancia y los desafíos de su carrera internacional. Nacido en Wolverhampton, Inglaterra, creció contenido por sus padres y sus hermanas, pero su salto a la fama a los 16 años a partir de su paso por el programa televisivo The X Factor lo alejó de su hogar.
En varias entrevistas, el joven había contado que la distancia afectó su relación con su familia, que quedó en Inglaterra mientras él viajaba todo el tiempo por giras y compromisos profesionales con Harry Styles, Zayn Malik, Louis Tomlinson y Horan, sus compañeros de One Direction.
Si bien se esforzaba por mantener el contacto, las largas temporadas afuera lo hicieron sentir desarraigado en muchas ocasiones. En ese sentido, Payne admitió haber sentido nostalgia y soledad durante los momentos más difíciles de su carrera.
A pesar de estos desafíos, su familia siempre fue un pilar fundamental. Su madre, Karen, y su padre, Geoff, lo apoyaron desde el principio. En el documental de la banda titulado This Is Us (2013), la mujer contó entre lágrimas lo difícil que era ver crecer a su hijo “en las revistas” en lugar de tenerlo en casa. “Cuando lo veo en el escenario, siento un orgullo absoluto, pero lo extrañamos mucho. Dejó el hogar siendo mi pequeño niño y se convirtió en el chico de una revista”, aseguró.
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Su padre, por otro lado, expresó en varias ocasiones el dolor de haber perdido ciertos “ritos de paso” con su hijo, como haberle comprado su primer vaso de cerveza o haberlo visto terminar la escuela secundaria. En el documental, Geoff lamentó: “Es el único hijo varón de la familia y ese tiempo ya no lo voy a recuperar, se fue. Y no puedo darle consejos porque ha visto más del mundo que yo”.