Yente y Juan del Prete, el amor y el arte entrelazados en la muestra "Vida venturosa" del Malba

10 de marzo, 2022 | 17.16

(Por Marina Sepúlveda) Un hilo curvo hilvana la muestra "Vida venturosa", que inaugura el año expositivo del Malba con una propuesta que visita la intimidad amorosa, creativa y cotidiana de Yente (Eugenia Crenovich) y su esposo Juan Del Prete desde sus obras abstractas, figurativas e informalistas que cimentaron un recorrido artístico y cotidiano compartido de 50 años que se corporizó en libros de artista, lienzos, telgopores que se besan, textiles y otras materialidades.

Algo menos de 150 obras se despliegan en la Sala 5 del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) en una muestra que reúne por primera vez la obra artística de Yente (Buenos Aires, 1905-1990) -pionera de la abstracción en la Argentina- y Juan Del Prete (Vasto, Italia, 1897 – Buenos Aires, 1987), a quien sigue como innovador de esta corriente artística en el país tras su paso por París y las vanguardias. Ella, la menor de cinco hermanos -llamada Yente, en idish en su casa-, nacida en el seno de una familia acomodada judía oriunda de Rusia y él, un joven inmigrante italiano que con solo 11 años se establece en el barrio de La Boca.

"Son dos artistas muy centrales del arte argentino. Del Prete es iniciador de la abstracción, de mucha trayectoria que al calor de los feminismos y de la exposición que realizó Malba en 2009 nos permite ver a Yente cada vez más pujante, con más proyección. Hoy podemos pensar que ella es más conocida desde las generaciones más jóvenes que a él, o que ha tenido mayor proyección internacional. En 2018 el MoMA compró dos piezas de Yente y no hay obra de Del Prete hasta el momento", indica la curadora María Amalia García a Télam.

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Si bien ambos artistas realizaron a lo largo de su vida numerosas muestras individuales y participaron en otras colectivas, nunca exhibieron juntos. Así, en "Vida venturosa" se reúne por primera vez una selección de más de 130 obras, entre pinturas, esculturas, collages, tapices, dibujos y libros de artistas que abarcan trayectorias y búsquedas, y exploraciones, entrelazadas con materialidades diversas y relieves desde la década del 30 hasta la del 80 y que hacen un vaivén entre abstracción y figuración, y tránsito por estilos como expresionismo, cubismo, surrealismo, informalismo. Precisamente "la constante en la obra de Yente y Del Prete fue el tránsito por distintos estilos", acota García.

La línea curatorial es clara. Una sala que instala e imprime lo curvilíneo como una onda interrumpida que fluye por hitos que recorre el espacio -dispersa esculturas variadas, adosa la mayoría de las obras a las paredes y cuelga un libro de autor-, y permite transitar entre los distintos núcleos temáticos que exploran la relación entre ambos artistas, sus diferencias en el quehacer y la reflexión del importante trabajo documental de Yente sobre la obra de Del Prete.

Con núcleos como "La unión a la abstracción" (que despliega la unión de la pareja en esta tendencia ante la adversidad del medio); "La pareja y el piolín", "Soledad de a dos" con la idea de continuar a pesar de todo, "Voracidad" de los 50 y 60 experimentando materialidades y técnicas al alcance; "Yente vernácula" y con su interés en el arte americano; o "Textiles" que exhibe la primera obra adquirida de Yente por el Malba, llamada "Tapiz" (1958); "Montaje de objetos" y "Figuras", que cierra la muestra; los hitos crean un texto coral como un libro abierto.

El guion curatorial parte de una hipótesis, la de las búsquedas compartidas. "Yente hizo un paso al costado para dar paso a la carrera de su marido, hay un marco epocal que privilegia la carrera de Del Prete por sobre la de ella, sin embargo, él en sus entrevistas la rescataba por su gran habilidad, su despliegue plástico", esgrime la curadora.

En esa misma línea Liliana Crenovich -a cargo del Archivo Del Prete-Yente-, reconoce que Del Prete valoraba a su mujer como artista. En las notas periodísticas, tras habérsele cerrado las puertas de las galerías por insistir en continuar con la abstracción en 1937, cita al artista que decía: "En esos años era una soledad de a dos".

Del Prete, que en 1929 había obtenido una una beca para viajar a París, y se contactó con las obras de los clásicos y los pioneros de las vanguardias, se relacionó con el uruguayo Joaquín Torres-García, Hans Arp y Enrico Prampolini, entre otros miembros de los círculos vanguardistas. A su regreso en 1933 por necesidad a Buenos Aires, la realidad de la escena local frenó su impulso vanguardista, que tan bien describe Yente recordada por su sobrina: "Del Prete recibió el silencio de la crítica, la burla de los espectadores y el ninguneo de sus pares".

Desde 1937 al 41 ambos artistas continuaron trabajando con la abstracción "porque creían en esa forma de arte, y lo tenían que guardar para su intimidad porque no tenían donde exhibirlo", algo que cambió con nuevas generaciones de artistas tras 1945 (arte concreto) que los reconoce "como pioneros de la abstracción", reseña Crenovich. Y afirma sobre ambos: "Fue una vida modesta, de lucha".

"Esta muestra se da en un momento en que los dos artistas se dan a la par. Durante mucho tiempo Del Prete fue el artista reconocido, cotizado, premiado, exponía individualmente en forma continua en Argentina y en Europa y Yente tenía un papel secundario. Algo que en los últimos años se revirtió y ella empezó a tener visibilidad y adquirir un vuelo propio", indica.

Yente estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Buenos Aires de la que egresó en 1932 y en paralelo realizó estudios de dibujo que continuó durante su estancia en Chile mientras visitaba a su hermana y sobrinos, y Del Prete no tuvo una formación formal. "Siempre decía que su maestra fue la naturaleza", rememora.

"El primer contacto de ella con la abstracción fueron estás témporas de 1935 que la deslumbraron -en la Galería Sur donde exponía su futuro esposo-, y fue el momento en que Del Prete ve en la sala a una joven de cabello rubio, ojos claros que lo fascinó, se presentaron y después vinieron los encuentros", algo que se detalla "con cierto humor en el libro de artista del tercer tomo que se llama "El encuentro" -que se expone- y terminaron 50 años viviendo juntos, compartiendo la vida venturosa", rememora Crenovich. Y afirma: "Para la buena ventura de un Del Prete, en su camino apareció Yente, que fue un soporte para toda su producción".

Sobre las formas de ser de cada uno, García las describe por su carácter como algo distintivo: "Él era como un volcán, impetuoso, una persona que no paraba de trabajar donde también hay algo de esa impronta, de ese gesto, que está todo el tiempo presente. En cambio, ella era más retraída, una artista más del detalle en su producción tanto desde las obras del comienzo como las abstractas, hasta las de materiales más pobres con telgopores, donde siempre está ese gusto por la terminación. Del Prete no es un artista del detalle. Es un artista más como de impronta".

La búsqueda familiar, los retratos de sus abuelos, el recuerdo íntimo es de Yente (trabajados con textiles en los 70) y lo vernáculo sobre las culturas antiguas americanas también, explica la curadora.

En cambio "él tiene esta cosa del fotocubismo (en 1945), el metaforismo plástico, como este pasar de estilos, este transitarlo todo. Si bien tiene un fuerte compromiso con la abstracción en la década del 30 se va desanimando por la falta de interés en el medio artístico y vuelve a finales de esas década a trabajar en la figuración. Esa alternancia es constante". Relacionado a la voracidad, la glotonería, había algo en su personalidad de ir apropiándose, experimentándolo todo. No era un artista de programa como los muchachos de los 40 de la vanguardia concreta (de programas, manifiestos). Él en ese sentido es un artista muy libre, muy abierto al encuentro", cierra la curadora.

Entre las obras -del Archivo Del Prete-Yente y de colecciones privadas y públicas- se exhibe parte de una saga de libros de artista que realiza Yente que llegan hasta 1978. Son libros de ficcionalización juguetona de sus alter egos: Onofrio, un pintor apasionado que lucha por su expresión y Fragilina donde se describe como "maestra de labores que borda por vocación''.

"Yente Del Prete. Vida venturosa" abre sus puertas al público del 11 de marzo al 27 de junio con la conferencia inaugural del día previo entre entre García y Liliana Crenovich con coordinación de Agustina Muñoz, disponible en el canal de YouTube del museo.

La muestra puede visitarse en el Malba, Av. Figueroa Alcorta 3415, Ciudad de Buenos Aires.

Con información de Télam