Muere el arquitecto japonés Isozaki, ganador del premio Pritzker

30 de diciembre, 2022 | 09.36

Arata Isozaki, el arquitecto japonés ganador del premio Pritzker, creador de edificios como el MOCA de Los Ángeles o el Palau Sant Jordi, en Barcelona, murió a los 91 años, en la isla de Okinawa.

El destacado arquitecto murió el miércoles en su casa en Okinawa, donde vivía desde hacía diez años, y su funeral se celebrará solo con la presencia de su familia cercana, informaron este viernes, desde su oficina en Japón.

Su trabajo, caracterizado por su versatilidad estilística se consideraba un ejemplo de la arquitectura posmoderna, que combinó en sus diseños las influencias de la cultura y la historia de Asia y de Occidente en un momento de dominio del estilo estadounidense y europeo.

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Discípulo del legendario Kenzo Tange, el primer arquitecto japonés en ganar el Pritzker, Isozaki diseñó el pabellón multifuncional Palau Sant Jordi de Barcelona o el Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles y también participó de la construcción del edificio Team Disney, la sede administrativa de la compañía Walt Disney en Florida, entre otras estructuras icónicas.

Nacido en julio de 1931 en Oita, en el suroeste de Japón, Isozaki, hijo de un poeta, se destacó como crítico social, y en 1954 se graduó como arquitecto y luego se formó junto a Tange, con quien trabajó seis años, empapándose de las enseñanzas de las corrientes de diseño y arquitectura presentes en Japón.

Tenía 14 años cuando las bombas atómicas destruyeron Hiroshima y Nagasaki y por eso las ruinas del Japón de posguerra nunca lo abandonaron e influyeron en la elección de su profesión.

"Crecí casi a nivel de tierra. Todo estaba completamente en ruinas y no había arquitectura, ni edificios, ni siquiera una ciudad", había dicho.

"Así que mi primera experiencia de la arquitectura fue el vacío de arquitectura y empecé a considerar cómo la gente podía construir casas y ciudades".

Desde que creó su estudio, en 1963, se distinguió por la versatilidad, que quedó reflejada en centenares de edificios que hizo en Asia, Europa, EE.UU. o Australia, logrando así un internacionalismo que llevaron adelante autores japoneses como Tadao Ando, Toyo Ito, Sanaa o Shigeru Ban, que no fue tan característico de los maestros nipones de Isozaki.

Cuanto en 2019 se le otorgó el premio Pritzker -el más prestigioso de la arquitectura, que se da al profesional que haya mostrado a través de sus proyectos y obras construidas un alto nivel de creatividad en el diseño- el comité Pritzker alabó la mezcla de influencias en su trabajo.

"Isozaki fue uno de los primeros arquitectos japoneses en construir fuera de Japón en un momento en que las civilizaciones occidentales influían tradicionalmente en Oriente", dijo entonces Tom Pritzker, presidente de la Fundación Hyatt que patrocina el galardón, consignó la agencia de noticias AFP.

El jurado argumentó que su arquitectura "nunca replicaba simplemente el statu quo". "Su búsqueda de arquitectura significativa se reflejó en sus edificios que, hasta ahora, escapan las categorizaciones estilísticas".

Isozaki, que había sido operado del corazón hace dos años, sufría dolencias pulmonares, aunque no se reveló la causa de su muerte.

Con información de Télam