Margarita Roncarolo es nombrada por Malena Saito, Malena Rey y Tomás Rosner como "Marga" y los tres transmiten el entusiasmo y la alegría de recordarla leyendo, escribiendo pero sobre todo invitando a escribir y a leer y desde ese entusiasmo eligieron sus poemas y textos preferidos de la maestra, poeta y performer.
La mujer del pelo rosa y la voz ronca asistió a los talleres de Abelardo Castillo y Liliana Heker, fundó la editorial Guacha Editora, indagó y proyectó formatos alternativos en Atrasamos Mil Años (kamishibai) y armó y llevó adelante espacios creativos con grupos de adolescentes y pacientes del Hospital Neurosiquiátrico Borda en "El Taller de la L". Además durante 27 años fue profesora de Literatura y escritura creativa en el Instituto Vocacional de Arte (IVA).
De sus poemas, Rosner, abogado y difusor de poesía a través de redes sociales en la cuenta Los fatales elige "Ahora que la revolución se está tardando tanto".
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He decidido deponer las armas por un
tiempito
y me dedico a cocinar
comidas poderosas y nutritivas
para los míos.
Sé que debo mantenerlos
en forma
para el gran asalto final.
Rey dice que podría elegir algunos de los poemas más "famosos" como "La revolución es un sueño eterno", pero se queda con dos muy íntimos que la emocionan cada vez que los lee:
"Estas cosas suceden en las noches de Chacarita"
Poca gente
puede entender perfectamente
en qué consiste el paso del tren
de las 4 menos 10.
Un tren que mansamente
llanura
rumiando sobre las vías.
Un tren romántico:
debería llevar rosas.
El mismo tren que pasa por las vías
al lado de casa
algunas noches des-vía
y entra en la cocina
y mi padre se baja
se sienta a la mesa
y me deja este riel
en medio del pecho.
"Carta a Tony"
¿Te acordás cuando me preguntaste si nosotros nos íbamos a quedar en esta casa para siempre?
Y cuando tuviste que decir "para siempre" dudaste y yo sé que en realidad querías decir "hasta que te mueras", porque siempre fuiste mi nieto delicado y eras muy cuidadoso con el amor de las palabras. Bueno sí, era hasta que te mueras.
Y acá estamos... por las putas dudas que uno nunca sabe, adelantando el momento...
Dos cosas que no se te olviden: belleza y verdad y confianza en nuestro amor.
Sabrás entender, desde que se inventó el mundo la cosa es así, no hay un descubrimiento nuevo por hacer que no entre en esas palabras.
¿Dónde está la belleza? ¿Dónde está la verdad?
Confiá en que más fácil o más difícil las vas a encontrar. Confiá confiá confiá. Porque yo también confío.
La confianza es algo que se hereda, se cree o no se cree.
Te dejo la medallita, ahí está la palabra CREO, vos sabrás en qué, yo también lo sé...
Yo creo en vos, otros creyeron en mí y así será aun cuando esta casa ya no esté más y yo tampoco.
Acordate, CREO, los dos creemos y los dos confiamos. Algo de eso me parece que ha de ser el amor.
Tu querida abuela
"Uno sobre sus recuerdos y los trenes -tan determinantes en su vida-, y otro sobre el amor y el legado a su nieto. Extraño mucho escucharla y continuamente me pregunto qué pensaría o qué estaría escribiendo o produciendo en el presente", expresa Rey.
Saito elige "La revolución es un sueño eterno", uno de sus poemas mas conocidos y cuyo título se puede leer en el cartel que todavía está en la puerta de su casa. ¿Por qué? "Porque hay algo que condensa lo que es la poética de Marga y es algo que está siempre: lo colectivo, donde se expone algo que está roto, habla de ella, de sus enfermedades y hay algo del humor que ella siempre trabaja, desolemnizando lo que se dice. Esta idea también de no completar, los volantes dicen, los volantes dicen y es algo que se puede resignificar cada vez. Es un poema que está siempre abierto", explica.
"La revolución es un sueño eterno"
(a Castelli
a Kafka
a Rivera)
Si en los cinco minutos siguientes
no recibo el fax de la Obra Social a la que pertenezco
con el sello
AUTORIZADO
que me AUTORIZA a hacerme
una radiografía seriada esófago-gastro-duodenal
por diagnóstico presuntivo de hernia hiatal
voy a agarrar el fuentón que está colgado en el patio
y voy a salir a la calle
sola
semidesnudada
una piel alrededor de la cintura
el pelo revuelto
las tetas al aire
y cual cacerola voy a batir el fuentón
sola
avanzando
sola
por el medio de la Avenida Corrientes
a contrapelo del tránsito
el brazo que me hierve
enarbolando el fuentón
en la luz espectral del mediodía
y voy a
avanzar
por el medio de la Avenida
sola
sorda y demente
y voy a
avanzar
es una cuestión de honor
y la gente se va a asomar a los balcones
con antorchas encendidas
y va a desplegar pancartas
y carteles
y arrojará confeti
guirnaldas y cintas de papel de máquinas de sumar
ovación ovación
crece la pirámide de papel
(también me crecen unos rayos de sol en las espaldas)
se encolumnan tras mis pasos
miles de manifestantes
la gente germina como el poroto
todas las asambleas barriales
envían sus delegados
a ver.
Viejecitas y viejecitos aplauden a mi paso.
Tiemblan las manos que reparten estampitas.
En las estampitas aparezco yo de perfil
con el mentón apoyado
levemente
sobre el puño
sombra de puño
que todavía no es puño
que es estampita.
Voy escupiendo fuego
por la boca voy escupiendo fuego
con un hisopo gigante me introduzco querosén hasta la
/campanilla y el fuego me resbala sobre la pollerita blanca a
/tablitas.
Con las botitas rojas
aplasto los charquitos de querosén
para que no se me quemen los volantes.
Los volantes que reparto
la masa se los disputa
me arrebatan los volantes de las manos
los volantes dicen
los volantes dicen
los volantes DICEN.
Con información de Télam