Drew Barrymore arrancó a trabajar como modelo cuando tenía apenas dos años y tiempo después quedaría seleccionada por Steven Spielberg para la icónica E.T (1982) en un rol que la llevó al estrellato siendo una niña. Desde ahí, construyó una sólida carrera en cine y televisión, a pesar de que su infancia y adolescencia estuvo marcada por el sufrimiento. Según reveló recientemente, su salud mental se vio tan afectada que, cuando tenía 13 años, su madre decidió internarla en un neuropsiquiátrico.
En diálogo con el periodista Howard Stern, la actriz relató cómo fue pasar 18 meses hospitalizada en un centro especializado en adicciones y trastornos psiquiátricos graves cuando era una adolescente de 13 años. Y señaló que la decisión de internarla fue de su madre, Jaid Barrymore, luego de notar que la joven manifestara algunos "problemas" de conducta indeseados.
“Tenía problemas y demasiados recursos”, confesó Barrymore. “Iba a clubes nocturnos y faltaba a la escuela, robaba el auto de mi madre... estaba fuera de control”, explayó. Además, se animó a revelar que en determinado momento de aquellos años difíciles llegó a intentar suicidarse. Por esta razón, su mamá optó por internarla contra su propia voluntad.
Aunque la decisión le pareció radical y cuestionable, años más tarde Drew comprendió que en aquel momento necesitaba ayuda profesional. “Allí encerrada me pregunté por qué me estaba pasando todo eso. Y al final pensé que tal vez necesitaba la forma más rígida de estructura y disciplina porque todo era tan accesible, todo estaba tan disponible y tan arruinado en mi mundo que tal vez era necesario un tratamiento de shock como ese para poder reiniciar el resto de mi vida“, reflexionó.
En los últimos años Drew Barrymore protagonizó la aclamada comedia Santa Clarita Diet (2017-2019) en donde interpretó a una madre de familia zombie, adicta a la carne humana. Desesperada por volver a la vida humana, junto a su marido y su hija deberá establecer un sistema para pasar desapercibida en la sociedad y lograr su cometido. A pesar de las buenas críticas y del cálido recibimiento, la serie original de Netflix fue cancelada luego de la tercera temporada, dejando la historia inconclusa frente a un resonante desenlace que abría puertas para una continuación.