"Este libro nació dentro de mí, no hubo nada que pudiera hacer para disuadirlo. Siempre estuvo dentro de mí, pidiendo piedra libre para salir. Es esta necesidad que tengo de contar mi Argentina", afirma Céline Frers al inicio de Tierra Adentro, una obra fotográfica que muestra algunos de los lugares más hermosos y ocultos de la Argentina.
Las fotografías captan paísajes y capturan las miradas de los pobladores que aparecen retratados con su calma ceremoniosa o con sus virtudes de trabajador. En todas hay naturaleza, hay poesía y hay un misterio distante de aquello que aparenta mostrarse por primera vez.
"Este libro es un intento de transmitir la potencia de este último confín, de esa tierra caída del mapa, de la Argentina que es mi querencia", afirma Frers.
-Al inicio del libro mencionas que esta obra empujaba por salir. ¿Que diferencia encontrás con respecto a las anteriores?
-Creo que hay algo que la gente no conoce, que es la Argentina oculta, la tierra adentro. El libro muestra una Patagonia desconocida, muestra a Corrientes en su profundidad. Siempre trato de adentrarme puertas adentro. Todas estas culturas y también lugares tan recónditos, creo que permanecen ocultos. Me parece importante transmitir aquello que vi, este trabajo salió solo.
-Si tuvieras que elegir volver a una único paraje de la Argentina, ¿cual elegirías?
-Es muy difícil. Quizás paisajisticamente por su impacto es la Patagonia sur porque tiene una gran abundancia de colores con sus lagos que afloran de las vertientes en las montañas. También el clima es áspero ahí, pero es lo más impactante que vi en mis viajes.
-Hay un conocimiento que no se adquiere con la educación, sino con la calma y la observación como hacen los lugareños escribís en el libro. ¿Ese también es un atributo necesario para la fotografía?
-Un poco sí, puede ser. En general necesitas bastante tiempo para saber qué pasa en los lugares, para captar sus secuencias y también sus personajes. A mí me pasa que entre más tiempo paso en los lugares, más me encariño. Muchas veces llegó a zonas que no me dan una buena impresión inicial, pero de repente me voy metiendo, voy hablando con la gente y siempre encuentro situaciones que quiero transmitir. Encuentro belleza.
En mis fotos busco trasmitir la esencia de los lugares
-¿Cuál es el próximo desafío?
-Estoy viviendo en Salta y estoy pensando hacer un libro sobre los pueblitos entre la puna y la quebrada en los cerros. Son pueblos a los que solo se llega caminando. Ahí hay costumbres, hay lenguajes, que se van perdiendo con el avance de la globalización. Hay un montón de cosas lindas que se van perdiendo, por eso me agarra el apuro por registrarlas.
La mirada editorial:
Tierra Adentro muestra la topografía real de piedra, viento, sol y frío, el terruño que nos revela el crisol de habitantes que le pertenecen a cada lugar y que encuentran su sentido allí mismo y no en otra parte.
El Norte nos regala una herencia ancestral de ojos negros y tonada colla, de mujeres cortas y fuertes, de manos hacendosas y naturaleza pertinaz. El mismo Norte que se debate entre la alegría del carnavalito y el lamento de la baguala. La Puna, una zona árida y desértica, poblada de caseríos ocres, de pastores perdidos en la inmensidad, de salares enceguecedores y cholas de trenzas largas.
Las provincias de la Mesopotamia se destacan por un clima cálido y húmedo. En sus tierras, a menudo encharcadas, los paisanos suelen andar descalzos. Las polainas y el pañuelo rojo o celeste son testigos de antiguas divisas políticas. En sus corazones late un compás tropical y un parloteo rápido y entreverado, cruza de castellano, guaraní y portugués. Gentes musicales, alegres y estridentes como el chamamé.
Ocupa el centro de la Argentina un monte interminable, un paisaje de suelo gris y fino como el talco, una enorme extensión verde y espinosa, achaparrada y seca. Caras anchas, de gestos silenciosos y pómulos altos, de miradas tan impenetrables como el ambiente que las forjó.
Las pampas con el cielo infinito sobre un horizonte impávido. La tormenta que se ve llegar desde lejos y los vientos que la recorren sin encontrar freno. Paisanos enjutos pero aguerridos bajo la boina de vasco. Chacareros rezando por lluvia o temiendo el granizo, gente sencilla y de a caballo, tan orgullosa de sus raíces, que se niegan a perder la libertad y el silencio en pos de las modernas comodidades citadinas.
En la Patagonia profunda impera una sensación de inmensidad, de eternidad, de infinito. Estas fueron las tierras que caminaron los dinosaurios, los más arcaicos, y allí mismo yacen. Sus pobladores poseen un gran respeto por ese silencio milenario, que solo se rompe con el temblor del glaciar al partirse o con el violento silbido de los vientos. Los habitantes patagónicos son rústicos como su suelo, acostumbrados a la compañía inmóvil de sus montañas, criollos empecinados de manos callosas que se adentraron en los pliegues de su territorio para no volver más.
Ambiente y pobladores se pertenecen y se funden, es ahí que encuentran su sentido, su identidad. Este libro posee la belleza de lo frágil y la fortaleza de lo eterno.
La autora Céline Frers
Nació en Buenos Aires en 1982. Vivió sus primeros años en el campo. Estudió dirección de Fotografía en la Universidad del Cine y en el New York Institute of Photography. Al finalizar sus estudios viajó alrededor del mundo haciendo trabajos fotográficos en Europa, Asia, Australia y Nueva Zelanda. Al volver a la Argentina retomó su trabajo en fotografía de cine y publicidad hasta que en 2009 realizó su primer libro, Colores de Corrientes. De ahí en adelante se dedicó por completo a la fotografía fija. A esa primera obra siguieron los libros Cielos Patagonicos, Tierra de Gauchos, Patagonia Sur y Tierra Adentro, Argentina. Actualmente viaja por los rincones más recónditos recogiendo material para sus próximos libros y su colección de fotografía Fine Art de gran formato.
“Muchas veces son las condiciones más adversas las que me dan ese instante de gloria que suelo buscar en mis imágenes. El amanecer y el atardecer son bellos, pero la intensidad, la potencia que busco transmitir en mis fotografías para que no sean solo una linda imagen, la encuentro en las furiosas nubes, en los rayos de luz que se filtran en el paisaje, en la tormenta que se aproxima avasallante, en el viento que tuerce los árboles, en las estrellas de una noche oscura…"