Bajo el concepto "Ayni", que en quechua refiere a la idea de reciprocidad, una exposición colectiva en el Centro Cultural Borges reúne imágenes de ocho fotógrafos que exploran la relación con la tierra, las comunidades indígenas, los trabajadores, la diversidad, la desigualdad y la vinculación con el entorno y la naturaleza, a partir de indagaciones visuales que muestran la potencia de la fotografía documental para acercar desde otro lenguaje la realidad social, cultural y política de la Argentina y la región.
Con la curaduría de Sebastián Miquel, la muestra retoma el carácter colaborativo y colectivo de influencia ancestral de los pueblos andinos para dar lugar a una exposición de muchas perspectivas sobre aspectos de la realidad social, desde una idea de armonía, igualdad y reciprocidad y derechos humanos: la educación, el trabajo, el amor por la tierra, la vida en comunidad, la construcción de los roles sociales. Su título, una palabra en quechua, retoma una cuestión filosófica: "El ayni es verbo y sustantivo a la vez, es un principio de intercambio de energía entre los humanos, la naturaleza y el universo", destaca el texto curatorial.
Detrás de las imágenes de esta exposición están Claudia Conteris, Flor Guzzetti, María Paula Ávila, Guido Piotrkowski, Agustín Zamudio, Javier Goded, Erica Voget y Ber Greco. Sus proyectos se inscriben en la línea de fotografía documental por su posibilidad de mostrar y contar en un lenguaje visual, a modo de ensayos que tienen la fuerza del testimonio, el encuentro, la convivencia. Así, por ejemplo, mientras Guzzetti documenta la cotidianeidad de las trabajadoras de la tierra de la UTT y su organización política en una sociedad desigual en términos de acceso a las condiciones materiales y en materia de géneros, Piotrkowski presenta un recorrido de Argentina a Perú, pasando por Chile y Bolivia, donde registra las celebraciones populares de muchos pueblos de la región.
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En diálogo con Télam, su curador explica que la idea de la exposición "fue trabajar desde la fotografía documental, que es un tipo de fotografía que no está tan presente en ese tipo de espacios, como el Borges. La fotografía documental toma un compromiso con los fotografiados y los temas, y ahonda en temas sociales, políticos, es crítica en muchos momentos, muestra realidades que no siempre conocemos o le da una mirada diferente a temas más conocidos".
En este sentido, se pusieron en diálogo distintas estéticas y exploraciones reunidas bajo la filosofía del ayni: "Son perspectivas diferentes sobre el quehacer de los trabajadores, las mujeres, los pueblos originarios, la relación con la tierra, la relación patriarcal en algunos de esos pueblos, sus costumbres, la educación en Argentina que llega a todos los rincones a través de la educación rural", dice Miquel.
Con un registro casi etnográfico, María Paula Ávila fotografió a la comunidad de Bésiro, en la amazonia boliviana, donde las mujeres tienen vedada la palabra, como cuenta la autora; mientras que Agustín Zamudio se adentró en el pueblo Q´ero de Perú, un pueblo que sobrevive a base de relaciones de producción establecidas por recursos individuales y comunales bajo la amenaza del avance de la minería.
Por su parte, Javier Goded anduvo de sur a norte tomando retratos y para contar su trabajo retoma al antropólogo Rodolfo Kusch: "Es preciso recobrar una América profunda que se dé más allá de la opinión ligera y se convierta en la base de nuestra vida. Una América que deje de ser un escenario para convertirse en la tierra nutricia, donde brota nuestra vida".
Claudia Conteris presenta en esta muestra del Borges la única serie en blanco y negro de la exposición. Se trata de un proyecto que se retrotrae a la década del 80 e indaga en el trabajo de los estibadores de la dársena norte del Puerto de Buenos Aires, o "habitantes de los bordes", como los llama la autora.
Finalmente, "Memoria escolar" es un proyecto conjunto de Erica Voget y Ber Greco que valoriza la educación pública t se centra en lo que genera una fotografía en la identidad, como parte de su objetivo de hacer "accesible la fotografía escolar en zonas rurales del país". La dupla de fotógrafos recorrió once provincias y unas cuarenta escuelas rurales, en las que entregaron más de 500 fotos escolares, en sintonía con esta idea de compromiso que supone la fotografía documental como posibilidad de acción y registro.
En palabras de Miquel, otro aporte significativo de la muestra es su capacidad de abrir el juego a otros fotógrafos que trabajan este tipo de líneas dentro de la fotografía. "No se tata solo de ganar un espacio para la fotografía documental sino también trabajar con fotógrafes que no han tenido la posibilidad de estar en un lugar tan prestigioso como el Borges", concluye.
La muestra "Ayni", se puede ver hasta el próximo mes de mayo de miércoles a domingo de 14 a 20, en el renovado Centro Cultural Borges, ubicado en Viamonte 525 tercer piso.
Con información de Télam
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