El mundo del folclore está de luto, murió César Isella, a sus 82 años. Familiares y allegados al popular artista se lo confirmaron al diario El Tribuno de Salta. El folclorista salteño padecía una cardiopatía severa por la que había sido internado de gravedad en tres ocasiones durante el año pasado en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA).
Isella cuenta entre sus producciones más reconocidas un tema que se encuentra desde hace años en el inconsciente colectivo: "Canción con todos". Con letra de Armando Tejada Gómez, Isella creó la música de uno de los himnos populares que trascendió todo tipo de fronteras y se convirtió en un canto de esperanza frente a la situación social y política que atravesaba Latinoamérica a finales de los años 60 y principios de los 70.
Declarada como Himno de América Latina por la UNESCO, "Canción para todos" fue traducida a treinta idiomas y lleva más de medio siglo de vigencia con versiones realizadas por los más importantes artistas de todo el planeta. Entre otras grandes obras de su autoría también figuran "Canción de las simples cosas" y "Resurrección de la alegría".
Isella formó parte del grupo folclórico Los Fronterizos con el que empezaría a conocer el éxito. Principalmente en 1964 cuando grabaron la Misa criolla de Ariel Ramírez, obra que los llevó a actuar en los más importantes auditorios de todo el mundo. En 1966 y frente al surgimiento del movimiento de la Nueva Canción, Isella se alejó de Los Fronterizos para dedicarse a su carrera solista.
A mediados de los años 90 fue impulsor de una joven promesa del folclore que venía asomando y que se convertiría en la nueva cara de la música tradicional argentina: Soledad Pastorutti. Como encargado de la Peña Oficial de Cosquín, Isella la incluyó en la edición de 1996 del popular festival que se realiza año tras año en Córdoba. A partir de ahí se convirtió en su representante, relación que duró siete años pero que no terminó de la mejor manera. Isella denunció a su representada por "incumplimiento de contrato". La Justicia falló a su favor.
El 2012 fue un año particular para Isella. Por un lado fue declarado Embajador de la Música Popular Latinoamericana mediante un decreto presidencial. Este reconocimiento le vino "muy bien al alma", según declaró el mismo artista en ese momento. En esa oportunidad reveló por primera vez que había estado luchando contra un cáncer por el que lo debieron operar y extirparle el tumor. El posterior tratamiento de quimioterapia le generó la cardiopatía severa que terminaría acabando con su vida nueve años después.
En las redes sociales, quienes amaron su música lo despiden con profunda tristeza y recordando sus creaciones más conocidas, que se encuentran entre las obras que más aportaron a la música popular argentina. Un reconocimiento especial para un artista que se brindó a su pueblo y a su tiempo.