Con El eco de mi voz, el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata le rinde tributo a María Luisa Bemberg

El Eco de mi voz, de Alejandro Maci y con foco en el trabajo de Bemberg, tendrá proyecciones presenciales y online durante este fin de semana, en el marco del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. 

21 de noviembre, 2021 | 14.26

El documental del director Alejandro Maci, María Luisa Bemberg: El Eco de mi voz, tendrá su entreno en la Sección Retratos: Documentales de Artistas de la 36º edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que se llevará a cabo del 18 al 28 de noviembre. Con participaciones de Graciela Borges, Lita Stantic, Susu Pecoraro, Jorge Goldenberg, Chango Monti, Imanol Arias y Alejandro Maci. La fecha de estreno federal está programada para abril del 2022. Repaso por la obra de Bemberg y apuntes para no perderse esta obra, que puede disfrutarse este domingo y el lunes de manera presencial y online.

El documental sigue los pasos de María Luisa Bemberg, quien nació en los años 20 en el seno de una de las familias más poderosas del país y recibió una educación acorde a los preceptos de su clase y de su época. Apenas tuvo uso de razón, María Luisa se rebeló contra lo que consideraba un cercenamiento de sus libertades individuales y una subestimación de su lugar como mujer.

Empezó a dirigir casi a los 60 años y llegó a realizar seis películas. Recorrió festivales, ganó premios, alcanzó una nominación al Oscar. Alejandro Maci trabajó con ella durante una década y, días antes de su muerte, grabaron una serie de conversaciones que dan cuenta de su mirada sobre el cine y de su arduo camino.

María Luisa Bemberg, en pleno rodaje.

María Luisa Bemberg, una mujer que revolucionó la manera de hacer cine en la Argentina a partir de una obra dedicada a la emancipación de la mujer, dejando una huella imborrable en la cultura argentina y abriendo paso a nuevas generaciones, arrasó gracias a éxitos como la conmovedora Camila (1984) -que compitió por los Oscar-, Señora de nadie (1982) y Yo, la peor de todas (1990), solo algunas de las películas en las que volcó una mirada adelantada a su época, con protagonistas mujeres que cuestionaban los mandatos sociales impuestos en su tiempo.

Sobre su vida

Bemberg nació en la ciudad de Buenos Aires el 14 de abril de 1922, en el seno de una familia tradicional relacionada a la industria, el comercio y también a las artes; según cuenta la historia, su familia era propietaria de la cervecería Quilmes, fundada en 1888 por el patriarca Otto Bemberg, de origen alemán. A pesar de eso, no recibió una educación formal, algo que tal vez alentó el despertar de una curiosidad intelectual que la llevó a iniciarse en varias facetas: la de directora, guionista, empresaria teatral y activista femenina, a ser una de las fundadoras de la Unión Feminista Argentina (UFA) e impulsora de la asociación La Mujer y la Cosa.

A los 22 años se casó con el arquitecto Carlos Miguens y tuvo cuatro hijos; sin embargo, el amor por ellos no alcanzó para su realización personal: "Hay que haber tenido cuatro hijos para saber que no bastan", afirmó en una oportunidad. Impulsada por el amor que le tenía desde pequeña al teatro, fundó en 1959 junto a Catalina Wolff la sala porteña del Globo, una experiencia que luego le serviría en su incansable carrera como cineasta y que significó su primer paso como productora teatral.

Entre fines del '60 y principios del '70 escribió la obra teatral La margarita es una flor, sobre la que se basó para hacer su primer guión cinematográfico, Crónica de una señora, que en 1971 dirigió Raúl de la Torre y al que le siguió en 1975 Triángulo de cuatro, que llevó a la pantalla grande Fernando Ayala. El vínculo entre Bemberg y el feminismo se remonta a aquellos años: en 1970 fundó junto a Gabriela Christeller (condesa italiana radicada en Argentina) la UFA y un par de años más tarde, insatisfecha por el sesgo que los directores imprimían sobre sus guiones, decidió filmar los cortos El mundo de la mujer (1972) y Juguetes (1978) por su cuenta.

Su afán por vivir el oficio desde adentro la llevó a tomar clases con Beatriz Matar en la Argentina y con Lee Strasberg en Nueva York, donde notó que no se hablaba de política y que las jóvenes no se sentían aludidas por textos machistas que utilizaban como material de trabajo: “No me parece una actitud recomendable, porque la juventud no debe ser indiferente”, observó durante una entrevista en febrero de 1981 al diario La Capital. Ese mismo año, y con 58 años, fundó su propia productora cinematográfica junto a Stantic y estrenó su ópera prima, Momentos, en la que retrató el adulterio de una mujer desde ojos femeninos y por la que fue perseguida durante la última dictadura cívico-militar argentina.

La mirada políticamente transgresora de Bemberg, quien fuera una de las promotoras en 1988 de la asociación La Mujer y el Cine, inauguró un nuevo modo de hacer cine: llevó a las protagonistas de sus trabajos a plantear las problemáticas de la mujer y a enfrentarse con las instituciones -el Estado, la familia y la iglesia-, siempre buscando la autonomía en sus personajes femeninos y un llamado a la reflexión.

En su última película, De eso no se habla (1993), abandonó el relato literal y decidió contar una historia enmarcada en el universo de lo onírico, con las actuaciones del gran actor italiano Marcello Mastroianni y Alejandra Podestá, quien fue elegida por la directora siendo una niña. El 7 de mayo de 1995 y con 73 años, Bemberg falleció de cáncer mientras terminaba el guión de El impostor, basado en un cuento de su parienta, la escritora Silvina Ocampo; el largometraje llegó a las salas dos años más tarde, en 1997, bajo la dirección de su colaborador Alejandro Maci.

  • Funciones presenciales: Domingo 21 15:30 hs., Teatro Colón (Sala Teatro Colón)
  • Online: Domingo 21 / Lunes 22
  • Entradas en venta en Miboletería.