Lo nuevo de Álex de la Iglesia -luego de la ingeniosa El Bar- no es más que un pelotazo en contra con más fallas que virtudes, y problemas de estructura que no ayudan a generar clímax, perdiéndose así toda posibilidad de lograr un relato sólido. Veneciafrenia, thriller acartonado con tintes de slasher y elementos del giallo, se siente una obra bastante impropia de su autor, ávido creador de mundos y personajes fantásticos, bizarros y magnéticos que siempre, de alguna forma, interpelan.
En una de las calles angostas de Venecia, una pareja de extranjeros se topa con un hombre vestido con las ropas características del carnaval de la ciudad, quien los mata a golpes mientras los turistas que se acercan creen estar presenciando un paso de comedia. Con este prólogo de pura adrenalina y violencia, la historia se centra en los protagonistas, un grupo de turistas españoles tan carismáticos como las amebas. No transmiten empatía, tampoco son odiables ni nos generan pena y los deseos de que no caigan en las garras del asesino. Se entiende que el formato de este tipo de películas presta más atención al diseño de una buena muerte, pero si no hay personajes mínimamente interesantes es difícil que el espectador aprecie el baño de sangre.
La salvación (de la película, no de los protagonistas) la provee el actor Cosimo Fusco, en el rol del villano, un bufón veneciano siniestro que parece salido de una noche de pesadillas. Un personaje con el que no te gustaría toparte en las callecitas laberínticas de la región. Su interpretación y el espectacular diseño de producción (se siente la energía carnavalesca a través de las mascaradas y precisos atuendos y diseños) salvan a Veneciafrenia de la calificación más baja.
Por lo demás, la trama acumula una serie de problemas de estructura y argumento que confluyen en una de las resoluciones más decepcionantes en un filme de Álex de la Iglesia. Antes de dedicarle unas líneas al desenlace, van dos comentarios con algunas de las fallas estructurales que se observan: el arco argumental del villano –el personaje más rico de la historia- concluye de forma sosa y totalmente absurda; ¿cuál es el propósito de que aparezca el novio de la protagonista durante el acto final más anti climático del cine de Álex de la Iglesia?’. Ninguno. Es un personaje descartable y de trama artificial (¡ni siquiera tiene buenas líneas de diálogo!);
MÁS INFO
Los últimos minutos de Veneciafrenia son de confusión. Cuando uno cree que va a ocurrir el sacudón final, ese momento prometido y tan característico del cineasta, la historia se corta de forma abrupta y termina. Lo que sigue es depresión total, una vez que se cae en la cuenta de que, al final, resultan más llamativos los créditos de inicio que el filme en sí.
Veneciafrenia. Nuestra opinión: Regular.
Dirección: Álex de la Iglesia
Elenco: Ingrid García Jonsson, Silvia Alonso, Goize Blanco, Alberto Bang, Cosimo Fusco
Estreno en salas de cine: 21 de abril de 2022