Arrastrando su valija por un camino de tierra roja, Emilia llega al albergue que regentea su tía, en la frontera entre Argentina y Brasil. Su madre ha muerto y su hermano, de quien hace rato no hay noticias, está por ahí en algún lugar. Nadie le da la bienvenida: a su tía no le interesa la familia, y se dice que en el pueblo acecha una bestia terrible que podría ser la encarnación de un hombre maligno que se ensaña en particular con las mujeres. El Destape mantuvo un cálido mano a mano con Agustina San Martín, directora de Matar a la bestia, quien dio forma a un mundo misterioso donde el deseo femenino quizás pueda vencer al miedo
- ¿Cuál fue el foco de inspiración para crear esta ópera prima?
Todo empezó con el deseo de hacer una película sobre el recorrido sexual de la protagonista. Es un coming of age queer. Siento que todos tenemos una mirada un poco dolorosa y mágica sobre lo que fue la adolescencia. En mi caso fue un proceso bastante intenso. Tengo muchas ganas de contar historias de personajes que no saben entrar en la adultez, que no tienen todavía la caja de herramientas para manejar su propia existencia, pero ya tienen la edad como para tener esas problemáticas.
- La bestia existe pero no se ve, ¿basaste la creación en alguna mitología en particular?
Para armar el mito de esta bestia usamos muchísimos leyendas existentes del norte argentino, Brasil, Bolivia y Paraguay. Son criaturas con diferente nombre pero con características bastante parecidas: les tenés que dejar un tributo, adoctrinan a las chicas que desobedecen a sus padres. Hay muchos patrones adoctrinantes, mediante el uso de seres mitológicos se encubren violaciones. A partir de esto, me pareció que la criatura que debía ser el espíritu de un hombre malo.
- Casi no apareciesen varones en pantalla, ¿fue una decisión adrede?
El hecho de que casi todas las protagonistas de la película sean mujeres fue algo muy orgánico. Lo hice porque ya estaba muy aburrida de ver historias con personajes masculinos. El universo de Matar a la bestia es femenino.
MÁS INFO
- ¿Qué opinión te merece el género de terror en Argentina?
Hay buen cine de género en Argentina, pero noto que existe una diferencia de paradigma: a veces, las películas de género en sí mismas requieren de mucho dinero e ingenio, y si no sos una súper producción te quedás afuera de toda una creación de mundos fantásticos. Por eso, me gusta relacionarme con el terror desde un lado poético y filosófico, que dialogue con la actualidad.