Meneses: "La literatura puede ayudarnos a llegar a una verdad más sólida que el periodismo"

13 de mayo, 2023 | 16.49

Juan Pablo Meneses, autor de la novela "Una historia perdida", en la que indaga sobre los bombardeos a Chile, que terminaron con el gobierno de Salvador Allende, se manifiesta convencido de que en su país "se sigue instalando una idea negacionista" sobre lo sucedido en aquellos años. "Fue muy loco darse cuenta, 50 años después, que se ha contado tan mal el Golpe de Estado: se instaló una verdad oficial y se creyó. La creyeron los familiares de los desaparecidos, las creyeron los militares, la creyeron todos", manifestó a Télam.

Autor de los libros de no ficción "Equipaje de mano", "La vida de una vaca" y "Niños futbolistas", entre otros, dialogó con Télam sobre esta nueva obra en la que desde la ficción busca encontrar una verdad, y para eso recurre a la ficción. "Siento que efectivamente la literatura puede ayudarnos mucho más a llegar a una verdad más sólida, que el periodismo o los libros de investigación", afirma Meneses.

- Télam: ¿A 50 años del golpe cómo evalúas la realidad política chilena actual?

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- Juan Pablo Meneses: Ahora venimos de una elección, y en septiembre vamos a estar cerca de un plebiscito con una constitución a cargo de una comisión integrada por gente de derecha, la mayoría pinochetistas, y se sigue instalando la idea negacionista. Yo lo que siento es que han pasado 50 años y la historia no se ha contado bien, tanto en libros de gente de izquierda y de derecha Hay muchos testimonios que son contradictorios, que son falsos. Fue muy loco darse cuenta que 50 años después se ha contado tan mal el golpe de estado: se instaló una verdad oficial y se creyó. La creyeron los familiares de los desaparecidos, las creyeron los militares, la creyeron todos. Y el dolor que hubo no es tema de debate.

- T: ¿Cómo vive la sociedad chilena con eso, porque hubo mucho dolor y pérdida?

- J.P.M: Vive de una manera más alienada. Podemos votar a un presidente como Boric, de izquierda que gobierna con el Partido Comunista y dos elecciones después, gana el pinochetismo. Y pasa eso porque el electorado chileno funciona con la lógica del cliente que dice: "Oye no me funciona este sistema de cable y entonces me paso a otro". Entonces el electorado chileno funciona cómo funciona un cliente de una multitienda y eso hace que se vaya de un extremo a otro. Creo que esto termina haciendo un gran daño. El problema es que hay muchos países que terminan con un electorado que vota como un cliente.

Detrás de las bombas que cayeron al lado de mi casa, el botón para disparar esa bomba lo apretó el piloto apodado Mandril, pero en realidad esos bombardeos respondieron a una ideología que se terminó imponiendo. Entonces ese debate no se da en el mundo porque en el fondo nos ha terminado ganando la idea de que antes de cualquier cosa, somos clientes y ahí nos sentimos a salvo.

- T: El libro hace una mención a los bombardeos del 16 de junio de 1955 en Buenos Aires, para derrocar a Perón, y al igual que en el hecho que se investiga en tu obra, acá esos bombardeos fueron silenciados hasta el siglo XXI.

- J.P.M: Claro, murió mucha gente. Yo vivía en un hotel de Tacuarí y Avenida de Mayo cuando se inauguró el primer memorial y me acuerdo haber estado ahí. Era un momento de una violencia donde los militares decían vamos a imponer nuestro modelo, nuestra manera de ser y y para eso estamos dispuestos a bombardear.

- T: Hay menciones en el libro a los cronistas más importantes de Argentina en el libro, a modo de homenaje a la crónica.

- J.P.M: Me ayudó mucho en este trabajo, Tomás Eloy Martínez a quien yo conocía, porque fui el relator del último taller que él hizo en Santiago, de la Fundación García Márquez y cuando me iba a pasar a la ficción, empecé a ver entrevistas en los que contaba su paso por la ficción y me terminó ayudando mucho. Él hablaba en conferencias o en entrevistas acerca de hasta qué punto todo lo que nos dicen que es verdad, no es verdad, pero se apoya en un documento, que lo pudo haber escrito alguien totalmente interesado en que algo se transmita en un determinado sentido. Yo ahora siento que efectivamente la literatura puede ayudarnos mucho más a llegar a una verdad más sólida, que el periodismo o los libros de investigación.

Con información de Télam

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