Microcentro Cuenta Cuentos da título a un nuevo certamen literario que desde hoy y hasta el 28 de febrero recibirá relatos vinculados a la escena urbana porteña, para competir por un único premio de 800 mil pesos ante un jurado integrado por los escritores Mariana Enriquez y Fabián Casas junto a la periodista Lala Toutonian, quienes seleccionarán nueve relatos que formarán parte de un libro a publicarse en marzo.
En ese mismo mes, a través de las redes sociales del proyecto Microcentro Cuenta, se conocerán los resultados del concurso dirigido a escritores de cualquier nacionalidad, siempre y cuando presenten los cuentos (hasta uno por participante) escritos en idioma español y sean mayores de 18 años.
El jurado seleccionará las nueve obras más destacadas y de ellas surgirá la autora ganadora o el autor ganador de la competición literaria con foco en el microcentro porteño, que fue declarada de interés por el Ministerio de Cultura porteño, y cuenta con el apoyo del Banco Macro en alianza con Emecé Editores, sello del grupo Planeta, y Leyendo.ar, la campaña de difusión del libro y la lectura promovida por la Fundación El Libro.
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Quienes deseen participar deberán enviar un PDF con el texto al correo electrónico cuentos.microcentrocuenta@gmail.com bajo el asunto "Concurso Microcentro Cuenta Cuentos". El cuento deberá estar escrito en una hoja tamaño A4, con fuente Times New Roman e interlineado doble en una extensión de 3.000 y 15.000 caracteres con espacios.
Microcentro Cuenta es una plataforma comunicacional de generación de contenidos que busca integrar, promover y articular las posibilidades del arte en el microcentro porteño; y con este nuevo capítulo busca conocer nuevas narrativas sobre la ciudad y fomentar la creación literaria.
La iniciativa es una oportunidad para descubrir autores y reconocer, a través de sus historias, las redes de sentido que constituyen la esencia de la vida urbana actual, haciendo foco en el microcentro.
"Para muchos de los que transitamos la cultura estos son momentos para estar juntos, emocionados, resistiendo, pensando en nuevos horizontes y en cómo se recuperan las utopías, las ideas y la transformación", dijo Javier Grosman, al lanzar la fase literaria del proyecto que dirige hace año y medio y que articula redes culturales, artísticas, sociales y gastronómicas para configurar agendas interconectadas capaces de potenciar el desarrollo estratégico de la ciudad de Buenos Aires.
Grosman se refirió a "un proyecto que da cuenta de la transformación de una zona de la ciudad de Buenos Aires absolutamente identitaria para la conformación de lo porteño, donde no solamente hay obras trascendentales de arquitectura, sino que también fue refugio de Borges y su Aleph, de Cortázar y tantísimos otros escritores".
El libro físico será presentado durante la edición 2024 de la Feria del Libro de Buenos Aires, anticipó en diálogo con Télam. A su entender es fundamental dar cuenta de esta gentrificación sacándole un poco los matices negativos, dado que esa palabra está asociada, la mayoría de las veces, a proyectos de desarme complejos socialmente, pero, en este caso, se está dando un proceso de transformación esencial que nos parece importante acompañar contando historias de la urbanidad y de la ciudad, porque no es posible pensar el país ni a la ciudad sin repensar esta zona que va más allá de lo físico.
Por su parte, Maricel Carretti, gerenta de Sustentabilidad Corporativa y Fundación Banco Macro, dijo que la entidad "va a seguir recibiendo todos los proyectos", al hablar durante el acto de lanzamiento realizado en el piso 28 del edificio bancario de avenida Madero.
Al tiempo que desde un video, el ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro, reforzó la idea de "una plataforma central para pensar la ciudad de Buenos Aires y sobre todo su futuro a través del arte, la creatividad y la tecnología" en un distrito "muy golpeado por la pandemia" aunque con una "red cultural" que "fue siempre muy, pero muy potente" y en el "cual "las historias que escribamos ahora van a ser parte, justamente, de ese acervo".
"Para mí -continuó el editor Nacho Iraola, coordinador del concurso-, hay dos cosas que hacen importante a un premio: un jurado de excepción, como el que existe en este caso, y la dotación, que para un cuento es realmente alta. Además de generar un gran espacio para todos aquellos escritores noveles que buscan la publicación y demás", consignó
"Me quedé pensando en las calles de Buenos Aires", señaló a su turno Toutonian, previo a advertir que apelaría "al lugar común", dentro de un proyecto que se le ocurrió "con un futuro hasta urbanístico": "espero que se anoten, que les avisen a sus colegas, amigos y a toda esta gente que recién empieza porque es un premio muy importante y confiamos que sea el puntapié de otros proyectos".
Al tiempo que Enriquez, bestseller e ícono dark literario, sumó: "Siempre me gustó mucho la literatura sobre ciudades y últimamente la leo mucho, sobre todo para concursos de cuentos. Con esto quiero decir que voy a ser bastante mala, sobre todo cuando en algunos concursos internacionales en castellano de los que participo se destacan tanto los escritores argentinos. Y con esto no quiero ser chauvinista, nacionalista ni nada, porque son de enfermedades de las que no padezco: son buenos, se destacan, son mejores, y entonces está bien pedirles más. Más cuando van a hablar sobre nuestra ciudad".
"Yo no soy porteña, como cree mucha gente, soy bonaerense -remarcó la autora de 'Nuestra parte de noche'-, el microcentro para mí siempre tuvo algo un poco mítico, el lugar donde llegar, no sé, incluso la decadencia entre comillas que tuvo en la pandemia también me parecía súper interesante, poderosa; y el renacimiento extraño que tiene ahora, mezcla de decadencia y café de autor, es raro".
En todo caso, "la narrativa sobre ciudades no es tan común cuando uno lee mucho, últimamente la gente está escribiendo sobre otras cosas, mucho campo, y eso me agobia", ironizó.
Entonces, continuó Enriquez, "estoy muy contenta de poder leer un montón de cuentos sobre ciudades, que es lo que me gusta y, además, de hacerlo con Fabián y con Lala. Y aviso eso nada más: voy a ser un poco '¡no, me gusta!' pero cuando me gusta, me gusta, y también me entusiasmo y peleo. Así que nada, a los que tengan ganas de escribir y anotarse, háganlo, que van a ser leídos con rigor y con el afecto posible".
El cierre fue de Casas, quien resumió: "Me gusta más leer que escribir. Estoy en una etapa de la vida en que pasé de mandar a los concursos, ahora voy a ser jurado y después voy a morir, ese es el arco narrativo, y pensaba bastante en una serie que se llama The Wire, que habla sobre la gentrificación donde había un montón de micro relatos".
"Estoy un poco cansado de la fábula del elegido, me gustan más los que no están elegidos, me siento parte de esos. Hay una cosa colectiva que es mucho más potente que lo individual desde donde tenemos que pensarnos ahora -señaló Casas-. Hay que tener una especie de amor por el otro, agenciar la diferencia y empezar a pensar contra uno mismo porque eso es muy productivo, así que bueno, el jurado va a estar equilibrado.
Con información de Télam