En Pornomelancolía, el nuevo documental de Manuel Abramovich, conocemos a Lalo Santos, un sex-influencer que se saca fotos y hace videos porno caseros para sus miles de seguidores en las redes sociales. Aunque el mundo de los porn stars es abordado desde un innegable respeto, el filme no logra salir de un tono frío y demasiado calculado (no hay espacio para la espontaneidad que pueda surgir de parte de su protagonista) que no le sienta para nada bien.
No es difícil decodificar la tristeza de Lalo en cada una de sus miradas perdidas o en sus acciones robóticas al servicio del filme y de su oficio. ¿En qué piensa?, ¿por qué está así?, ¿cómo llegó al porno?, ¿quién es Lalo Santos?, son las preguntas que revolotearon en este cronista pasada la media hora inicial del filme. Interrogantes que jamás fueron contestados pues no es esa la búsqueda de esta historia, donde Santos es tan solo una pantalla para documentar las rutinas y exposiciones a las que se enfrentan quienes ejercen el trabajo sexual.
La película cuenta con un interesante recorrido de festivales y polémicas, ya que el actor denunció previamente a través de las redes sociales que en el rodaje “hubo graves fallas en la planeación, además de falta de capacidad y sensibilidad por parte del director y la producción”, que le ayudó a generar intriga entre el público cinéfilo y la crítica. Más allá de este escándalo que debe haber sido desastroso para ambas partes, en Pornomelancolía se percibe más interés en lograr una bonita pieza audiovisual estética que en perfilar y escarbar en los recovecos de historia que Santos no cuenta. Es vistosa por fuera, pero incompleta por dentro.
Pornomelancolía. Nuestra opinión: Regular.
Dirección: Manuel Abramovich.
Elenco: Lalo Santos, Diablo, Brandon Ley, Chacalito Regio, Delmar Ponce, El Brayan, Lothar Muller, Mauricio Alivias, Adrián Zuki, Juan Ro, Octavio, Turko y Netito.
Estreno en el Cine Gaumont y cines seleccionados.