Netflix cerró el mes de septiembre con el estreno de "Los chicos de la banda" (The boys in the band", en su nombre original) tragicomedia basada en la aclamada obra teatral escrita por Mart Crowley en 1968. El texto, que fue un éxito del off de Broadway gracias a una narrativa audaz para la época, se convirtió en un hito que fue adaptado al cine en 1970 y ahora vuelve de la mano de Joe Mantello y el prolífico productor Ryan Murphy ("American Horror Story") Pese a lo variopinto de su elenco masculino, por momentos la cinta sufre un desbalance rítmico que entorpece el disfrute ameno. Una experiencia agridulce.
"Los chicos de la banda" nos sitúa en el departamento de Michael (Jim Parsons), quien organiza el cumpleaños de su amigo Harold (Zachary Quinto). Los invitados son cinco amigos de ambos (Matt Bomer, Robin de Jesús, Andrew Rannells, Tuc Watkins y Michael Benjamin Washington) y dos visitantes sorpresa (Brian Hutchison y Charlie Carver) que ayudarán a sazonar la fiesta con escándalos y dramas amorosos. La reunión de amigas maricas no se priva de nada: hay comentarios picantes, ironías que no pasan desapercibidas, revoleos de ojos, yires y conversaciones en torno al sexo, las amistades, la vejez, los amores truncos y la culpa que les genera no vivir su plenitud de manera honesta.
Es inevitable remarcar el espíritu teatral que la adaptación de Joe Mantello persigue: no se necesitan muchos escenarios para contar una buena historia. Pero cuando el largometraje intenta correrse de esta fórmula, se vuelve tedioso y poco aporta en la construcción de los personajes. Las presentaciones innecesarias del universo de cada uno -las mismas dan pie al inicio de esta fiesta catastrófica- no son más que un bocadillo insulso que bien puede saltearse, ya que con el correr de la trama se ahondará en cada agujero sentimental que afecta a cada personaje.
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Las herramientas para lograr fluidez narrativa se materializan en cruces de parlamentos entre actores y juegos (como las llamadas telefónicas a los verdaderos amores) que terminan de la peor manera. En este aspecto, y pese a los estereotipos presentes en las personalidades de estos hombres complejos, el balance general de la cinta es bueno, un homenaje agridulce a un texto que ayudó a lograr aceptación y a modificar las formas en que muchas personas se dirigían a los homosexuales.
Los chicos de la banda
Nuestra opinión: Buena.
Dirección: Joe Mantello.
Actúan: Jim Parsons, Zachary Quinto, Matt Bomer, Andrew Rannells, Charlie Carver, Robin de Jesús, Brian Hutchison, Michael Benjamin Washington y Tuc Watkins.
Puede verse en Netflix.