Argentina, país pionero en Latinoamérica por la expansión de derechos a las personas LGBTIQ+, aún tiene una cuenta pendiente con las travestis y transexuales, víctimas del odio que atraviesa el sistema patriarcal y católico en el que vivimos. Los datos aterran: el promedio de vida de las trans no supera los 35 años. Ante esa dura imagen, un documental como "Con nombre de flor", que registra la vida de una mujer travesti de 95 años, asombra desde la premisa. Y emociona hasta las lagrimas.
La vida de Malva transcurre en cámara lenta debido a los achaques propios de la vejez. Aún así, la lucidez no se ha ido, los recuerdos permanecen intactos: su infancia, el cruce a pie desde su Chile natal abandonando sus raíces, las fiestas repletas de looks extravagantes y boas de colores, las razzias y el fuerte anhelo de alejar la marginalidad para sobrevivir. Un recorrido intenso en donde la cineasta analiza la actividad militante de Malva, a partir del testimonio respaldado por un rico archivo fotográfico.
Malva -quien falleció de forma inesperada antes de la filmación del documental que tanto soñaba- abre su corazón ante las cámaras y se explaya con lujo de detalles, democratizando su historia de vida y sirviendo como ejemplo de superación. "Con nombre de flor", es un documental bien logrado pese a su estructura clásica. El testimonio conmovedor emparcha tecnicismos sonoros que, en algunas secuencias, entorpecen el disfrute total de la cinta.
Carina Sama desentraña los misterios de Malva con solidez narrativa."Con nombre de flor" encuentra todas sus fortalezas en el relato inspirador de su protagonista, una notable luchadora por el orgullo queer.
"Con nombre de flor". Nuestra opinión: Muy buena.
Dirección: Carina Sama.
Se verá mañana este viernes a las 18 horas, con repetición el sábado 29, a las 6 horas y a las12 horas, por CINEAR.TV. También, estará disponible en CINE.AR PLAY.