El argentino que montó un santuario de Stephen King

Fue tanto su amor por el autor  que hoy lleva adelante el "Restaurant de la Mente", un showroom de venta exclusiva de libros y merchandising del creador del San Bernardo asesino Cujo y del horripilante payaso Pennywise.

07 de junio, 2020 | 11.00

A su público fiel, Stephen King lo llama "lectores constantes". Y Ariel Bosi, quizás sea el más constante de todos. Hincha de Racing, productor de videojuegos y fanático de Esteban Rey, el mítico creador de pesadillas e historias fantásticas que se quedaron impregnadas en la cultura pop de cualquier nerd que adore el género. "Cujo", "Carrie", "It", "La Zona Muerta" y "Cementerio de animales" son solo algunos de los títulos de los que Bosi opina, discute y expone todos sus conocimientos.

"La tarea del fan es metódica", expresa, mientras relata sus viajes por las librerías de Av Corrientes en busca de libros de King. "Arrancaba desde el 700 e iba una por una. Gastaba toda la plata que llevaba y volvía lleno de tomos", recuerda, en tono jocoso. Para los lectores iniciados, Bosi recomienda "Misery", la escalofriante historia de como una fan secuestra a su escritor preferido para que reviva a un personaje de novelas románticas. En cine, la película la protagonizó James Caan, como Paul Sheldon, y Kathy Bates, como la malvada Annie Wilkes. Tal fue el éxito de la cinta dirigida por Rob Reiner, que Bates se alzó con el Oscar a Mejor Actriz Protagónica en 1990.

Tiene dos fotos con Stephen King: una movida y otra fuera de foco. No pierde la esperanza de intentarlo de nuevo. La tercera es la vencida.

- De la noche a la mañana el mundo se volvió una novela de Stephen King.

Sí. De hecho King escribe sobre una pandemia en los años ´70 en “Apocalipsis”.  En ese libro, un virus sale de un laboratorio y termina aniquilando al 99% de la población global. Podríamos decir que King un poco se anticipó a los hechos en una forma distópica. Cuando surge el brote de COVID-19 habló y sostuvo que esto no se parecía a “Apocalipsis”, pues ‘si usamos los barbijos y nos quedamos en casa vamos a estar sanos y salvos’. Igual no hay que olvidarnos que en Estados Unidos gobierna el peor gobernante que se pudo imaginar, Donald Trump. Me hace acordar al villano Greg Stillson en el libro “La Zona Muerta”.

- Asusta un poco si pensamos que se anticipó a tanto. No puedo no pensar en “Rabia”, la “novela maldita” de King.

Por eso la sacó de la venta. Lo que ocurrió con “Rabia” fue espantoso. Hubo tres incidentes fatales en los que se vinculo al libro como un detonante para matanzas descontroladas. King dijo basta y lo sacó de circulación. Yo no termino de estar de acuerdo con esto. La vida imita al arte y el arte imita a la vida. Mira si no lo que pasa en “Mr. Mercedes”,  el libro arranca a raíz de que una mujer atropella gente con su auto. ¿Qué pasaría si eso sucediese en la realidad? ¿Sacás el libro? No me parece que el autor tenga la culpa.

- Yendo a tus inicios como fan, ¿cuál fue el libro que despertó tu amor por Stephen King?

Fue algo muy loco,  porque el primer libro que leí fue “Maleficio”, escrito bajo el seudónimo Richard Bachman, y me gustó pero no me voló la cabeza. Yo tenía 13 años y en casa se consumían muchos libros y películas de terror. Luego probé con “Christine” y me gustó más, logré conectar con los personajes. En 1996 hice un click con la salida de los tomos de “La Milla Verde”. Ahí fue amor a primera vista, nos peleábamos con mi vieja para ver quien lo leía primero. Después de esa experiencia dije: ‘necesito leer todo lo que hizo este tipo’. Es un libro espectacular. A veces creo que soy un poco injusto con “La Milla Verde” porque nunca lo pongo en mis tops de mejores novelas y fue la que me inició en el universo King.

- Lo encasillan como el “Rey del terror” pero vos te enamoraste de una de sus historias más dramáticas y fantásticas.

Es que eso es lo que yo siempre afirmo. King no es un escritor de terror. Es una etiqueta que le han impuesto debido a que sus primeras novelas fueron todas de horror: “Carrie”, “El Misterio de Salem´s Lot” y “El Resplandor”. Pero si te pones a contar cuántos de sus 70 libros son de horror, tenés menos de 10 títulos que responden al género. Pasa algo similar con las adaptaciones de su obra que son llevadas al cine. Las más celebradas fueron historias dramáticas o de suspenso: “The Shawshank Redemption”, con Tim Robbins y Morgan Freeman, “Milagros Inesperados”, con Tom Hanks, “Cuenta Conmigo” y “Misery” son excelentes ejemplos. En el sitio especializado en cine y series IMDB “The Shawshank Redemption” está número uno y por arriba de “El Padrino” desde hace muchos años.

Ariel Bosi en la casa de Stephen King, en Maine

- Otro de los puntos que me parece interesante destacar son los personajes femeninos que creó Stephen King. Por lo general son muy fuertes.

Él y su hermano fueron criados por su madre soltera en los años ’50. Años más tarde se casó con Tabitha, la mujer que lo rescató de todas sus adicciones y su alcoholismo. King le debe un montón a su esposa. Es un autor muy feminista y sus ficciones están llenas de mujeres empoderas. Escribió una trilogía de novelas increíbles protagonizadas por mujeres que tienen que luchar contra el patriarcado: “Dolores Claiborne”, “El Juego de Gerald” y “El Retrato de Rose Madder”. Y no se publicaron en 2015. Fue un visionario.

- Más adelante vino “Restaurant de la Mente”, tu emprendimiento de venta de libros y merchandising de Stephen, ¿cuál fue el indicio que te llevó a hacer del autor una fuente de trabajo?

Lo de “Restaurant de la Mente” fue un accidente. Como todo fanático, siempre me gustó embeber conocimiento sobre él, meterme en foros, opinar, debatir, aprender. Luego vino revista “Insomnia”, un proyecto maravilloso en el que colaboré y actualmente sigue saliendo de forma gratuita. La experiencia en “Insomnia” me hizo adquirir más contactos, hablar con editoriales, entrevistarlas y  pensar en hacer de mi fanatismo una fuente de trabajo estable. Todo arrancó cuando planeamos un viaje a Estados Unidos con amigos. Teníamos que recaudar fondos y nos preguntamos qué podíamos hacer para lograrlo. Como todos éramos expertos en Stephen King, empezamos a vender sus libros para conseguir dinero. Traíamos títulos de afuera que no se conseguían. En un año conseguimos el dinero para los 3 pasajes de avión y 10 noches de hotel. Después de ese viaje nos planteamos abrir una tienda con más presencia. Arrancamos como un hobby desinteresado y terminamos con un negocio autónomo.

- Y tras mucho esfuerzo llegó “Todo Stephen King”, tu libro-manual sobre el autor. ¿Qué sentiste cuándo tu ídolo autorizó la publicación?

Fue muy flashero. Cuando hago la propuesta a la editorial, me contestan enseguida y les entusiasmó la idea aunque querían averiguar si era legal. Al mes me dieron el ok y buscamos la autorización de King. Todavía me acuerdo del “dijo que sí”. Una emoción. Imaginate, yo soy un X de Sudamérica que no conoce y me aprobó la idea. Con “Restaurant de la Mente”, nuestro showroom de libros y merchandising de King, ya vamos a cumplir 12 años y es una gratificación enorme poder seguir estando al servicio de la gente.

- Si bien King popularizó el terror, en la cultura latinoamericana no está muy explotado, ¿qué opinión te merece el género en Argentina?

Te diría que la mejor exponente es Mariana Enríquez. Lo gracioso es que yo la descubrí relativamente tarde hace un montón de años, con el cuento “Un verano diferente”, en Página/12. Con la explosión de su novela “Nuestra parte de noche” decidí arrancar por sus cuentos de “Las cosas que perdimos en el fuego” y me electrificó. Me volví loco, hacía mucho que no leía algo así. Ahora estoy devorando todos sus cuentos y aún guardo su novela para dejarme sorprender.

El día que pudo encontrarse de cerca con su ídolo

- Sería un lindo crossover juntar a Mariana Enríquez y Stephen King

¿Qué te parece? Me encantaría que en algún momento King leyese algo de ella y la reconozca porque es una grosa. No sé si será su heredera. En lo que es el género, la rompe.

- Volviendo a King, tengo entendido que pudiste intercambiar un par de palabras con él.

Lo vi en 5 ocasiones. Cuando viajé a los eventos de presentación de la serie “La Cúpula”, en Nueva York en un estudio de televisión, en un teatro cuando presentó un libro y lo tuve a cuatro metros de distancia, en un evento de firmas en un Walmart donde pude hacerle unas preguntas y le di la mano. Ese último fue el encuentro más lindo de todos. El último fue en 2015, en un evento de firmas, cerca de Sarasota y eran todos republicanos. Pagué una entrada carísima y al final no hubo evento de firmas. Me quejé y me prometieron una foto con King al término del evento. Al momento de la foto y a una distancia mínima para concretarlo, se fue a la mierda. Me quedé re caliente.

- ¿No lo corriste para pedirle una selfie?

Jamás lo haría. En ese sentido soy muy respetuoso. En 2008 fui hasta la puerta de la casa y no le toqué el timbre, solo saqué fotografías. Stephen King no me debe nada, el fanatismo siempre tiene que mantenerse en un marco de respeto. No hay deudas.

- Hay que convencerlo para que venga a una Comic-Con en Argentina.

No creo que suceda. Ya es un tipo grande, va a cumplir 73 años y nunca le gustó viajar. De hecho, no tengo registros de que haya viajado más que un par de veces a otros países.

- Igual, acordate que el cineasta Pablo Trapero está detrás de una adaptación de “Carretera Maldita”. Quizás ese sea el motivo de una futura visita a Buenos Aires.

Tenés razón. Ahí me encantaría que Trapero me contacte para hacer de extra. Uno siempre tiene el deseo de conseguir más, pero si me miro al espejo tengo que decirte que hice todo lo que quería: escribí un libro sobre King, me lo autorizó, tengo 4 libros dedicados a mí, un montón de libros firmados por él, una colección increíble de coleccionables.

- Hablando de coleccionables, deberían subastar el mate de Independiente que uso King en It Parte 2 (2019).

Ese se tira. A Andy Muschietti (director) me lo encuentro en el junket de prensa de la segunda película y luego de felicitarlo por su laburo, le hice mención por el mate de Independiente. ‘Espero que ese mate haya tenido mucho azúcar para compensar’, le dije como buen hincha de Racing. ‘Se lo tomó bien amargo’, me respondió.

- ¿Cómo convive tu fanatismo con la vida en familia?

Mi pareja me conoció siendo fan de King, no se llevó ninguna sorpresa.¡Hay que aguantar a alguien con tal fanatismo! Pensá que tengo un estudio entero con cosas del autor. Lo que te imagines. Muchas veces me dice ‘yo siento que vivo con Stephen King en la casa. Es una presencia más’. Es un trabajo de todos los días equilibrar las dos facetas. Cuando mi hija era chiquita pensaba que Stephen King era Dios.

- ¿Cuál es la mayor rareza que guardás en tu colección?

Dos programas teatrales de 1967 y 1968. Son de la Universidad de Maine, en donde Stephen King estudió y actuó. Lo conseguí en un remate, tiene la firma de Stephen King. Lo verifiqué con su oficina y es legítimo. Esto es siete años antes de “Carrie”, su primera novela. Un flash.

Parte de la colección privada de Ariel Bosi