En la apertura de la tercera edición de Los patrimonios son políticos", que tuvo lugar hoy en la ciudad de Santiago del Estero, autoridades y referentes culturales enfatizaron la necesidad de avanzar en un cambio de paradigma, de volver al territorio, allí donde la memoria, lo ancestral, la historia y los saberes son el patrimonio vivo de la cultura del país.
Bajo la denominación Textiles, vidas y trama, el encuentro reunirá hasta mañana a artistas, tejedores, escritores e historiadores como la boliviana Elvira Espejo Ayca, los brasileños Ailton Krenak y Yussef Campos y representantes del Mocase, además de los escritores Mariano Quirós, I Acevedo, Gabriela Yauzá y Sergio Raimondi, para dar cuenta de la memoria social y comunitaria, en torno a lo textil en un mundo en alerta.
La inauguración tuvo lugar hoy con presencia de teleras, tejedoras y artesanas de diferentes provincias como Jujuy, Misiones, Catamarca, Chaco y San Juan, quienes llegaron a la capital santiagueña para dar a conocer sus experiencias y avanzar en un trabajo en conjunto para defender sus saberes.
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Durante la apertura, Francisco Romero, presidente del Instituto de Patrimonio del Chaco, destacó que es fundamental escuchar en cada uno de los territorios a quienes construyen la cultura, y remarcó que la cultura son las bellas artes, pero por sobre todo, son los sentidos que le damos a nuestra formas de vida comunitarias y cómo se construyen.
En el Norte Grande somos la región de mayor riqueza lingüista, de diversidad lingüística y cultural, por eso somos una región pluricultural y plurilingüística, remarcó.
A su turno, el subsecretario de Cultura de Santiago del Estero, Juan Leguizamón, dijo que este encuentro es una forma de "volver a poner, reforzar y expandir más el valor cultural del patrimonio, de un patrimonio vivo y dinámico.
Los patrimonios son políticos y así es en la contemporaneidad, uno puede considerar, repensar y decir que las decisiones políticas influyen en los valores de una sociedad, de una comunidad y de una cultura -indicó-. Por eso junto a Nación y las provincias hermanas vamos a recuperar esa visión política y de futuro de los patrimonios.
El subsecretario de Cultura sostuvo además que "la sociedad, la comunidad empoderada en la lengua, en los textiles, en cualquier tipo de producción artesanal, que es tan esforzada, será clave para redistribuir el poder, que todos y todas puedan tener su voz y ahí la fuerza colectiva es clave.
Romero, por su lado, calificó a este encuentro como una experiencia que vincula los patrimonios con la política". Y agregó: "No se ama lo que no se conoce, no se conoce lo que no se siente, no se defiende lo que no se ama. No somos carencia, no somos debilidad, el Norte Grande es otra cosa.
Somos el 25% del territorio de la Argentina, un cuarto, pero casi el 68% de las tropas argentinas en Malvinas fueron del Norte Grande, el ejército nacional de la Independencia tiene su cuna en el Norte Grande, somos lo que heredamos, pero sobre todo aquello que decidimos hacer con lo que heredamos, enfatizó.
En ese aspecto evocó una frase del historiador Norberto Galasso: Dice que si es cierto que la historia es la política de la memoria siempre en disputa, siempre en construcción, y cada generación tiene el derecho de revisitarla para reinterpretarla.
A lo que añadió: No es menos cierto que la política es la historia del presente y esa trama, ese telar, la construcción de esa trama y ese telar, no es un tarea individual, no se la dejemos a los especialistas, es una tarea colectiva, como herencia y reinvención.
Los patrimonios son políticos porque busca volver a la comunidad, volvernos comunidad, allí escucharnos y luego de esa escucha atenta, que tiene que ser empática y amorosa encontrar las políticas públicas, que hagan que conozcamos y defendamos lo que amamos, puntualizó.
A su turno, Valeria González, secretaria de Patrimonio Cultural de la Nación, enfatizó que estas dos jornadas serán las artesanas el corazón de las reflexiones y trabajo.
Cuando decimos que los patrimonios son políticos nos referimos a que como asignaciones de valor sobre determinadas entidades implican siempre disputadas ideológicas, en contextos históricos políticos específicos, sostuvo.
En ese sentido dijo que aún debemos disputar el concepto de patrimonio, sus definiciones más conservadoras, arraigadas en grandes centros urbanos y avanzar hacia la cultura como herramienta para la construcción o reconstrucción de sociedades más justas, más felices, más ricas, pero entendiendo la riqueza no como acumulación material ciega, sino como diversidad, imaginación, memoria y redes afectivas.
Por lo que, remarcó González, es una forma de defender otros valores ligados al hacer colectivo, al amor, empatía y solidaridad con quien está siendo dañado o excluido, a las memorias sabias de nuestros pueblos originarios, al respeto por nuestra madre tierra, al buen vivir y al cuidado de la vida.
Con información de Télam