“Antes de que me propongan esto, habré visto Okupas unas 30 o 40 veces”, admitió Santiago Motorizado a El Destape y se reconoció como un fiel fanático de la serie argentina dirigida por Bruno Stagnaro que se reestrenó en Netflix el pasado 20 de julio.
El cantante y bajista de Él Mató a un Policía Motorizado describió este proyecto como un sueño hecho realidad. Sus primeras composiciones fueron en el 2000 aproximadamente, año en el que se estrenó Okupas. “De alguna manera u otra hay una influencia de cierta estética marginal y urbana en esos primeros discos de Él Mató”, afirmó. Esas mismas canciones son las que Stagnaro eligió para acompañar la serie en esta remasterización. Un círculo perfecto que se cierra.
El desafío era enorme: por problemas de derechos, especialmente con bandas internacionales, había que cambiar la música de la serie que tanto para Santiago como para muchos fans, era perfecta. Después de un año y medio de trabajo mano a mano con Stagnaro, crearon más de 40 canciones nuevas que hoy ambientan la serie manteniendo su esencia intacta.
“Tengo el recuerdo de reemplazar muchas canciones de Jimi Hendrix, pero después también hubo reemplazos de bandas internacionales con rock nacional. Hay una canción de The Doors reemplazada por Vox Dei; una de The Beatles reemplazada con una de Los Gatos, otras con Spinetta”, admitió Santiago Motorizado sobre la remasterización de Okupas a El Destape.
¿Y qué pasa con Él Mató? Tocar con protocolos no es de su gusto, así que la banda platense elige esperar hasta nuevo aviso. Pero sí habrá novedades para los fanáticos: próximamente saldrá un disco con 8 canciones que fueron regrabadas y sonaron en Okupas. Spoiler: hay una que nunca antes fue escuchada.
-¿Qué era de tu vida por los 2000, cuando se estrenó Okupas?
-Tenía 20 años. Me sentía muy identificado con los personajes, que eran un poco más grandes pero era cercana la edad, y están en esa cosa de un contexto social-político de Argentina muy duro, pre crisis del 2001. Claramente la situación de ellos era que estaban medio a la deriva, sin saber que hacer, perdidos. Así me sentía en esa época también. Yo crecí en un barrio mitad clase trabajadora mitad marginal y eran situaciones que uno las vivía día a día. Era tan real lo que se mostraba en la tele, que a veces parece documental. Cambió la historia de la televisión en una pequeña revolución y eso queda en la historia para siempre.
-¿Cómo te llegó la propuesta para formar parte de Okupas?
-Bruno se acercó para proponerme incluir canciones de Él Mató en la serie porque estaban por reestrenarla pero necesitaban hacer algunas modificaciones en la banda sonora. Obviamente, como fan de Okupas y también de él, me encantó la idea. Después propuso hacer música incidental: fueron cerca de 40 canciones más o menos en diferentes momentos. La mayoría era mucho rock, mucha música con guitarra como protagonista pero también tuve que hacer cumbia, folklore, tango, salsa, música electrónica. Fue un desafío para mí trabajar esos géneros.
-¿Qué fue lo que más te costó?
-Yo como fan quería estar a la altura de algo que para mí es de lo mejor que se hizo en la historia de la televisión mundial y eso siempre arrastra una presión. Pero la verdad trabajé mano a mano con Bruno Stagnaro, que me decía que lo que estaba haciendo encajaba perfectamente con Okupas. La mayoría de las cosas que le mandé, quedaron. La serie original tenía una musicalización impecable pero todo se hizo con mucho cuidado, respetando la estética de Okupas. Incluso los fans que ya conocen la serie de memoria, sé por las repercusiones que no se dieron cuenta dónde están los reemplazos. Hay 50 y se habrán dado cuenta de 4. Estos comentarios reflejan que el trabajo está bien hecho. La serie es genial y tiene una potencia que es difícil de modificar. Todos los personajes, los diálogos, el guion, las actuaciones, cómo esta filmada: es una obra maestra total y mi trabajo fue acompañar eso pasando desapercibido, pero de buena manera.
-Ya hiciste el soundtrack de la película La muerte no existe y el amor tampoco y ahora de Okupas, ¿qué diferencia hay con el proceso de hacer un disco?
Es bastante diferente. Esto se hace en pos de otra cosa que son las escenas, los momentos del guion, los diálogos. La música está acompañando eso, entonces hay un fin muy puntual que en los discos y en las canciones no está porque el fin en sí mismo está en la canción. Pero es otro tipo de ejercicio creativo y me encanta hacerlo. Es un trabajo de a dos constante con el director. Siempre va a tener la palabra final.
-Inevitablemente, hay diálogos y escenas de Okupas que hoy las personas lo ven y opinan que les hace ruido por la homofobia o discriminación que muestran. ¿Vos cómo lo ves?
Hay un montón de cosas que me hacen ruido y que veo que envejecen mal. Pero lo que tiene Okupas es que es tan realista, que no puede no ser así. Sería falso si obviara esos momentos. Incluso yo te diría que, por más que en ciertos círculos esta deconstrucción es mucho más potente que en otros, ese lenguaje de barrio con esa jerga, que por momentos es homofóbica o fóbica en un montón de aspectos, sigue existiendo. Si uno quiere reflejar la realidad y quiere hacer el ejercicio creativo de mostrar una ventana documental, tiene que mostrar todo porque sino estaría haciendo una cosa media falsa, por más de que estemos hablando de ficción. Además, sin querer ser una especie de cuento que deja enseñanzas, te muestra momentos difíciles de los personajes como por ejemplo la oscuridad del después de tomar falopa. Tiene su costado político que a mí me copa.
Ping Pong
Cuál es el personaje y la escena favorita de Okupas de Santiago Motorizado, con quién le gustaría hacer un feat, su fanatismo con Lionel Messi y...¿Bizarrap?.
Sabías qué…
Hubo una participación especial del papá y el hermano de Santiago Motorizado en la remasterización de la música de Okupas: "Tuve que hacer unas cinco canciones de música folclórica: zamba, chamamé, chacarera, géneros bastante ajenos pero no tanto porque de chico en mi casa se escuchaban mucho".
"Mi papá es salteño, toca la guitarra, canta y siempre que hay un asado o un encuentro él se sienta y nos brinda un pequeño recital. Cuando fui creciendo yo me desconecté de ese mundo y la veía como 'la música de mis padres'. De alguna manera es una reconexión", indicó el artista, que reconoció que siempre quiso hacer música con su padre y su hermano, pero que "sentía que era un poco forzado": "Ahora encaja más y fue algo muy importante e inolvidable".
Santiago los invitó a formar parte del proyecto. Él compuso las letras y las melodías: "Vinieron acá al estudio en Boedo donde grabamos casi todo y para mi fue un momento muy especial". Y también hubo rispideces: "Lo que sí mi viejo me criticó: me dijo que las sambas tienen que respetar cierta métrica que no respeté y le dije "bueno papá ya está, ya entregué todo: no hay vuelta atrás".