La editorial Criatura celebra su décimo aniversario de regreso en la esperada 46 Feria del Libro

07 de abril, 2022 | 11.16

Con el inminente regreso a la 46 Feria del Libro de Buenos Aires en el stand de Los 7 logos, ya un clásico de la edición independiente, el sello uruguayo Criatura celebra su décimo año de vida, que vendrá de la mano, además, de la publicación de "La mujer desnuda", el primer libro de la mítica autora uruguaya Armonía Somers, que paradójicamente había circulado más en Argentina que en Uruguay.

Se trata de una edición fiel a la primera, de 1950, con ilustraciones de la diseñadora Caro Ocampo y prólogo de Gabriela Borrelli, "un libro potente y surrealista, que todavía causa un impacto profundo en quienes se atreven con su estilo para nada complaciente", dice a Télam desde Montevideo una de sus fundadoras, la editora Julia Ortiz.

Dando el presente en uno de los mayores encuentros libreros y literarios de Latinoamérica, que llega recargado tras dos ediciones de ausencia forzada por pandemia, el sello Criatura presentará además "Irse yendo", la primera novela de la joven actriz, directora y escritora uruguaya Leonor Courtoisie, que "se agotó muy rápido en Uruguay", adievrte Ortiz.

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Esta primera década llega además con obras como "Debimos ser felices", de Rafaela Lahore, otra primera novela que reimprimieron muy rápido, o "Los pasajes comunes", de Gonzalo Baz, otra ópera prima de uno de los autores elegidos por la revista Granta entres los 25 mejores narradores jóvenes en español en 2021, repasa la editora.

"Para celebrar los diez años hicimos una edición aniversario que regalaremos en la Feria y en librerías -indica-. Es una antología extraña, hecha con fragmentos de libros publicados en los últimos años, mezclados caprichosamente con la idea de que se puedan leer como un continuo, un experimento y un manifiesto de una casa editorial que tiene una identidad y un universo coherente de obras que dialogan entre sí".

-Télam: ¿Cuál es el mito de origen de este sello, qué deseo perseguía al ser creado?

-Julia Ortiz: La idea de Criatura editora surgió en la librería La Lupa, de Ciudad Vieja, donde vimos que había un espacio y una necesidad para una nueva voz editorial en la literatura uruguaya. Desde el principio nos lanzamos a publicar en todos los segmentos, de hecho la primera camada de seis libros, que presentamos juntos, fueron Mi pequeño mundo porno (teatro), de Gabriel Calderón con ilustraciones de Sebastián Santana; Injuria (primera novela), de Apegé; No huiré de mi vida (juvenil), de Gabriela Armand Ugon; El vestido de mamá (álbum infantil), de Dani Umpi y Rodrigo Moraes; El porqué de cada cosa, de Luciano Saracino y Aleta Vidal, y Grántico Pálmani Zum (ilustración),

de Levedad.

-T: ¿Cómo surge su nombre?

-J.O: El nombre Criatura no fue fácil de encontrar; es difícil nombrar algo que no existe aún. Con los años se fue llenando de sentidos inesperados, y creciéndose en su propio significado de ser creado pero también de criar, en el sentido de fomentar, aumentar, alimentar. Editar es acompañar el salto de una obra que no tiene forma hasta el libro. Ese proceso, que muchos no pueden ver más que como un trámite de imprenta, ese espacio en el que trabajamos, queremos que haga crecer la obra, que la alimente de formas que quien la creó ni siquiera había imaginado.

-T: ¿Cómo llega a este otro lado del río?

-J.O: Llegamos a Buenos Aires con los libros en las mochilas, en el barco, reponiendo cuando se podía cruzar. La ciudad nos recibió siempre con los brazos abiertos. Tenemos mucho que agradecer a las librerías que defendieron nuestra propuesta, le encontraron lugar en sus estanterías y lectores entusiastas. Teníamos en el catálogo algunas firmas ya conocidas, como Mario Levrero o Leo Maslíah, pero el interés por los libros más vendidos como "La máquina de pensar en Gladys", de Levrero, se fue ampliando a autores nuevos que ahora imprimimos en Buenos Aires Ahora y, como ahora nos distribuye Big Sur, ya tenemos presencia sostenida en librerías argentinas.

-T: El 30% de su producción está dirigida a jóvenes y niños, ¿Cuáles son los límites de un texto para que sea entendido como lectura infantil o adolescente?

-J.O: No ponemos edad sugerida en los libros porque pensamos que es excluir a posibles lectoras o lectores de otras edades. Segmentar la edad de los libros es de gran ayuda para su promoción y colocación en los canales de venta, pero asumimos el riesgo de no hacerlo. El objetivo de Criatura es hacer libros de calidad y eso atraviesa todas las edades. Tenemos el libro ilustrado por Claudia Prezioso sobre la canción Ana no duerme, de Luis Alberto Spinetta, que además trae una versión musical de Samantha Navarro. ¿Creen que este libro es solo para infancias? Se pensó para acercar algunas músicas a las edades tempranas, es cierto, pero lo disfrutan todas las edades. Toda esa colección de música es así. La segmentación es una herramienta meramente comercial y la regulación de contenidos para adolescentes también, tiene que ver con la inclusión de los libros en programas oficiales o en venta a colegios. No ser masiva te da libertades y gran parte de ese concepto esquivo en el mundo editorial que es la independencia.

Con información de Télam