Cada 23 de abril se celebra el Día Internacional del Libro. Esto se debe a que, hace 408 años atrás tuvo lugar un suceso, de un coincidencia extraña, que marcó un antes y un después en la historia de la cultura mundial. Precisamente, el 23 de abril de 1616 fallecieron tres de los mayores exponentes de la literatura en todo el mundo: William Shakespeare, Miguel de Cervantes e Inca Garcilaso de la Vega.
A partir del coincidente deceso, en el mismo día del mismo año, de tres escritores históricos que hasta el día de hoy son referencia en la literatura mundial como líderes del género dramático, el narrativo y los relatos históricos, la UNESCO decidió nombrar cada 23 de abril como Día Internacional del Libro. En 1988 la Unesco promovió que empiece a conmemorarse esta fecha, la cual empezó a tener vigencia en 1989 en varios países. Sin embargo, no fue hasta 1995 fue cuando la Conferencia General de la UNESCO estableció que el Día del Libro se celebraría el 23 de abril para rendir homenaje a la literatura y fomentar la lectura entre la población.
La literatura y los libros son uno de los pilares fundamentales de la cultura y principales formadores del pensamiento crítico. Y aunque si bien la industria del libro siempre fue, anticipadamente, dada por "muerta", supo reinventarse y seguir vigente. Hay tantos lectores como tipos de libros, sin embargo hay ciertas lecturas indispensables, por eso te traemos cuatro libros que tenés que leer antes de morir.
4 libros que tenés que leer antes de morir
Los clásicos son clásicos y siempre van a quedarse en ese lugar con justa razón. Cuando generalmente leemos "libros que tenés que leer si o sí" solemos toparnos con autores como Kafka, Borges, Dostoyevski, Brontë, Orwell, García Márquez, etcétera. Y aunque si bien son autores que se ganaron ese reconocimiento, en esta selección optamos por libros pocos comunes y, principalmente, de autores nacionales.
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1) Rabia de Sergio Bizzio
Este libro funciona tranquilamente como un comodín, ya que se adapta a todos los tipos de lectores: tiene romance, acción, suspenso y muchos recursos narrativos. Sin embargo, es fundamental leerlo porque es una historia que representa al 100% la argentinidad. Entre los modismos, la comida como punto de encuentro, y lo pasional, el libro resulta clave para cualquier argentino.
Rabia es un relato intenso y perturbador que sumerge al lector en un mundo de humor negro guiado por el romanticismo y la pasión. Es una historia sobre los desclasados situada en la Argentina que saludaba al siglo XXI con una crisis económica aguda. Los protagonistas luchan por su lugar en una sociedad que solo le hace lugar a los millonarios.
2) Me acuerdo de Martín Kohan
Los buenos libros son aquellos que quedan resonando en la cabeza, que nos invitan a pensar y nos llaman a la acción. Eso es lo destacable de Me Acuerdo, ya que es un libro que convoca a hacer algo tan humano como recordar. Como una suerte de diario íntimo, el autor escribió algunas de sus memorias de forma suelta, sin hilo conductor ni estructura, un formato ya utilizado por otros autores como Georges Perec y Joe Brainard, pero que en la pluma de un autor argentino resulta mucho más cercana.
Lo esencial en la lectura de este libro radica en el llamado que hace a sus lectores de hacer lo mismo. Animarse a sumergirse en la memoria propia y llevar un apunte de aquellos sucesos que marcaron nuestra vida, por más simples que parezcan. El propósito de la literatura en su estado más puro: generar emociones en sus lectores y llevarlos a pensar.
3) La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero
Con esta recomendación nos corremos un poco del eje nacional, pero sí que merece la pena la mención, ya que trata un tema que toca a todos los seres humanos: perder a un ser querido, atravesar un duelo, luchar con emociones nuevas y acostumbrarse a vivir con una ausencia. Es una obra que cautiva por su profunda reflexión sobre la vida, la muerte y el legado que dejamos.
A través de la biografía de la científica Marie Curie, Montero nos sumerge en un viaje emocional donde convergen la historia, la ciencia y la filosofía. Con una prosa cautivadora, invita a cuestionar nuestras propias vidas y a apreciar la belleza y fragilidad de la existencia. Es una lectura que emociona, inspira y deja una marca indeleble en el lector.
4) Mafalda de Quino
Mafalda es un tesoro cultural y nacional que trasciende generaciones. Y aunque si bien se corre del formato tradicional de los libros, no deja de ser literatura y no deja de ser fundamental para entender que toda lucha es política. Las viñetas de Quino ofrecen una mirada aguda y satírica sobre la sociedad, la política y la vida cotidiana, todo a través de los ojos ingeniosos de una niña con una perspectiva única, sin dejar de ser una lectura que cautiva a niños, jóvenes y adultos.
Sus reflexiones, que hoy resultan atemporales, y su humor inteligente no solo nos hacen reír, sino que también nos invitan a reflexionar sobre cuestiones profundas y universales. Mafalda es un clásico que sigue resonando con lectores de todas las edades, recordándonos la importancia de cuestionar el mundo que nos rodea y de mantener viva nuestra curiosidad e ingenio.