En el mundo de la producción musical, Kris Alaniz se destaca como una voz potente y revolucionaria, llevando la música urbana argentina a nuevas alturas. Rapera, cantante y beatmaker, inició su carrera en Córdoba y, con su audaz estilo y su habilidad para crear beats que fusionan géneros, se trasladó a Buenos Aires para seguir desarrollando su carrera. Tras un primer y segundo disco (Conexión Natural, en 2014, y Vagabunda Original, 2017) que dejaron en evidencia su compromiso social y sonoro, acaba de lanzar su nueva placa Escándalo, que presentará el 22 de septiembre en La Tangente.
En diálogo con El Destape, la artista exploró el impacto y la influencia de las mujeres en la producción musical, un campo en el que está marcando una diferencia significativa, pese al papel predominante masculino. Además, adelantó detalles de su show que tendrá una puesta en escena "escandalosa" y hará que el público sea parte de una experiencia inmersiva.
¿Cuándo se te despierta esta pasión por dedicarte a la música y a producir sobre todo?
- De chiquita arranqué en la danza, fui bailarina de flamenco desde la infancia. Hice música clásica y flamenco. Después, como a los 12 o 13 años, me empezó a gustar el canto. Empecé a sentir que podía meterme un poco más en ese plano. Comencé a tocar la guitarra también, y ahí fue como mi primer acercamiento con la música de lleno. Yo vengo de una familia donde no hay músicos, ni artistas, era algo que a mí me llamaba mucho la atención, por qué a mí me pintaba tanto toda la parte artística. De chica supe que era adoptada también. Entonces, como que ahí empecé a encajar por qué tal secuencia. Y de grande me contaron que mi vieja biológica era cantante de cabaret.
MÁS INFO
¿La pudiste conocer a ella después?
- No, supe todo esto en pandemia porque conocí a un tío y ahí, hablando con él, me empezó a contar que mis abuelos eran músicos, que tocaban la guitarra, que cantaban, y toda una secuencia. Fue entonces que me enteré que mi madre biológica era cantante de cabaret, y eso me motivó mucho también a empezar a escribir sobre las mujeres en la noche. Tengo un disco en 2017 que es Vagabunda Original, que habla mucho sobre la prostitución, sobre las mujeres empoderadas, las mujeres que no le temen a la vida, las mujeres en la noche, con vivencias turbias. Entonces, un poco cuando entendí que esa era como una misión también, decidí dedicarme a eso. De hecho, mi segundo nombre, Alexandra, es el nombre del cabaret donde trabajaba ella, que se llamaba "Alexis". Imaginate, lo tengo medio en el inconsciente.
¿Cómo te impactó enterarte de esto?
- Es algo muy loco que llevo, no como una mochila, porque hay personas que pueden sentirse muy apenadas con esto, y llevarlo como algo de sufrimiento, como un peso. Yo intenté transformarlo y decir: "Bueno, voy a cantarles a mujeres, voy a escribirles a mujeres", y obviamente que toda mi militancia en la música siempre fue abrir las puertas a las pibas. Por eso también, cuando llegué a Buenos Aires, empecé a producir como tal en Córdoba cuando tenía 19 años, porque en Córdoba yo estaba en pareja con un productor italiano que recién llegaba a Argentina y ya venía trabajando en Hip Hop, produciendo hace años. Entonces aprendí mucho con él. Cuando llegué a Buenos Aires me topé con más pibas que rapeaban, pero me topé con la realidad de que no iban a grabar a los estudios porque se encontraban con situaciones de mierda. Como "fui a grabar y al final no grabé nada, fui a grabar y se quiso propasar conmigo y me sentí incómoda, me tuve que ir". Entonces empecé a ver esas secuencias. Yo hasta ese momento me producía solo a mí, y cuando empecé a conocer a más colegas que tenían ese tipo de situación, dije "Bueno, voy a dar una mano en esto porque si no no crece más el ambiente". Mi mano empezó desde ahí, con la idea de tener espacios cuidados y seguros para nosotras, para que no sea siempre un hombre produciendo y podamos tener más opciones.
-¿Y por qué creés que hay pocas mujeres productoras?
- Que no haya mujeres en el modelo de la producción musical es parte del machismo cultural que vivimos. Cuando sos cantante, la primera referencia que tenés son Britney, Madonna, gente al frente del escenario y no mujeres produciendo. Y la razón por la cual existen tan pocas pibas en la producción, en principio, es por la economía. Normalmente, para tener un estudio en tu casa necesitás una inversión económica bastante grande. Entonces, ya desde lo económico es difícil que una piba pueda tener un estudio. Ya sabemos cómo son los salarios y la diferencia entre chabones y mujeres, y hacer música también dentro de la industria musical. Entonces, ya por parte de lo económico, tenés un obstáculo para que las pibas puedan ser sus propias productoras.
Después, las propuestas se canalizan mucho más hacia los chabones que hacia las pibas productoras. Las chicas están grabando y trabajando muchísimo, se adaptaron a un sistema en el cual no eran bienvenidas desde el principio y muchas se han abierto camino, y ahora se están produciendo solas o en grupo, como mi caso. Pero en ese momento decís "bueno, si me quiero poner a producir a otras personas, ¿quién me va a bancar?". Porque cuando te ponés a producir, al principio lo hacés gratis, y tenés que ver cómo te bancás vos y el estudio, y muchas veces esa plata te la tienen que pagar. Y normalmente, una piba con un estudio no es algo que esté dentro del imaginario. Cuando tenés que armarte una estrategia, no siempre pensás en una mujer productora, y mucho menos en una productora de chicas. Entonces, cuando te referís a que no hay tantas productoras mujeres, para mí tiene que ver con la falta de espacios y de oportunidades que les dan a ellas, porque propuestas hay. O sea, en los grupos donde estoy hay propuestas de producción todo el tiempo. Nosotras generamos muchísimo material, pero no son vistas ni convocadas por los demás artistas para ser productoras, sino que es más bien una elección. Nosotras nos elegimos entre nosotras. Porque afuera se les sigue teniendo más confianza a los hombres que a las mujeres. Cuando un hombre va a un estudio con otro chabón tiene esa complicidad y no se siente como "che, estoy yendo a un estudio con una mina, a ver qué onda".
¿Qué te pasa al ver que el género urbano tomó un rol tan importante en la sociedad en los últimos tiempos?
- Esos iba a suceder tarde o temprano. Cuando yo empecé a rapear, éramos 20 básicamente, y no había público. Éramos todos raperos; el público era la misma banda que iba a tocar después de vos. Y ese movimiento empezó a crecer cuando comenzaron a aparecer las primeras bandas de plaza, como La Malosa. El rap es un género que cualquier persona de cualquier clase social puede hacer. Entonces, ya se veía venir que esto iba a suceder. No necesitás más que ir a una plaza y empezar a entrenarte ahí. Cuando empecé a notar que esto iba a despegar fue cuando empezaron a venir bandas de afuera, ahí me di cuenta de que algo estaba pasando. También un colega, Fianru, fue el primero de nosotros en salir a tocar afuera con su disco Blanco y Negro. Ese disco marcó un antes y un después en la historia del rap argentino, porque educó y dio las herramientas a muchos de los chicos que hoy en día están rapeando y viviendo de la música.
Contame de tu último disco Escándalo.
- Dejé de hacer música en 2017, después de sacar Vagabunda Original. Luego viví un año en Chile y me quedó esa cosita dentro de querer volver a grabar. Volví en 2019 y me puse a trabajar full en él. Luego, vino la pandemia y aproveché para dedicarle todo el tiempo. Este disco lo vengo trabajando hace cuatro o cinco años. No tiene un mensaje tan político como los anteriores, que eran más crudos y pesados. Este álbum es más liviano, tanto en la música como en las temáticas. Quería que la gente se cuestione un poco sobre las raíces, sobre el racismo y las cuestiones culturales. La música no es tan rapera, hay mucha influencia de otros géneros latinos como la salsa, el bolero y el folk, con una pizca de rap en cada canción.
¿Cómo será la presentación del álbum en La Tangente?
- Vamos a hacer la presentación oficial el domingo 22 de septiembre en La Tangente. Se va a tratar de un show más conceptual, será un escándalo hermoso con actrices, invitados, bailarines y músicos increíbles. Además, en octubre voy a lanzar un disco de instrumentales, de lo-fi, que ya está listo. Son pistas muy tranquilas, para escuchar relajado. Y también ya estoy trabajando en un nuevo álbum, algo más rapero y bomba, que es lo que la gente más espera de mí.