Jane Fonda recibió el premio Cecil B. DeMille a la trayectoria, en la atípica 78ª edición de los premios Globo de Oro, y proclamó un sentido discurso que fue ovacionado por todos los presentes. Reconocida no solo por su larga trayectoria en el cine y la televisión, la actriz es una militante comprometida con el cuidado del medio ambiente y por los derechos civiles, bandera que llevó a sus contundente llamado para todos los jóvenes: “La vida en este planeta nos enseña lo frágil que es y que debemos salvarlo a él y a nosotros mismos”.
“Por favor, gracias. Gracias a todos los miembros de Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood. Estoy muy emocionada de recibir este premio. Somos una comunidad de gente que cuenta historias y pocas veces hemos vivido situaciones tan complicadas como esta que estamos atravesando”, arrancó diciendo, en torno a la pandemia de coronavirus.
Y sostuvo: “En estos momentos, las historias fueron esenciales, nos ayudaron a tener un sentimiento más positivo, nos enseñaron sobre empatía y a valorar las diferencias. He conocido gente muy distinta a lo largo de mi vida y a todos he tratado de entenderlos. Todos los grandes nos han contado historias a través de las palabras, de la poesía y de las metáforas. Nos transmiten una energía que puede penetrar nuestras defensas. Esas historias que antes solo escuchábamos, ahora pueden ser vistas. Todas las películas nominadas nos enseñaron sobre empatía”.
“Nos han transmitido empatía sobre lo que es ser negro, sobre lo que significa ser musulmán; nos han hablado sobre la violencia sexual. La vida en este planeta nos enseña lo frágil que es y que debemos salvarlo a él y a nosotros mismos”, reflexionó, ante un auditorio en el que no hubo estrellas de Hollywood como invitados, sino personal médico.
Crítica de la poca presencia de artistas negros entre los nominados y por la falta de algunas de las series más comentadas del 2020, como lo fue la aclamada I May Destroy You, denunció: “Pero hay una historia que nos ha costado mucho ver en esta industria: la que habla sobre las voces que sí merecen ser escuchadas y sobre quiénes son puestos en listas negras. Todos nosotros, incluidos los grupos poderosos y los encargados de entregar premios tenemos la obligación de que todas las voces sean escuchadas”.
Aún así, Fonda cerró su discurso con un llamado a la acción y a no perder la esperanza que fue celebrado por todos los asistentes: “Gracias a todos los que han luchado y marchado. El arte siempre ha sido generador de cambios. Por favor, creamos y tengamos fe”.