Tras una jornada tensa en el INCAA, se resolvió por decreto presidencial la destitución del cineasta Luis Puenzo de su función como presidente del Instituto, en respuesta al reclamo del sector audiovisual ante la falta de políticas activas en torno a los peligros que significaría la caducidad del fondo de fomento cinematográfico. El elegido para ocupar el rol vacante es Nicolás Batlle, antes vicepresidente y ahora responsable de paliar la crisis y dar respuestas en beneficio de la cultura argentina.
Nicolás Batlle nació el 9 de marzo de 1976, en Buenos Aires, es egresado de la carrera de realización cinematográfica del ENERC, es productor de cine y fue uno de los fundadores de la productora Magoya Films, desde donde estuvo involucrado en la codirección y producción de premiados filmes y documentales como Rerum Novarum (ganador del Cóndor de Plata Mejor documental argentino en 2001). Mundo Alas (2009), co dirigido y protagonizado por León Gieco, Wakolda (2013), dirigida por Lucía Puenzo, El Patrón, Radiografía de un crimen (2015), de Sebastián Schindel, y Natacha, la película (2018), de Eduardo Pinto & Fernanda Ribeiz, basada en los libros y personajes de Luis Pescetti.
Además, Batlle fue jurado y capacitador de numerosos concursos del INCAA de Argentina, del CNCINE del Ecuador y del IMCINE de México. Fue designado jurado por Argentina de los Premios Platino al Cine Iberoamericano (2014-2015) y de DOCTV-IB y ejerció el cargo de presidente de APIMA, Asociación de Productores Independientes de Medios Audiovisuales de la Argentina, en el período 2014-2015. También, se le atribuye la autoría del libro Producción de Largometraje (Ediciones del CIC, 2016). En 2020 fue protagonista de un escándalo por el que fue investigado por el juez Sebastián Casanello, a raíz de la película Crímenes de familia (con Cecilia Roth y Miguel Ángel Solá) que fue financiada por el INCAA y estrenada en Netflix.
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Un sector descontento con Luis Puenzo
Las principales críticas a la gestión de Puenzo, expresadas por distintos sectores de la industria del cine se resumen en dos puntos: la parálisis en la ejecución del presupuesto destinado al fomento del cine nacional y la prolongación del plan de subsidios elaborados durante el gobierno de Mauricio Macri y la inactividad ante la posible caída de la Ley de Cine, que garantiza su autonomía financiera, el próximo 1 de enero.
Diferentes actores del sector audiovisual convocaron el lunes a una concentración que pidió la renuncia de Puenzo, en medio de la cual se desató una represión por parte de la Policía de la Ciudad, que detuvo a tres miembros de la industria del cine. El principal descontento con la gestión que presidía Puenzo fue la no modificación del Plan de Fomento, "impuesto en el gobierno de (Mauricio) Macri que concentra la producción cinematográfica en las productoras más grandes radicadas en AMBA".