Tras su exitoso paso en la 37° edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, El método Tangalanga se estrena en salas de cine nacionales para presentar la historia de origen del recordado Doctor Tangalanga, un maestro de las bromas telefónicas que encandiló a más de una generación con su humor chispeante y sus salidas rápidas a quienes caían en su telaraña. Martín Piroyansky encarna al as del humor en el filme de Mateo Bendesky con una brillante composición que combina histrionismo y ternura, entregándose plenamente a uno de los roles más admirables de su carrera. En diálogo con El Destape, Piroyansky recorre aspectos divertidos y curiosidades del Doctor que hizo reír e insultar a víctimas y oyentes.
- ¿Cómo llegás al Doctor Tangalanga?
Mateo Bendesky, el director de la película, es muy amigo mío, y cuando él lo convoca a Sergio Dubcovsky para el guión fue cuando decidió darle este enfoque a la historia de Tangalanga, cómo empieza a hacer las bromas telefónicas. Digo esto porque todo el mundo cuando le cuento que hago de Tangalanga me preguntan cómo hacen para envejecerme, ya que es un personaje al que todos lo conocemos ya de grande. La película cuenta el inicio de cómo Tangalanga, por tener un amigo internado en un hospital, empieza a hacer bromas telefónicas.
- ¿Estabas al tanto de esta historia de origen de Tangalanga?
No. La verdad es que a Tangalanga lo conocía muy vagamente. En mi casa había un casette, a finales de los ‘80 pero no mucho más. Ahora con la película tuve que investigarlo, estudiar la forma de hablar en las jodas, que la verdad fue bastante divertido de trabajar.
- En ese proceso de investigación sobre Tangalanga, ¿cuál fue la broma o dato que más te gustó sobre su vida?
Bueno, no todos saben que Tangalanga era muy amigo de Spinetta. “El Flaco” era muy fan de Tangalanga y lo invitaba a comer y parece que Tangalanga lo insultaba y a Spinetta le parecía muy gracioso. Hay una idea de que Tangalanga es un gran puteador, que lo era, pero para mí lo más interesante de él es el humor absurdo que manejaba. Si escuchás las bromas telefónicas, para enredar a las víctimas siempre instala imágenes muy absurdas que hacen que la gente no le pueda cortar el teléfono porque tratan de entender qué es lo que les está diciendo.
- ¿Lo de la timidez de Tangalanga era así?
Es todo una ficción que inventaron Mateo y otros guionistas, donde Jorge es un empleado de una empresa, súper tímido y con muchos problemas, y después de una hipnosis logra vencer esta tara cuando aparece este personaje de Tangalanga. Es como un Dr Jekyll y Mr Hyde. Lo que sí es real es que empieza a hacer bromas porque su amigo estaba internado.
- En la película quien interpreta al hipnotizador es Silvio Soldán, ¿cómo se conocieron?
A Silvio lo conocí cuando yo tenía 19 años y estaba actuando en un programa de humor con un personaje muy chiquito, y él vino a hacer una escena grupal, en la que había 20 personajes y a mí me tocaba decir un apenas bocadillo. En el corte, se me acercó, me miró y me dijo: ‘vos sos muy buen actor’. Yo me quedé muy sorprendido y obviamente me cayó muy bien que me dijera eso. Silvio es un tipazo, es muy divertido trabajar con él.
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El método Piroyansky
- ¿Qué lugar ocupa el humor en tu vida?, ¿te considerás una persona graciosa fuera de tu trabajo?
No sé si soy tan gracioso. A veces creo que la gente que me conoce por primera vez espera que sea más gracioso de lo que soy. Obviamente, en confianza sí lo soy. Vengo de una familia con mucho humor, los almuerzos familiares son puro chiste y creo que viene un poco de ahí mi histrionismo o facilidad para el humor.
- Desarrollaste una carrera con más papeles en comedias pero, ¿te gustaría explorar otros géneros?
Sí, me encantaría. Pasa que una vez que me fue bien en la comedia me empezaron a llamar para más películas de este estilo. Disfruto mucho cuando me toca interpretar otros tipos de personajes. Como director estoy interesado en empezar a explorar e investigar otros géneros.
- ¿Vas contra el encasillamiento?
No, se fue dando así mi camino. Me gusta la comedia y se me da naturalmente, entonces tampoco lucho contra eso.
- ¿Tenés una película de tu infancia que te haya marcado?
La primera película que me marcó fue La máscara, que me enloqueció, al descubrir a Jim Carrey me volví muy fan de él. Un poco por eso comencé a actuar, sobre todo por la posibilidad de que un actor haga todo eso y tuviese esas capacidades, como si fuera un dibujo animado.
- Jim Carrey fue tu faro en la actuación
Un poco sí, y lo gracioso es que después mi carrera como actor no tiene nada que ver con esa búsqueda de expresividad; pero un poco en El Método Tangalanga se cuenta una historia muy parecida a La máscara: un hombre tímido que a través de una máscara logra ser muy extrovertido. Eso me emocionó mucho durante el rodaje, la idea de hacer algo parecido al germen de por qué empecé a actuar.
- Si no estuvieses en la industria del cine y el entretenimiento, ¿a qué te dedicarías?
Me gustaría ser humorista gráfico.
- ¿Dibujás?, ¿quiénes son tus referentes?
Sí, dibujo. Me gusta mucho el cómic independiente yanqui, como los trabajos de Daniel Clowes o Robert Crumb. De los nacionales, hay un montón que son increíbles, tenemos una tradición muy buena de dibujantes en Argentina.
El método Tangalanga. Nuestra opinión: Excelente.
Dirección: Mateo Bendesky.
Elenco: Martín Piroyansky, Julieta Zylberberg, Alan Sabbagh, Rafael Ferro, la participación especial de Luis Machín, Luis Rubio, Lucía Maciel, Antonella Saldicco, y la actuación estelar de Silvio Soldán.
Estreno en salas de cine el jueves 19 de enero.