La cruenta batalla legal entre Johnny Depp y Amber Heard tras su divorcio, con acusaciones cruzadas de malos tratos, sigue dejándose notar en la carrera cinematográfica de ambos intérpretes. A nivel profesional, este conflicto condicionó laboralmente de forma decisiva especialmente al actor de 58 años, que fue expulsado de las dos grandes sagas en las que participaba, Piratas del Caribe y Animales Fantásticos, y que ahora denunció el "boicot" en el estreno de su nueva película
En una reciente entrevista concedida a The Sunday Times, Depp denunció que los estudios de Hollywood, en concreto Metro Goldwyn Mayer, estaría poniendo trabas e intetando boicotear el estreon de su última película, El fotógrafo de Minamata. Se trata de una cinta dirigida por Andrew Levitas en la que Johnny Depp da vida a Eugene Smith, el fotoperiodista que documentó y denunció a comienzos de los setenta la dramática situación que vivía el pueblo japonés que da nombre a la película. Con su trabajo, el mundo entero conoció cómo la actividad industrial descontrolada estaba haciendo padecer a los habitantes de esta localidad que, envenenados con mercurio, sufrían severas enfermedades, entre ellas malformaciones y tumores.
"Miramos a aquella gente a los ojos y le prometimos que no íbamos a aprovecharnos de ellos, que la película sería respetuosa", afirmó el actor en una entrevista concedida a The Times, en la que continuó explicando: "Creo que cumplimos nuestra parte del trato, pero quienes han venido después también deberían hacerlo".
Aunque la cinta ya fue distribuida en Europa, aún no llegó a las salas norteamericanas ni existe una fecha prevista para ello. "Algunas películas tocan a la gente y esta afecta a los habitantes de Minamata y a quienes han vivido algo parecido. Además, ¿Por qué Hollywood quiere boicotearme? ¿A un tipo, un actor que ha pasado por una situación compleja y desagradable durante los últimos años?", sentenció el intérprete que calificó los últimos años de su vida como "absurdos" y "surrealistas".
A comienzos de este mes, el actor ganó una demanda en la que se demostró que Heard había incumplido parte del acuerdo de divorcio, ya que no había donado a obras benéficas los 7 millones de dólares a los que la actriz se había comprometido mediante dicho documento.