Este 12 de noviembre se celebra el 20 aniversario del estreno de La piedra filosofal, la primera película de la saga Harry Potter. Adaptación también de la primera novela de la serie literaria creada por J.K. Rowling. No hay mejor manera de disfrutar de esta efeméride que visitar aquellos lugares que trajeron la magia y el encanto de una de las franquicias más queridas por el público.
Estación de King Cross de Londres
¿Quién no recuerda el mítico andén 9 3/4 donde Harry Potter y el resto de estudiantes suben al Expreso de Hogwarts el 1 de septiembre, para asistir a la escuela?
Viaducto de Glenfinnan
Este emblemático viaducto se encuentra en Escocia y aparece en varias películas de Harry Potter. La curva, con sus 21 arcos, es inconfundible cuando el Expreso de Hogwarts recorre sus vías.
Mercado de Leadenhall
El Callejón Diagón de las películas de Harry Potter es en realidad un histórico mercado victoriano techado situado en el corazón de Londres lleno de bares, restaurantes y tiendas. En la película, los estudiantes de Hogwarts pueden encontrar aquí todo lo que necesitan para sus estudios.
Castillo de Alnwick
Si hay algo más característico de Harry Potter eso es Hogwarts. ¿A quién no le hubiera gustado estudiar aquí? El interior y exterior de este castillo del norte de Inglaterra, propiedad de una familia que vive en él, sirvieron como escenario de la famosa escuela de magos, sólo para las dos primeras películas de la saga. Actualmente ofrece visitas guiadas y actos inspirados en el universo Harry Potter como, por ejemplo, las 'clases de vuelo con escoba'.
Christ Church
¿Quién no se ha imaginado compartiendo cena con Hermione, Harry, Ron y los gemelos Weasley? El decorado del comedor de Hogwarts se inspiró en el majestuoso salón renacentista de este colegio universitario, situado en Oxford.
Puente de Milenio
El puente peatonal que cruza el Támesis apareció en la película Harry Potter y el misterio del príncipe y no tuvo un buen final, ya que fue destruido por un ataque de mortífagos.
The Elephant House
Dicen que la inspiración puede aparecer en cualquier sitio, y esta cafetería de Edimburgo fue donde J. K. Rowling escribió el primer libro de Harry Potter mientras tomaba tarta y café. Un lugar muy frecuentado por escritores y amantes de la lectura.