“Me gusta hacer películas más chiquitas y no mainstream porque ahí se respira cine puro, incluso en las relaciones entre las personas que están involucradas en los proyectos. Es un espacio donde puedo experimentar y eso me importa mucho. Cuando hago una película siempre pienso si la voy a pasar bien, no siempre me tiene que cerrar todo porque no planifico mi carrera de forma estratégica”, señaló Guillermo Pfening, que viene con años de trabajo intenso aquí y en el exterior con películas y series como Bahía Blanca, Planners y Bienvenidos al Edén, de Netflix, sobre su último trabajo como actor en la película Alma, de Juan Pablo Martínez, que cuenta la historia de una mujer sorda de nacimiento que tras la muerte de su madre debe luchar contra un mundo que no la comprende.
En diálogo con El Destape, Pfening habló de su vida personal, reflexionó sobre el oficio y adelantó producciones que lo verán nuevamente buceando en su historia familiar, como ya lo hizo en el documental Caíto, con su hermano como protagonista, en 2012.
¿Es difícil lograr un balance entre los trabajos que se hacen “para comer” y las que te permiten experimentar como actor?
- Sí, es difícil. Reconozco que hay actores que lo hacen mucho mejor que yo y que tienen una carrera más prolija. Si vos repasás mi carrera te encontrás con cosas que están buenas y tienen un gran nivel artístico y después hay otras que tienen algunas falencias, pero me mando porque quiero ayudar que tal director pueda hacer su película. No soy egocéntrico de mi carrera, me chupa un huevo lo que piensen, la verdad. Últimamente, por suerte y gracias a Dios, por trabajos que me salieron en Europa, no tuve la necesidad económica de tener que hacer cosas que quizás no hubiera hecho por elección propia.
¿Tenés películas de tu carrera que te hayan cambiado la vida?
- Hay dos películas que cambiaron mi vida y mi carrera: una es Nacido y criado, de Pablo Trapero, y la otra es, sin lugar a dudas, Nadie nos mira, de Julia Solomonoff. La de Julia fue una experiencia increíble, estuve 6 meses rodando en Nueva York y terminé muy sorprendido porque vi una cara de la ciudad que no es la que usualmente se promociona. Trabajé en un bar, salí a la noche casi sin dinero y me metí de lleno en el mundo de ese personaje, fue una película bastante guerrillera y aprendí que Nueva York es un lugar durísimo para vivir. A nadie le interesa quién sos, tu vida y tus problemas; la mayoría de las personas están en un estado de total desconexión con los otros y solo les importa el dinero.
En Alma, tu película más reciente, la protagonista lucha contra la desconexión con quienes la rodean y no la comprenden. ¿Estuviste en alguna situación parecida, de querer decir algo y no poder?
- Muchas veces. Me crié en una ciudad chica de Córdoba, Marcos Juárez, hace 30 años atrás y viví cosas que hoy ya no suceden tanto porque los tiempos cambiaron. Yo soy gay y cuando era más chico todo eso me costaba un montón porque no sabía muy bien qué era lo que me pasaba y el entorno -una familia de hombres- tampoco me ayudaba. Cuando vine a Buenos Aires todo cambió.
Más allá de eso hay momentos donde me siento un bicho raro. De hecho, me encontré pensando si no seré autista, porque me cuestan las conversaciones con muchas personas, siento que no encajo en algunas cosas y trato de no ir a reuniones sociales.
¿Te importa la mirada ajena?
- Ahora no estoy muy pendiente de eso aunque hubo un tiempo que lo estuve. Cuando pude liberarme de esa carga, empecé a pasarla mejor. Lo único que me importa ahora es ser una buena persona y no hacerle mal a nadie.
¿Siempre tuviste en claro que eras gay?
- Siempre hubo cosas no muy claras en mi temprana edad mientras vivía en Marcos Juárez, como curtir con determinados pibes, pero una vez que llegué a Buenos Aires hubo toda una revolución en mí, en la cual entraba y salía mientras trataba de entenderla. Creo que inconscientemente lo sabía desde mi niñez pero recién pude asentarlo cuando me enamoré de un pibe a los 20 años. Fue todo un proceso, inclusive en la forma de contárselo a mi familia y afectos, salir de una estructura patriarcal en la que fui criado.
¿Tu familia recibió bien la noticia?
- Mi papá sí, a mis hermanos les costó más. No se lo imaginaban porque en Marcos Juárez siempre tuve novias, algo que no era imposición porque en ese entonces me gustaba relacionarme con chicas y quería tener sexo. Nunca viví con represión sexual mis elecciones y recomiendo que nadie lo haga, porque a la larga terminás enfermando por la angustia de no ser auténtico.
La realidad es que siempre viví con total naturalidad ser gay y aunque entiendo, por un lado, que es importante decirlo porque el orgullo es una militancia y algo político -además de que quizás a alguien pueda servirle que lo diga- nunca pude entrar del todo en el mundo gay porque hay algunas cosas con las que no me siento identificado.
¿Estás en pareja?
- Sí, 7 años ya. Lo conocí en Argentina y estoy muy enamorado.
¿En qué momento de tu vida quisiste ser papá?
- Es un deseo que siempre estuvo pero que al principio no traspasaba la frontera de la fantasía en las charlas con la mamá de mi hija. Ella quería ser mamá y, un día mientras hacía mi película Caito hablamos bastante, estábamos pasando diferentes procesos, y decidimos animamos a la copaternidad. Lo hicimos hace 8 años, cuando en los medios ni siquiera se hablaba de copaternidad y tampoco había información disponible.
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Que vértigo.
- Sí. Lo hicimos de una manera bastante inconsciente porque si lo pensábamos y nos dejábamos llevar por el entorno dábamos marcha atrás. En ese momento eran muy pocas las personas que yo conocía que se habían animado a dar ese paso. Hoy lo veo en retrospectiva y no me arrepiento de nada de lo que hice, soy un papá muy feliz.
En la pandemia salió un teaser de una película con Cecilia Roth, Alicia, sobre tu mamá. ¿En qué fase está la producción?
- Estamos afianzando la financiación, está un poco difícil encontrar productores que se arriesguen a un proyecto particular porque pareciera que hoy todo corre por el lado de las comedias románticas, pero la idea es empezar a filmar en marzo o abril del año que viene con Cecilia a la cabeza del proyecto. La película cuenta la historia de una mujer médica adicta a la cirugías estéticas y la relación con su hijo, y se divide en dos partes: una primera situada al principio de los 2000 en todo su proceso de adicción y cómo eso influye en la relación con su hijo, que trata de lidiar con las decisiones de su mamá y las deformaciones estéticas que empieza a sufrir su rostro; y en paralelo la historia de ese hijo viajando con Cecilia Roth actriz al pueblo de su madre para esparcir sus cenizas. En todo ese trayecto, la actriz empieza a averiguar quién es Alicia, el personaje que interpreta en el pasado. Es una película compleja, con sus vericuetos.
¿Estás preparándote para algún estreno?
- Hice una película con Lucía Puenzo que se llama Impactados y va sobre un grupo de personas que luego de ser impactadas por rayos se vuelven adictos a la electricidad. Parece que la película quedó buenísima y ya hay muchos festivales interesados en ella, aunque mucho no puedo decir. Es mi tercer proyecto junto a Lucía, después de la película Wakolda y la serie Cromo, y estoy con entusiasmado por saber cuál va a ser la recepción de la historia.
¿Hay personas adictas a la electricidad en la vida real?
- Existen. Hay gente que luego de sobrevivir al impacto de un rayo, y quedar con cicatrices denominadas como la marca de Lichtenberg, quedan adictos a la electricidad y a meter el dedo en los enchufes. También hay médicos que son adictos a la electricidad y usan el electroshock para cosas neuromusculares. Hemos conocido algunos casos…¡hay todo un mundo entre las personas a las que les gusta la electricidad! (risas)
Próximas funciones de Alma en agosto
- Cine Gaumont (CABA) Del jueves 10 al miércoles 16 - 12:40 horas.
- Cine y Teatro Pico (General Pico - La Pampa) Sábado 12, lunes 14 y martes 15 - 19:30 horas.
- Espacio INCAA Tres Lomas (Tres Lomas - Provincia de Buenos Aires) Viernes 11 y sábado 12 - 20 horas.
- Centro Cultural Municipal (Tapalqué - Provincia de Buenos Aires) Jueves 10 al lunes 14 - 19 horas.