Netflix funciona como una caja pandora llena de sorpresas. Algunas, como la eliminación de películas de su catálogo, no son gratas ya que generan disgusto en cientos de espectadores. ¿Por qué la plataforma de streaming elimina producciones sin antes consultar a sus abonados? Las razones de la compañía son varias y de acuerdo a un protocolo de la empresa. ¿A qué se debe esto?
Para arrancar, Netflix ofrece un servicio de streaming totalmente legal, por lo que para tener series y películas debe pagar a las empresas que las produjeron. Cada contrato que Netflix realiza con las productoras tiene un vencimiento. Existe la posibilidad de no renovar el contrato de cada serie o película. Si no lo renovase y el contenido siguiera en la plataforma, sufriría una penalización legal.
Esto no suceda en la infinidad de sitios piratas de la web, donde miles de títulos se ofrecen gratis para ver o descargar. El hecho de no regirse por contratos hace que en estas páginas abunden las películas disponibles, cosa que no sucede en el campo de las plataformas legales. Y una de las trabas que tanto Netflix como otros servicios padecen son los precios de los contratos, que se elevan de acuerdo a la película en cuestión o a la cantidad de reproducciones que tuvo en un mes, en la plataforma.
Además, la idea troncal de los servicios de cine y series como Netflix, HBO, Amazon Prime Video y demás, es poco a poco eliminar el contenido que no sea propio y dejar todo el que sí. ¿A qué se debe esto? Nuevamente, a los dineros de las licencias que no les pertenecen. Esto no sucede con las producciones originales, ya que se salen más barato y no provocan grandes pérdidas de capital.