La película Llamarada, de Alejandra Almirón, se estrena dentro de la sección Competencia Argentina del Festival Internacional de Cine Documental de Buenos Aires (Fidba) y estará disponible online de forma gratuita hasta el próximo lunes. El filme explora una temática de actualidad que enoja a los argentinos: los cortes de luz.
¿Qué pasaría si una tormenta solar similar a la que se produjo en 1859, llamada el evento Carrington, sucediera en nuestro mundo actual, tan dependiente de la tecnología? Con este interrogante, Llamarada propone un viaje personal y cinematográfico, introspectivo y catártico, de una montajista de cine que sufre cortes de luz en Buenos Aires y que se adentra en una distopía futurible y cercana.
En su búsqueda descubre otros personajes afectados por el tema y viaja por Argentina, España, Países Bajos y Noruega. La película podrá verse gratis online hasta el lunes a las 20 y también tendrá su estreno en cines europeos en el marco del Tromsø International Film Festival, que se desarrollará del 17 al 23 de enero en Noruega.
Luego de El tiempo y la sangre (2004) y Equipo verde (2013), el tercer filme como directora de Almirón, con trayectoria dentro del montaje, pasó por el WIP del Festival de Málaga y ganó el fondo noruego del Nordnorsk Filmsenter. El documental se basa en la experiencia de la directora, quien vivió en carne propia una serie de apagones eléctricos en su casa del barrio porteño de Almagro y, a partir de allí, comenzó a reflexionar y se encontró la temática de las tormentas solares.
El documental en palabras de la directora
"Llegué a la data inquietante de la existencia de un fenómeno natural que podría llevarnos a la Edad Media en cuestión de horas: las temibles Tormentas Solares. Mi objetivo es transmitir mis reflexiones a través de un ensayo documental en primera persona", explicó Almirón en un comunicado difundido a la prensa.
Y graficó cuál fue el marco que la llevó a interesarse por el tema: "Vivo y trabajo como editora y realizadora en el barrio de Almagro, de la ciudad de Buenos Aires. Desde el 2010 comencé a tener cortes de luz, que se fueron sistematizando y agravando. Esta situación me provocaba perjuicios laborales y el mecanismo para transitar estos cortes energéticos, como preparar una mochila de emergencia y buscar refugio porque mi departamento y oficina se quedaban sin agua y sin ascensor, me llevó a reflexionar acerca de la electrodependencia excesiva que tenemos los habitantes de una ciudad".