Netflix sorprendió a sus suscriptores con el estreno de Godzilla: Minus One, una película japonesa sobre la popular bestia que conquistó Hollywood. Aunque la cinta que llegó a la plataforma el pasado 1 de junio pasó desapercibida para muchos cinéfilos argentinos -ya que tuvo un estreno en un puñado de salas seleccionadas- esta es una buena oportunidad para disfrutar una aventura que cada día suma más adeptos y que conquistó a la crítica, al punto de llegar a los premios Oscars.
En su película número 37, el imponente Kaiju, uno de los monstruos más famosos de la historia del cine no vuelve como defensor de los humanos. Ambientada en el Japón posterior a la Segunda Guerra Mundial, la cinta sigue la historia de Kichi Shikishima, un piloto que sufre de trastorno de estrés postraumático tras encontrarse con Godzilla. Mientras Godzilla muta producto de las pruebas nucleares de los Estados Unidos, el gobierno japonés implementa una estrategia para derrotarlo. De hecho, el primer vistazo que se conoció de la película muestra una de las escenas de acción más intensas con el Kaiju con apariencia de dinosaurio persiguiendo un barco de la Marina japonesa.
Hay que señalar que el filme, ambientado después de la Segunda Guerra Mundial, no pertenece al Monsterverse y tampoco a la saga Shin Gozdilla, sino que es una franquicia nueva que podría tener secuelas en los próximos años. La película logró una recaudación mundial de 115,8 millones de dólares, convirtiéndose en la cinta más taquillera del monstruo japonés.
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La conexión de Godzilla: Minus One y La Princesa Mononoke, de Hayao Miyazaki
Tras su estreno, la producción japonesa Godzilla: Minus One se convirtió en un auténtico fenómeno internacional y la secuela podría suceder dado que, sorprendentemente, hay una inesperada conexión con La Princesa Mononoke, la aclamada película de Studio Ghibli dirigida por Hayao Miyazaki
Al final de Godzilla: Minus One, los protagonistas consiguen derrotar al kaiju, que se descompone. Sus trozos caen al fondo del mar y los japoneses por fin pueden celebrar la paz. Sin embargo, los trozos del cuerpo del animal poco a poco comienzan a regenerarse, lo que provocaría una segunda acometida en la hipotética secuela. El director Takastu Yamazaki explicó que, en realidad, todo está conectado con la cinta de Ghibli.
"Godzilla es a la vez un monstruo y un dios. Godzilla es el Tatari-gami que aparece en La Princesa Mononoke", explica en una entrevista concedida a Mono. El Tatari-gami al que se refiere es una criatura que sirve de manifestación de la energía negativa que causa catástrofes y pone maldiciones. "Si realmente lo piensas, ¿no es extraño que esa cosa que despierta por los ataques nucleares de Estados Unidos vaya a atacar Japón? Sin embargo, si lo consideras como el Tatari-gami, tiene sentido. Es una historia sobre todos trabajando juntos para sofocar un ataque de Tatari-gami", continúa el cineasta.
En el filme de Miyazaki, el Tatari-gami maldice al príncipe Ashitaka y a su pueblo. Esto le deja una marca que debe de intentar curar en su aventura en la película Godzilla nació como resultado de un ataque nuclear estadounidense y, sin embargo, fue creado en Japón. "¿No es increíblemente absurdo que esto suceda? Sin embargo, creo que los japoneses sienten que deben aceptarlo y considerarlo una maldición", sugiere el director. Dada esta conexión entre ambas películas, el director quiso dejar una pista oculta que podría llevar a la secuela.
Con información de Europa Press.