Después de interpretar a la reina Isabel en la temporada 3 y 4 de The Crown (Netflix), Olivia Colman siguió acumulando éxito tras éxito. A El padre -y su merecido premio a Mejor Actriz en los Oscars- le siguieron dos desafíos actorales que la tienen brillando nuevamente. ¿De qué tratan Lanscapers y The Lost Daughter, las dos maravillas recientes de una actriz que no para de sorprender?
Un crimen, una historia real y una mentira
Landscapers, serie de cuatro capítulos basada en hechos reales y protagonizada por Colman y David Thewlis (Harry Potter y el Prisionero de Azkaban, Fargo) cuenta la historia de Susan y Christopher Edwards, quienes mataron a los padres de ella, los enterraron en el jardín y mantuvieron oculto el crimen durante 15 años.
Ambos interpretan a Susan y Christopher Edwards, una pareja peculiar, obsesionados ambos con sus respectivas colecciones. Él, de recuerdos de guerra, ella de la era dorada de Hollywood. Se casaron en 1983 y dilapidaron todo su dinero en engordar esas colecciones, por lo que idearon un plan para conseguir financiación rápida y sin intereses: matar a los padres de ella. Los engaños calculados fueron sostenidos durante años hasta que la farsa finalmente tocó fondo y el castillo de naipes de la pareja empezó a desmoronarse.
Relato de una maternidad conflictuada
En su debut como directora y guionista, la actriz de Hollywood Maggie Gyllenhaal sorprende con The Lost Daughter, una historia brillante cuya trama densa se sumerge en la historia de una mujer y los demonios y conflictos no resueltos, del pasado, que la persiguen. "Durante unas tranquilas vacaciones en la playa, una mujer comienza a desarrollar una oscura obsesión con una joven madre que termina despertando recuerdos del pasado", reza la sinopsis con la que Netflix lanzó esta joya que rápidamente se convirtió en una de las favoritas para los Oscars.
Claro que las frases de la sinopsis dicen muy poco sobre la complexión de la ópera prima de Gyllenhaal, que quita el aliento y habla sobre la maternidad con un abordaje astuto y ambivalente, que puede ser emocional y a la vez inquietante. The Lost Daughter (acá a Latinoamérica llegó como La hija oscura podría llegar a traerle un segundo premio Oscar a Olivia Colman, más que merecido.