A los 30 años Margot Robbie goza de una carrera envidiable en Hollywood trabajando junto a respetados directores y en grandes producciones. Tras pasar por el modelaje, en 2013 Martin Scorsese la eligió para El lobo de Wall Street, con un rol que la catapultó al reconocimiento popular. Pero el camino hacia la gloria no le fue nada fácil y en una industria dominada por el machismo varonil, la actriz sufrió un calvario durante el rodaje de la película protagonizada por Leonardo Di Caprio.
“No sabía que se podía decir: ‘He sido acosada sexualmente’, sin que nadie te estuviese tocando”, reveló años después del éxito que llenó salas de cine en todo el mundo.
El lobo de Wall Street estuvo inspirada en el corredor de bolsa Jordan Belfort, que llevó adelante una de las estafas monetarias más grandes de Estados Unidos. Su capacidad para manipular el mercado y hacerse de grandes ganancias, el lavado de dinero y demás, hicieron que la Justicia pusiera los ojos en él. Después de pasar un tiempo en la cárcel, en 2008 salió en libertad, empezó a escribir un libro sobre su vida, y terminó autorizando la realización de la película de su historia. En ella Margot Robbie interpretó a Naomi Lapaglia, primero la amante del Belfort (Di Caprio) para luego convertirse en su esposa.
Durante el rodaje Margot tuvo que lidiar con desengaños, maltratos y violencia en escenas subidas de tono que fueron presenciadas por un equipo de 30 técnicos hombres. “No aparece cuando estás viendo la película, el público no lo ve, pero en realidad estamos en una habitación pequeña con 30 miembros del equipo técnico. Todos hombres. Durante 17 horas estuve fingiendo estar tocándome”, remarcó en una entrevista con la revista Porter, desatando un escándalo meses atrás que recientemente trajo a colación la actriz Keira Knightley al pedir mayores cuidados para las mujeres en la filmación de escenas sexuales.
“Es una cosa muy extraña, debes enterrar la vergüenza y lo que te parece absurdo… Fue realmente incómodo, profundo y completamente comprometido. Estoy al final de mi veintena, tengo estudios, tengo todo, he trabajado, tengo mi propia empresa. Y (sin embargo) no sabía lo que era eso, lo del acoso. Es de locos. No sabía que se podía decir: ‘He sido acosada sexualmente’ sin que nadie te estuviese tocando. Que podías decir: ‘Esto no está bien’. No tenía ni idea... Ahora sé lo que es porque a raíz de las escenas, he investigado en qué consiste el acoso sexual, cómo ser discriminada por tu trabajo o económicamente. Yo he caído en el machismo en algún momento de mi vida, ahora que lo pienso y que sé de qué trata”, remarcó Robbie.
Y sobre el instante en que tuvo que estar desnuda y simulando un acto sexual ante tantos hombres que la miraban fijo, relató parte de su ritual para poder hacerlo sin avergonzarse. “Esa mañana que fui a trabajar, que sabía que tenía que hacer ese escena, estaba temblando, asustada, todo el tiempo pensaba que no la iba a poder hacer. Cuando llegué, cuando me tocó hacerla, me tomé tres tragos de tequila y luego me quité la ropa y la hice. Estaba re bien. Realmente me ayudó a evitar que me temblaran las manos y me dio un pequeño impulso de confianza”, expuso en un artículo para New York Times evidenciando el trauma que le produjeron las pésimas condiciones del rodaje.