La crisis en el INCAA finalmente explotó esta semana cuando trabajadores del sector audiovisual salieron a pedir la renuncia del titular de la instituto Luis Puenzo, en una convocatoria que terminó con la represión de la Policía de la Ciudad y con la irrupción de Tristán Bauer, el ministro de Cultura de la Nación, en el campo de juego para evitar una escalada mayor. Tras una jornada marcada por los rumores y una posición dura del presidente del ente público y cineasta ganador del Óscar por La Historia Oficial (1985), su salida es un hecho, que se concretará en las próximas horas. Menos claro es quién lo reemplazará.
Fuentes del gobierno informaron a El Destape que la decisión está tomada y ya se inició el proceso administrativo: la salida de Puenzo es inminente. Sin embargo, aún no se sabe cuándo se hará el anuncio oficial y quién lo reemplazará en el cargo.
Aunque el rumor más fuerte apunta a que el actual número dos del INCAA y egresado de la ENERC, Nicolás Batlle, sería el favorito del gobierno, también circularon los nombres de la productora Vanesa Ragone (El secreto de sus ojos, Carmel, ¿Quién mató a María Marta?), actual presidenta de la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica, y de Lucrecia Cardoso, expresidenta del Instituto y actual secretaria de Desarrollo Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación.
"Voy a trabajar para seguir sosteniendo los impuestos específicos en el INCAA, desde el lugar que me toca. Hay que ordenar y resolver para que en el Instituto vuelvan las certezas y sea lo que siempre fue: un motor de desarrollo de la industria cinematográfica y televisiva", precisó Cardoso en diálogo con El Destape y descartó la posibilidad de que sea ella la elegida. Del otro lado, Ragone confirmó a Infobae que no recibió ningún llamado y que se encuentra trabajando en proyectos de producción.
Una jornada marcada por los rumores y la tensión
Por la mañana -y un día después del estallido en el INCAA- Puenzo rompió el silencio con una ronda de entrevistas, en las que arrojó fuertes definiciones, defendió su gestión y repudió el ataque de la Policía de la Ciudad. "Si me tengo que ir, me iré. No me pidieron la renuncia (...) No evité aplicar asignaciones específicas ni subsidios; hemos hablado muchas veces con el colectivo de actores, este reclamo no arrancó ahora, es de larga data", precisó el cineasta en diálogo con Víctor Hugo Morales (AM 750). Fuentes cercanas al gobierno aseguraron a El Destape que, en contracara con esta versión, el cineasta no habría respondido los llamados de Bauer hasta pasadas las 22 horas de ayer lunes.
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Además, Puenzo había sostenido que si le pedían la renuncia, el gobierno "se tiraría un tiro en el pie" y se había mostrado crítico ante la posibilidad de que sea Bauer quien pida su salida en la reunión que mantendrían apenas horas después: “En realidad no correspondería. Sí me la puede pedir de parte del presidente del país”.
Más tarde, el periodista Reynaldo Sietecase acorraló al cineasta con un "dato de pasillo" en el que le confirmaron desde Casa Rosada que el vicepresidente del Instituto, Batlle, ya estaría a cargo del INCAA. “Si me dan por renunciado, no están cumpliendo la ley”, remarcó Puenzo, enterándose en vivo de su supuesto desplazamiento.
Horas después, Puenzo se reunió con el ministro Bauer -quien ayer lunes se apersonó en la protesta para detener la represión- durante varias horas. El encuentro terminó con la certeza de la salida del titular del INCAA, como reclamaban referentes y un sector del campo audiovisual, que sostiene que la caducidad del fondo de fomento cinematográfico pone en peligro al cine independiente.