Cocaína, amor cinéfilo y un embarazo de otro: cómo fue el turbulento matrimonio de Isabella Rosellini y Martin Scorsese

Se conocieron cuando ella trabajaba como periodista y lo entrevistó a él, un Scorsese debutante que todavía no había besado la gloria hollywoodense.

06 de octubre, 2021 | 20.23

Isabella Rosellini y Martin Scorsese se conocieron cuando ella lo entrevistó por una de sus primeras películas. Él, un debutante que aún no había besado la gloria hollywoodense cayó rendido a sus pies. Y lo que vino a continuación fueron unos años tan turbulentos como definitivos en una relación marcada por el cine y el desenfreno.  El 29 de septiembre de 1979 se casaron y su relación fue tan discreta que hasta hoy permanece casi en el olvido.

El inicio de su romance se produjo cuando Rosellini -que ejercía como periodista- entrevistó a Scorsese por The Last Waltz, el documental sobre  el último concierto del grupo The Band, para el que habían congregado a estrellas como Bob Dylan, Eric Clapton o Joni Mitchell. “Siempre quería ver las películas o leer sus libros del sujeto de la entrevista antes de hacerla, pero de alguna manera no pude ver The Last Waltz antes de tener que entrevistar a Marty. Acudí al encuentro y le dije la verdad: 'Ha habido un lío y voy a ver la película mañana, aunque tengo la entrevista hoy'. Y él dijo: 'Oh, ¿quieres verla esta noche?'. Así que hicimos la entrevista y luego fuimos a una proyección. Él es un gran cinéfilo, por lo que decía: 'Hice el movimiento de la cámara de esa manera por John Ford'. Entonces veía mis ojos vidriosos y decía: '¿No has visto esa película de John Ford? Tienes que ver esa película de John Ford. Haré una proyección por ti. Ven a verla'. Así es como empezamos. Creo que le gusté”, contó Rosellini en una entrevista con Vulture.

Sobre su carrera en el periodismo, la actriz de Death Becomes Her y Blue Velvet reconoció: “En realidad, no era un periodista-periodista. Vine a Estados Unidos y no sabía muy bien inglés, así que tomé algunos cursos para aprender y finalmente me contrató un periodista italiano. Se llamaba Gianni Minà y necesitaba un asistente para sus segmentos en América porque no hablaba nada de inglés. Trabajé para él durante tres años. Cubrí todas las peleas de Muhammad Ali. Fue el mejor trabajo que pude hacer. Aprendí a resolver problemas, a investigar".

Flechazo cinéfilo atravesado por una adicción cocainómana

En 1978, cuando se conocieron, Isabella Rossellini era una figura ícono de su país natal, Italia. Pero, sobre todo, era la hija de dos mitos del cine, Roberto Rossellini e Ingrid Bergman, algo que el cinéfilo Scorsese no podía obviar en ningún momento. “Años después me dijo que, cuando nos conocimos, ¡era muy importante para él pensar que tenía una relación con la hija de Roberto Rossellini!”, contó ella en declaraciones a la prensa.

Para ese momento, Scorsese lidiaba una batalla bastante desigual con las drogas. “En aquella época era lo bastante joven como para pensar todavía que no podía morir. Eso fue entre los años 77 y 78: frecuenté a mucha gente de cine en el mundo y en Hollywood. La droga circulaba, estaba por todas partes. (...) Llegué a un punto en que de cada siete días, cuatro los pasaba en la cama, enfermo, a causa de mi asma, de la coca, de las pastillas. ¡Cuatro de cada siete días!”, remarcó el director de The Irishman, Pandillas de Nueva York y Cape Fear, entre otras.

Además, cuando terminó El último vals, sintió que era una buena película, pero que no era suya del todo. Pertenecía más a The Band, a Dylan, a Van Morrison o cualquiera de los músicos que aparecían en ella, lo que le hizo sentir frustrado. “Comprendí que había un problema, que había una especie de vacío dentro de mí. ¡Y me drogué aún más! Luego, toqué fondo, me hundí. Fue entonces cuando conocí a Isabella Rossellini. Intenté recuperarme, pero ya era demasiado tarde. Mi cuerpo estaba descuidado, pesaba 49 kilos y ahora peso 70. No lograba recobrarme ni física ni psicológicamente”, remarcó.

El día que Scorsese tocó fondo y el embarazo que provocó la ruptura del matrimonio

La adicción a las drogas de Martin Scorsese tocó fondo en septiembre de 1978 durante el festival de Telluride, un episodio que pudo haber terminado en tragedia. "No conseguí ver hasta el final una película soberbia de Wim Wenders. Wim estaba allí. Tuve que decírselo. No conseguía aguantar en la sala de proyección. Mi cuerpo ya no funcionaba. No sabía qué me sucedía. Estaba a punto de morir, tenía una hemorragia interna pero no lo sabía. Mis ojos sangraban, mis manos, todo. Escupía sangre”, señalaría más tarde en declaraciones a la prensa. En presencia de Isabella, perdió el conocimiento y casi la vida por culpa de una sobredosis de cocaína combinada con medicamentos auto recetados para aliviar el dolor y su medicación habitual contra el asma.

“Para mí, fue una pesadilla. Volví a Nueva York, me metí en la cama y me encontré en urgencias del Hospital. Un médico se ocupó de mí durante diez días”,siguió el actor que dejó de consumir tras casi perder la vida. El hecho que lo salvó fue encontrar en su amigo Robert de Niro un nuevo proyecto a desarrollar: la mítica Toro Salvaje. En paralelo, la carrera de Isabella Rosellini crecía de manera exponencial y eso la llevó a tener problemas con Martin, quien era una persona muy posesiva.

En su autobiografía, confesó: “Le gustaba que fuera periodista porque no viajaba. Él era italiano. Aunque desean que trabajes, también desean que te quedes en casa. A él no le emocionó que le dijera que me iba a Praga durante tres meses”. Haciendo caso omiso a los reproches y celos del cineasta -quien deseaba para la actriz una vida de ama de casa- Isabella comenzó una fructífera carrera como modelo. “Mi primera portada de Vogue salió mientras estaba casada con Martin. Martin rehusó salir durante todo aquel mes, marzo del 82. '¿Cómo puedes pensar que estaré contento de ver a la gente, desconocidos, mirando con lujuria y deseo tu foto colgada en todos los kioskos de la calle?', me preguntó. Encontré su reacción absolutamente encantadora”, indicó, en una entrevista a Time. Pocos meses después de la publicación de ese artículo, Isabella quedaría embarazada de otro hombre.

Transcurría el '82, estaba casada con Scorsese y habiendo firmado un contrato millonario con la conservadora casa de cosméticos Lancôme (que incluía una claúsula de moralidad) que la convirtió en una de las modelos mejor pagadas del mundo, quedó embarazada del también modelo Jonathan Wiedemann. Lo que vino después fue el inicio del fin de su matrimonio. "Martin estaba herido no porque hubiese tenido una aventura –habíamos roto mucho antes– sino porque había roto mi promesa basada en nuestra amistad de que permaneceríamos casados para siempre para protegerle a él de posibles matrimonios. Yo ya había sido su tercero”, recordó Isabella Rosellini en su autobiografía.

Relaciones fallidas y caminos bifurcados

Divorciado, Scorse contrajo matrimonio 2 veces más. La quinta y hasta el momento última esposa de Scorsese es Helen Schermerhorn Morris, con la que ha tenido a su hija Francesca. Del lado de Isabella, su matrimonio con Wiedemann terminó en divorcio en el '86, coincidiendo con la aparición en su vida del legendario David Lynch. El resultado del encuentro que mutó en relación amorosa se tradujo en la aplaudida y perturbadora Blue Velvet.

Claro que la relación amorosa entre Rosellini y Lynch no terminó de la mejor forma dado que el cineasta ya estaba casado con su segunda esposa, hermana de su mejor amigo Jack y colaboradora habitual de sus películas, Mary Fisk. “Intentamos solucionarlo: David pasó las navidades conmigo y Año Nuevo con Isabella. Teníamos una relación abierta y le dije a David que podíamos seguir casados y vivir libremente. Pero no pude”, confesó Rosellini.

“Cuando David me dejó me rompió del todo el corazón. Incluso me sorprendió lo mucho que me deprimí. Intenté encontrar algo positivo en ello porque siempre hay una luz en cada situación, pero la única cosa positiva que se me ocurrió es que seguramente a Martin le gustaría saberlo. No porque Martin tuviese nostalgia de mí, en absoluto, pero ya sabes… solo ese extraño sentido de posesión que perdura incluso tras el divorcio… 'Martin, David me ha dejado', le dije por teléfono. 'Lo sabía', contestó para mi completa sorpresa", escribió Rosellini en sus memorias, dando a conocer que fue Scorsese la primera persona a quien recurrió tras su ruptura con Lynch.

Sorprendida por las palabras del director le consultó por qué lo sabía, a lo que Scorsese le contestó: “Lo supe cuando los vi a David y a ti en las noticias, en el festival de Cannes. Cuando David ganó la Palma de Oro por Corazón salvaje, te besó en los labios delante de la prensa”. “¿Y qué?”, preguntó Isabella, que pensaba que “David finalmente se había relajado y creía que al final, después de tantos años, podríamos ser una pareja de forma oficial”. Scorsese le contestó: “Bueno, siempre habéis sido muy discretos con vuestra relación, incluso cuando todo el mundo sabía que estabais juntos. No ha habido fotos, ninguna declaración. Si David eligió mostrar su amor por ti delante de la prensa después de estar cinco años juntos, obviamente tenía algo que ocultar”.

Pasaron décadas y hoy Isabella vive en una granja en Long Island donde dedica su tiempo a su amor por los animales. Sigue publicando libros y embarcándose en proyectos profesionales que van desde papeles en películas y series. En una entrevista con Ima Sanchís en La Vanguardia, habló sobre su buena relación con sus ex, de Lynch a Jonathan, con el que pasa las Navidades por el bien de sus hijos. Y sobre Martin, confesaría: “nos vemos menos, pero somos amigos. Cuando le envío mensajes, firmo como: “Tu esposa mejor divorciada”.