Cambia de Tribunal el destino del legado literario de Borges

11 de abril, 2023 | 17.43

El destino del legado literario de Jorge Luis Borges, así como de la herencia patrimonial general del autor de "El Aleph" -que va desde sus manuscritos, pasando por los derechos de autor, hasta viviendas particulares-, quedaría "por razones de conexidad" a cargo del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil número 11, el mismo que en 1986 se encargó de la sucesión de sus bienes en favor de María Kodama, su viuda y albacea, fallecida el 26 de marzo último.

La ansiedad mediática que envuelve el por ahora breve derrotero del legado Borges suma así un nuevo capítulo a la saga iniciada tras la muerte de Kodama -traductora, docente y escritora-, quien durante los últimos 37 años custodió la obra del autor de "Historia universal de la infamia" con gran vitalidad y a fuerza de litigios legales que le forjaron numerosas críticas, a la par del reconocimiento como gran divulgadora del trabajo del escritor, 38 años mayor que ella, al que conoció en los años 70 y con quien se casó dos meses antes de su muerte, en 1986, convirtiéndose mediante testamento en su heredera.

La saga siguió ocho días después con un primer golpe de efecto ejecutado por quien fuera el abogado de la fallecida viuda, Fernando Soto, anunciando que no había testamento ni herederos conocidos y que iniciaría una causa por "herencia vacante"; coronada un día después por la presentación judicial de cinco sobrinos de Kodama reclamando la herencia.

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Tras lo cual llegó un debate público entre figuras de la cultura nacional -mediante redes y artículos periodísticos- respecto de si es el Estado quien debe guardar ese legado, o al menos velar por él para su correcta conservación y divulgación, ofreciendo apoyo a sus herederos particulares.

Fue el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil número 33 -depositario de la presentación realizada por los hermanos Mariana del Socorro, Martín Nicolás, Matías, María Belén y María Victoria Kodama demandando ser reconocidos como "únicos herederos" de los bienes muebles e inmuebles de Kodama-, el que por razones de "vinculación" y "economía de trámite" derivó el expediente al Juzgado 11 que dirige Alejandra Débora Abrevaya.

La dependencia a cargo de Horacio Liberti resolvió "acumular los presentes autos al sucesorio caratulados 'Borges, Jorge Luis s/Sucesión Testamentaria'", del expediente "217740/1986" y "remitir -virtualmente- la presente sucesión al Juzgado N° 11 del Fuero", se lee en el documento.

Una vez recibido el traspaso virtual del expediente es probable que el Juzgado 11 se pronuncie en los próximos días sobre si acepta o rechaza la "conexidad" que, en caso de no ser admitida, tendrá que resolverse mediante la Cámara Nacional en lo Civil.

"Como se dijo, razones de conexidad y economía de trámite avalan la acumulación de sucesorios en la hipótesis en que el punto de contacto de ambas sucesiones esté dado sólo porque se trata de los mismos bienes, habida cuenta de que lo más adecuado a la consecución de aquellos principios que informan la acumulación es que sea un mismo juez el que entienda en la división y liquidación de los bienes comunes a ambos procesos, cuando el grado de adelanto de los procedimientos lo permite, esto es, cuando aún no ha concluido el sucesorio sobre el que se pretende efectuar la acumulación", agrega el texto.

Una vez resuelto qué tribunal se hará cargo de la sucesión, resta llevar adelante los trámites de rigor para confirmar que quienes se presentan como herederos lo sean efectivamente y que no haya otros reclamando la herencia y ya zanjados esos pasos, avanzar en la declaratoria que transformará a los demandantes en herederos legales.

Quienes demandan ser los legítimos legatarios de la obra de Borges y legítimos sucesores del patrimonio que hasta ahora había administrado Kodama son los hijos de su hermano Jorge, ya fallecido, representados por María Victoria, en su carácter de abogada, quien ya tuvo conocimiento de esta nueva instancia judicial aunque sigue sin prestar declaraciones a la prensa.

La presentación de Soto, representante legal de Kodama por casi 20 años, afirmando que no había testamento cuando aún no se cumplía el llamado "novenario de llanto y luto", es decir, los primeros nueve días de luto en el que no puede pedírsele nada a los herederos, sorprendió a la prensa y sacudió la escena literaria local e internacional.

De esa manera Soto se presentaba como acreedor de la sucesión, legitimado por "honorarios pendientes" del famoso juicio de Kodama contra el escritor Pablo Katchadjián por su "Aleph engordado", iniciativa repudiada conjuntamente por la comunidad literaria, que contó entre quienes la cuestionaron a escritores como César Aira.

Kodama había manifestado años anteriores que tenía "todo resuelto" en torno al legado de Borges así como su desconfianza sobre las instituciones argentinas y la intención de que el legado fuera custodiado por alguna universidad extranjera. Las especulaciones llevaron a pensar que podría ser la de Tokio, Japón, donde se ha estudiado mucho su obra, o la de Harvard, donde ella compartió actividad con su marido.

Por eso la declaración de Soto sobre ausencia de testamento y herederos fue desconcertante y lanzó la polémica. ¿Quién debería velar por esos libros, manuscritos, objetos personales y ganancias por derechos de autor que caducan en 2056? ¿Se reclamaría nuevamente la repatriación de los restos del escritor enterrado en Suiza desde su muerte?

En tanto, escritores e intelectuales compartieron su estupor ante tamaña incongruencia entre la tarea de toda una vida y la actual situación, entre ellos Ezequiel Martínez, director general de la Fundación El Libro y albacea de la obra de su padre, el escritor Tomás Eloy Martínez; y la escritora Sylvia Iparraguirre, a cargo de la herencia literaria de su marido, el escritor Abelardo Castillo (1935-2017). Algunos hablando de patrimonio intangible de la nación, otros planteando una intermediación del Estado para el cuidado y difusión de la obra con los responsables legales particulares, por ejemplo, a través de la Biblioteca Nacional.

"Una cosa es quién será el propietario y recibirá los beneficios económicos que se generan; otra, quién ofrece garantías de cómo se manejará ese patrimonio y con qué conocimiento de obra, y lo tercero es quién llevará la gestión comercial de ese patrimonio literario (...) ¿Lo hará olvidando viejas rencillas? ¿Está capacitado para hacerlo?", dijo hace unos días al diario Página/12 Guillermo Shavelzon, agente literario de escritores como Martín Kohan, Federico Jeanmaire, Claudia Piñeiro y Eduardo Berti.

En lo inmediato, en Argentina el grupo editorial Penguin Random House, responsable de la publicación de la obra de Borges a través del sello Sudamericana, confirmó que "cumplirá con el plan de publicación", que ya cuenta, entre otros, con " los cuatro tomos que reúnen su obra completa", "los tres de textos recobrados" y "más de 25 títulos publicados" en volúmenes individuales y de bolsillo.

En la 47 edición de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Buenos Aires, que del 27 de abril al 15 de mayo se hará en La Rural, celebrarán los 100 años "Fervor de Buenos Aires" con la presentación "un volumen que reúne su primera poesía": "Fervor de Buenos Aires", de 1923, "Luna de enfrente", de 1925; y "Cuaderno de San Martín", de 1929.

Esta información fue confirmada por Ricardo Montes, quien estuvo también a cargo de la publicación de tres libros que tuvieron a Kodama como autora: "Homenaje a Borges", publicado en 2016 con una compilación de las conferencias que dio alrededor del mundo en torno a la figura del escritor y su obra; "Relatos", libro de cuentos lanzado en 2017; y "La divisa punzó", un recorrido histórico a través de fragmentos de obras clave referidos a Juan Manuel de Rosas, en coautoría con la abogada Claudia Farías Gómez.

El compromiso de Penguin incluye continuar con la publicación de la obra realizada por Borges en colaboración con Adolfo Bioy Casares (1940-1993), así como "concluir" con la edición de los títulos de la Biblioteca Jorge Luis Borges de Editorial Sudamericana, presentes todos en la obra completa.

Con información de Télam