Una obra de 1960 del artista francés Yves Klein, titulada “Anthropométrie de l'époque bleue”, se ofrece al mercado por primera vez en la historia y será uno de los principales puntos destacados de la subasta nocturna del siglo XX y XXI de la casa Christie's, que tendrá lugar el próximo 28 de junio en Londres, aunque aun no difundieron públicamente el valor estimado.
La pieza -que corresponde a un momento decisivo en el arte europeo de posguerra- es una combinación de ocho impresiones azules sólidas sobre un fondo azul brillante y moteado, única dentro de la obra del artista francés representante del movimiento neodadaísta y uno de los fundadores del Nuevo Realismo.
Esta obra representa un importante ejemplo temprano de la técnica pionera de Klein y ofrece un registro histórico de un proyecto artístico audaz: sellar con pintura el paso de lo material a lo inmaterial, informaron desde la subastadora en un comunicado.
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El cuadro se presentó por primera vez en 1964 en una exposición en Alemania y posteriormente se incluyó en la gran retrospectiva de Klein en el Centro Georges Pompidou de París, entre 2006 y 2007.
La obra, que anticipa la serie de las Cosmogonías, representa un importante ejemplo inicial de la recién descubierta técnica que Klein mostraría sólo unas semanas más tarde en su performance en la Galerie Internationale d'Art Contemporain de París.
La pieza “marca un punto de inflexión seminal en la carrera del artista. Había desarrollado el Azul Klein Internacional y buscaba formas de trascender el cuerpo y el ámbito físico. Lo encontró en su técnica pionera de performance. Es una obra de arte de importancia innovadora y el segundo cuadro más grande de Klein que se ofrece en una subasta”, dijo Alex Rotter, presidente del Departamento de Arte del Siglo XX y XXI de Christie's.
Según Katharine Arnold, responsable del Departamento de Arte de Posguerra de Christie's Europa, esta pieza “reunió los campos pioneros de la performance y la pintura de acción, resolviendo para Klein su búsqueda de eliminar la mano del artista al aplicar su característico pigmento IKB”.
Yves Klein sostenía que la mano del artista no debía interferir en la aplicación del IKB, a riesgo de “enturbiar su electrizante fuerza vital”. Al principio, el artista utilizaba un rodillo para crear sus monocromos azules. Más tarde, se le ocurrió la idea de utilizar esponjas, que absorbían el pigmento por sí mismas. Con el tiempo, Klein invitó a modelos vivos a acudir al estudio, tras llegar a la conclusión de que “la presencia espiritual de la carne humana le ayudaría a centrar su comunión con IKB”, explicaron.
La obra de Yves Klein podrá verse en exhibición en Zúrich del 10 al 12 de junio antes de ser expuesta en Londres del 22 al 28 de junio de 2022.
En abril pasado, una pieza “invisible” de Yves Klein superó el millón de dólares en una subasta: la obra en cuestión, “Zona de sensibilidad pictórica inmaterial”, era un recibo firmado por Klein en 1958 que había sido adquirido por el anticuario Jacques Kugel al artista el 7 de diciembre de 1959.
El recibo era la manera entonces del coleccionista de convertirse en propietario de una de estas obras invisibles de Klein, un ritual que consistía en quemar el recibo por el pago en oro por la “obra” frente a testigos elegidos por el artista mientras que el propio Klein arrojaba el oro recibido en el río Sena.
Con información de Télam
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