El Arco de la Paz de Milán, símbolo emblemático de la ciudad italiana, fue intervenido por un grupo activista ecologista, Última Generación, que ha seguido los pasos de otros como "Just Stop Oil" o "Rebelión científica" al recurrir a un monumento arquitectónico para plasmar su descontento en torno a la problemática ambiental.
Los integrantes de Última Generación, entre siete y diez según la prensa local, fueron detenidos por la policía luego de pintar de rosa el Arco de la Paz italiano. Aunque algunos de ellos se pegaron a la acera debajo del monumento, que quedó visiblemente pintado en su parte inferior, todos fueron arrestados.
El objetivo de esta intervención, además de protestar por la nula gestión en materia de cambio climático, era expresar el rechazo a la guerra entre Israel y Palestina, a la fabricación de armas y al apoyo a Israel del Gobierno italiano.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
"Producen armas que alimentan los conflictos bélicos", dijeron los activistas, según El Periódico. Asimismo, también señalaron que "siempre son los ricos y poderosos los que actúan en nuestro detrimento y llevan años agravando la crisis climática y el colapso social. Por eso es nuestro deber gritar y entrar en la resistencia civil".
Esta no es la primera manifestación de Última Generación. Durante el mes de octubre, otros miembros de este grupo llevaron a cabo otra acción de protesta bloqueando durante dos horas la autopista A4 -que une las ciudades de Turín y Milán- pegándose al asfalto para denunciar la gravedad de la crisis climática y protestar por la inacción política.
Con motivo de reivindicar el fin del uso de los combustibles fósiles, en mayo arrojaron un líquido negro en la Fontana di Trevi y en la fuente de los Cuatro Ríos en la Piazza Navona.
En este contexto, el Gobierno italiano aprobó un proyecto de ley que pretende castigar a los autores de dichos actos considerados "vandálicos" contra obras de arte, monumentos o patrimonio con multas de hasta 60.000 euros o sanciones penales.
Con información de Télam