Una escultura de Gaturro, el personaje creado por el dibujante Nik, fue vandalizada y debió ser retirada de su ubicación en el Paseo de la Historieta, en San Telmo, a sólo dos días de su inauguración, aunque no es la primera vez que sucede: la estatua del gato fue objeto de ataques en varias ocasiones desde su inauguración en el año 2013.
La noticia se viralizó rápidamente en las redes sociales, donde circularon las imágenes de la escultura del gato siendo trasladada por personal del Gobierno de la Ciudad, a dos días de estrenada, donde se la veía grafiteada, aporreada, con dibujos obscenos y rayada. Incluso, en el hueco de la obra alguno dejó un cartel con la leyenda "Rip Gaturro" y unas improvisadas velas.
Para peor, usuarios de redes sociales tomaron con sorna el hecho de que la nueva estatua -que había reemplazado a la atacada anteriormente- había sido presentada como portadora de "tecnología antivandálica" por su "pintura antiadherente y lavable", y una "cámara de seguridad interna", medidas que no alcanzaron para impedir que fuera dañada.
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El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires decidió retirar nuevamente el domingo la estatua inaugurada el viernes y vandalizada el sábado, como medida de protección y preservación, una noticia que se difundió rápidamente en las redes sociales, especialmente en Twitter, donde Gaturro se volvió tendencia.
La estatua del gato creado por el dibujante Cristian Dzwonik, popularmente conocido como Nik, fue inaugurada en el año 2013 y desde entonces -en su ubicación sobre Avenida Belgrano, en el cruce con Azopardo- fue objeto de ataques vandálicos en numerosas ocasiones. La última vez la habían retirado de su ubicación en febrero de este año.
La figura de Gaturro, otrora ubicada sobre la Plaza Perón, pertenece al llamado Paseo de la Historieta, una cadena de esculturas que arranca con Mafalda, en Chile y Defensa, y atraviesa el bajo porteño hasta el Museo del Humor. Allí aparecen varios clásicos del cómic nacional como Isidoro Cañones, Larguirucho, Don Fulgencio, Patoruzú, El Eternauta y Clemente.
Todas han sufrido en alguna momento algún tipo de vandalización pero ninguna ha sido tan atacada y en tantas oportunidades como la de Gaturro, que ahora fue llevada a un depósito para evaluar si la vuelven a instalarla o no, pese a que tan solo días atrás estuvo en el taller de los artistas Brian Bruhn y Raúl Piccolotto para su restauración y estreno en la vía pública.
Con información de Télam
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