Con la sensación casi atónita que dejan tres días de una multitud reunida en la capital chaqueña para pensar formas de acercar la lectura y escuchar literatura, concluyó la vigésimo séptima edición del Foro Internacional por el Fomento del Libro y la Lectura, el masivo encuentro literario y formativo del país, orientado a educadores y mediadores que organiza la Fundación Mempo Giardinelli desde el año 1996.
No bajan los 30 grados en Resistencia, ciudad que en agosto se colorea con sus lapachos en flor y con las esculturas que aparecen de forma inesperada por cualquier recoveco de la ciudad. En las afueras, a unos kilómetros del aeropuerto, un montón de mujeres, varones, de todas las edades, con bebés en brazos en algunos casos, matera sobre el hombro, cuaderno en mano, se anotan para ingresar al Centro de Convenciones Gala. Serán tres días dedicados a participar de este foro donde se sucederán plenarios temáticos por la tarde y talleres por la mañana en distintas sedes, y cuya asistencia les da reconocimiento y puntaje que certifican como formación.
Por otro lado, están los invitados, algunos amigos de la casa como la educadora y promotora cordobesa Graciela Bialet que casi todos los años ha participado del foro, y otros para quienes es la primera o segunda vez que llegan al país, como Angie Tongxin Fan, traductora literaria de China y radicada en México, y Rey Andújar, escritor dominicano, autor de la novela "Candela". También Samanta Schweblin vino de Berlín, Carolina Sanín de Colombia, Dolores Reyes de Buenos Aires; y autores y editores como María Fernanda Maquieira, Mario Méndez y Laura Leibiker, promotores, investigadores, comunicadores, o poetas, entre ellas, María Cristina Ramos y Liliana Ancalao.
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De Lima, Perú, la autora Micaela Chirif aterrizó en Chaco por primera vez y quedó impactada con la magnitud de lo que se encontraba: 2000 personas a la escucha atenta de libros y literatura. Visitó un jardín de infantes donde la recibieron con abrazos, flores y animales dibujados por los niños como los que ella hizo en sus libros ilustrados, compartió una ponencia sobre imaginarios para infancias en un mundo convulso y también leyó en voz alta fragmentos de sus textos durante las tertulias literarias, "el gran corazón de este foro", como lo llama su organizadora Natalia Porta López, a ese espacio íntimo y tenue que se realiza al cierre de cada jornada.
"Me resultó muy llamativo, impresionante. Intimida leer ante tanta gente, un mar interminable de personas. Después de tanto aislamiento es muy agradable encontrarse con todo esta gente que está en la misma sintonía que tu, pensando las mismas cosas, compartiendo", dice la ilustradora y escritora a Télam. Algo similar cuenta Angie Tongxin Fan que hace tiempo venía siendo invitada pero la osadía era compleja: "Tuvimos muchos problemas con el tiempo, los vuelos, la visa, la pandemia, pero esta vez ya sí que tenía que venir, y estoy realmente impresionada".
El escritor chaqueño Mempo Giardinelli no sólo es el impulsor del evento sino también su gran anfitrión y este año "la peste" -como llamó al cuadro de Covid- lo dejó sin poder inaugurar de manera presencial el foro y tuvo que hacerlo a través de un breve video que se emitió en las pantallas del gigante auditorio del Centro de Convenciones. Ya con el alta, con distancia y al aire libre, aprovechó las últimas horas del último día del Foro para reunir a sus invitados en la sede de la fundación que lleva su nombre y contarles un poco de su historia, de lo que hacen y de lo que construyeron: una enorme biblioteca de miles de volúmenes, que se compone a su vez de libros y bibliotecas donadas, como la de Samanta Schweblin. En este viaje a Chaco, la autora de "Distancia de rescate" se reencontró por primera vez con todos esos textos que dejó hace varios años cuando se fue a vivir a Berlín.
Cada escritor que pisa Resistencia sabe que no puede irse sin dejar un ejemplar de su texto en la sede de la fundación. Pero no sólo allí, también en las escuelas, ese nexo que el Foro activa al poner en relación a los autores con los alumnos y las alumnas a partir de distintas escuelas e institutos de formación de la ciudad y de las afueras, en el afán que tiene el evento de volver a colocar a la Argentina en el lugar de "faro educativo".
Niños, niñas, adolescentes esperaban a sus autores con carteles de bienvenidas, libros leídos, incluso meriendas y montones de preguntas: ¿De qué vive un escritor? ¿Cómo te inspirás? ¿Cuándo decidiste que querías ser escritora? ¿Te pagan por escribir?, además de muchas otras confesiones divertidas, como la un niño que le pidió a la autora de "Lu, Lucy, Lucia", Hinde Pomeraniec, una firma para que la mamá le creyera que en su escuela sí estuvo de visita una escritora.
Por la mañana, los miles de inscriptos participaban de talleres: mientras la editora, gestora y cantante Gabriela Comte compartía exploraciones de cruces de lenguajes, el investigador checo Daniel Nemrava hablaba sobre Kafka, con ejercicios para pensar al gran autor universal desde los relatos relatos de Borges y Cortázar. Así de heterogéneos fueron los tres días en la capital chaqueña, la ciudad testigo desde hace 27 años de que "leer abre los ojos", como promueven desde la fundación.
Con información de Télam
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