Con motivo del 50° aniversario del fallecimiento de Pablo Picasso, el Museo del Prado inauguró la exposición "Picasso, el Greco y el cubismo analítico", que explora la relación entre dos artistas con sensibilidades originales y muestra la influencia del pintor cretense en el desarrollo del cubismo analítico de Picasso.
Aunque la historia del arte ha considerado que la influencia del Greco se limita a la juventud de Picasso, la muestra plantea que fue más profunda y duradera de lo que se ha pensado, especialmente crucial para el desarrollo del cubismo en obras como "El aficionado" o "Acordeonista".
La exposición presenta doce obras y también incluye documentos testimoniales que destacan la relación vital y artística entre Picasso y el Museo del Prado, desde sus años como copista hasta su nombramiento como director.
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El Museo del Prado desempeñó un papel significativo en la formación y trayectoria de Picasso.
La muestra, patrocinada por la Fundación Amigos del Museo del Prado con la colaboración de la Comunidad de Madrid, se encuentra en la sala 9B del edificio Villanueva y que estará abierta hasta el 17 de septiembre.
La exposición forma parte de la "Celebración Picasso 1973-2023", un programa internacional que conmemora el cincuenta aniversario del fallecimiento del artista español que, respaldado por los gobiernos de Francia y España, incluye alrededor de cincuenta exposiciones y eventos que analizan la obra de Picasso desde una perspectiva historiográfica.
"Picasso, el Greco y el cubismo analítico" es una de las seis exposiciones temporales que se pueden visitar en el Prado, un número nunca antes alcanzado, y muestra en qué medida ambos artistas redefinieron el arte a través del volumen, el color, la composición, la perspectiva, el espacio y la luz.
Además, la muestra destaca el desafío de Picasso al dogma académico y a la tradición clásica.
La relación entre Picasso y el Greco comenzó a finales del siglo XIX, cuando Picasso era estudiante en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid.
Picasso pasaba más tiempo copiando a los grandes maestros en el Museo del Prado que en la propia academia.
En sus cartas y dibujos de aquella época, se puede ver su entusiasmo por el Greco y su deseo de ser inspirado por él.
Con información de Télam