Sofía López Mañán aborda la naturaleza como construcción social y científica

05 de julio, 2023 | 17.43

(Por Marina Sepúlveda) Con imágenes, videos e instalaciones que decantan de un largo recorrido de siete años en diálogo con filósofos, biólogos, narradores y científicos, la artista visual Sofía López Mañán desmantela la construcción humana de la naturaleza en su proyecto "El Libro de la Naturaleza" desafiando prejuicios y la romantización de la vida, al tiempo que habilita observar cómo se mira y construyen esas narrativas subjetivas del hombre en su proyección sobre lo otro.

Con curaduría de Fabiana Barrera, "El Libro de la Naturaleza. Caos y Antropoceno"

explora el modo en que se construye el concepto "Naturaleza" y podrá disfrutarse hasta el 10 de agosto en la Fotogalería del Centro Cultural Ricardo Rojas, dependiente de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA).

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

"López Mañán, la artista e investigadora de la Beca National Geographic y Beca Pulitzer, abre un nuevo universo de conocimiento deconstructivo sobre el humano y la naturaleza", plantea Barrera.

Se trata de "pensar el caos creador como una nueva estrategia para reconstruir al sujeto y el planeta en la era del Antropoceno", esgrime la también psicóloga y artista sobre la exposición que presenta una porción "ínfima" del proyecto de libro "El Libro de la Naturaleza", que formó parte del Joops Swart Master Class 2019 y fue premiado en PhMuseum Grant, Vogue Italia y Sony Award.

Ese libro reúne más de 300 fotografías, material de archivo, textos de investigadores de las ciencias sociales (filósofos, antropólogos, sociólogos, entre otros) y "gente del Conicet que contribuyó" destaca López Mañán en diálogo con Télam minutos antes de la inauguración, en la tarde lluviosa del 4 de julio.

Sin ánimos de situarse en una disciplina artística y no reconociéndose como fotógrafa, profesión que ejerce, López Mañán (Buenos Aires, 1967) tuvo su paso formativo por la actual Universidad Nacional de las Artes (UNA) en bellas artes, en pintura, luego la fotografía y el fotoperiodismo, el cine, y en su vasta curiosidad sobre el mundo y las personas se descubrió como investigadora.

"Me empezó a interesar el tema de lo documental", señala y advierte que siempre trabajó con la fotografía, en un principio como herramienta de registro de sus performances donde "la cámara era un registro simple, y después vino el interés por la cámara fotográfica", dice.

La artista dice que no se siente de todo cómoda cuando la definen como fotógrafa: "Es como que uno es un poco más expandido. Uso la cámara como un medio para narrar curiosidades", define y señalando la muestra alojada en el espacio de la Fotogalería del Centro Cultural Rojas menciona: "tiene una diversidad de materias que para mi son necesarias, que empiezan a convivir", algo así como una sumatoria de diálogos, síntesis o simplemente juego.

Porque lo lúdico atraviesa la propuesta expositiva, desde la invitación a decidir si algunas fotografías dispuestas sobre una pared son naturaleza o no asignándoles pequeños círculos verdes o rojos, como acto de época, pasando por un breve documental de noticias sobre animales y sus traslados, por ejemplo, a los paisajes "lijados" o la rama de algarrobo intervenida.

Así así como la instalación que emula la holo tridimensionalidad al superponer capas de fotografías: una cabeza de mujer de perfil con instrumentos de medición, una cebra o un tigre sobre una cama, componen estás capas colgantes, tenues y traslúcidas. Y cada imagen es, a su vez, parte del interrogante sobre qué se entiende por Naturaleza, así en mayúscula, como concepto, idea, categoría, clasificación.

El proyecto del libro que da pie a la exposición surgió luego de su experiencia profesional en el registro de la transición del Zoológico de Buenos Aires a Ecoparque, algo que desde la mirada común parecía ser llenar "un arca de Noé" con todos los animales para trasladarlos a "en un mes" a sus nuevos hábitat, en 2016, como producto de una fantasía.

A partir de allí empezó a involucrarse con proyectos de conservación, con veterinarios, con los etólogos que estudian el comportamiento animal, políticos y otras personas, y cuenta: "me pongo a leer medios como Facebook y la gente decía manden a las jirafas que tenemos un lugar en Misiones, había una construcción de la idea de la libertad ante el cierre del zoológico y la gente decía libérenlos. Entonces me pregunté de dónde venía esta idea y, a partir de esa pregunta, empecé a tironear un poquito el hilo y se me vinieron siete años de trabajo".

Sin embargo, decide acompañar la muestra con una fotoperformance como parte de la exposición, situando en público su devenir creativo porque "esto no nace de cualquier lado, es de mi época cuando hacía performances" apunta sobre la foto de una persona de espaldas desnuda con dispositivo de cuero y pelo de caballo, de hace diez años, que se vincula "con algo más visceral de mi historia".

"Cuando hacía corsetería de pelo de caballo, y me gustaba esta cosa de la animalidad, porque en un punto siempre trabajé con esto, con la antropofagia. Me parecía interesante mostrar parte de mi proceso y las ideas en que venía trabajando", explica sobre el proyecto que "no brota de la nada" aunque la experiencia de registrar el detrás de escena de la transformación del zoológico porteño en otro tipo de espacio la estimuló a indagar sobre ese costado más científico de la vieja dicotomía hombre-naturaleza.

"La idea es que la naturaleza es una construcción y todos pensamos que es algo concreto" indica, entonces lo que propone preguntarse es cómo es esa imagen de la naturaleza concebida por el hombre.

"La naturaleza no existe", afirma López Mañán en el texto de su proyecto, sino que se trata de "una observación", es recién "cuando comprendemos plenamente que la humanidad no forma parte de la biosfera, sino que es biosfera", recién ahí "empezamos a ver el mundo desde una perspectiva diferente", refiere y refrenda "la naturaleza es una construcción social, un concepto que nos inventamos en nuestro afán por ordenar y comprender el mundo".

¿Por qué el título? Tuvo muchos títulos "El libro de la Naturaleza" que va a ser un libro al que pensé como un estilo de la enciclopedia disruptiva. Es como el cuestionamiento de la manera de crear".

En cuanto a las palabras antropoceno y caos que se afianzan en el nombre de la muestra, afirma que "estamos en la era del antropoceno, en un punto estamos cambiando ciertas maneras de percibir, hay muchas cosas están empezando a cambiar, aunque todavía estamos en la era pregunta, pero se está empezando a ver el caos inicial, el de transformación, no el caos maldito. Y sí me parece necesario generar un caos en esto, en la idea, en la construcción, tirarle una bomba a la idea de naturaleza". Y agrega "Hay cosas que negamos porque romantizamos".

Y en este largo proyecto que se acompaña de una encuesta y 600 respuestas, como parte de esa constelación de investigación documental y artística señala la contradicción: "el indígena es naturaleza, el indígena lo es pero el nene blanco no, estamos con unos rayes", expresa.

Entre sus conclusiones, dice que "todavía seguimos con una idea muy fragmentada de lo que es la naturaleza, en la cual el humano nunca está incluido. Entonces, proyectamos nuestros deseos, lo aprendido, lo que construimos en conjunto, las fantasías, la belleza, y nunca estamos viendo al otro".

Tenemos que integrarnos, dejar de tener culpa, asumir nuestra animalidad: "al no entendernos a nosotros como animales es imposible empezar a empatizar con lo que tenemos ahí al lado. Entonces, es como nuestra idea de naturaleza afecta nuestras acciones con el tema de crisis climáticas, nuestra huella individual o política". Y trae a colación al filósofo Timothy Morton: "Estamos tan fragmentados que la idea de crisis climática es otro fragmento, es como una hiperpalabra, hiperobjeto que es tan lejano, incluye tanto que no sabes lo que incluye, prendes el auto y no estas sintiendo la inhalación de dióxido de carbono".

"Somos todos esclavos de la cultura, no podemos escaparnos de cómo miramos, pero por lo menos podemos cuestionar cómo nos vinculamos", afirma.

Entonces se trata de "empezar a cambiar los focos, pero tengo un montón de preguntas, y eso cambia mi manera de relacionarme. Tengamos más preguntas", asevera y propone para empezar "¿Es esto Naturaleza?".

Motivada por las respuestas de la encuesta que están siendo analizadas donde el 40 por ciento considera "que la naturaleza es un lugar donde no están los humanos", su nuevo proyecto buscará abordar "la pregunta qué es el humano", concluye la fotógrafa dejando suspendidas en el aire las palabras "me metí en un conflicto...." con un gesto de curiosidad irrenunciable en su rostro.

"El Libro de la Naturaleza" puede visitarse en la Fotogalería del Centro Cultural Ricardo Rojas, en Avenida Corrientes 2038, de la Ciudad de Buenos Aires, de lunes a sábados de 10 a 20, con entrada gratuita.

Con información de Télam