La residencia campamento de arte "Interculturalidad simbiótica" se inició hoy en territorio ancestral del Pueblo-Nación Huarpe Pynkanta, organizada por Punto de Partida con el apoyo de Gestionar Futuro, un programa del Ministerio de Cultura de la Nación destinado a apoyar con fondos concursables proyectos de base asociativa entre gestores, organizaciones e instituciones de cualquier región de nuestro país.
“La residencia busca reflexionar sobre la práctica artística desde la sensibilidad, fomentando la convivencia en un entorno de intercambio y escucha abierta”, dijeron a Télam Neda Olguin Frontini y Yanina García, artistas visuales y gestoras culturales a cargo de la organización del encuentro. “Nuestra motivación es co-aprender y co-compartir la riqueza y saberes que poseen las culturas originarias que fueron silenciadas y menospreciadas por los blancos, quienes hasta el día de hoy nos encontramos alejados de toda esa sabiduría", agregaron las artistas.
El proyecto, que se extenderá hasta el próximo 17 de noviembre, tiene como objetivo generar intercambios conceptuales, territoriales e interculturales entre los participantes que fueron seleccionados para realizar un tramo de vivencialidad con la comunidad Huarpe que habita en el punto tripartito de las provincias de Mendoza, San Juan y San Luis y “promover cruces transversales, experimentales y sensibles en respuesta a la emergencia ecológica que enfrenta nuestro planeta”, informan.
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El lugar elegido es un área alimentada por la Cuenca Desaguadero-Salado y está ubicada cerca del Parque Nacional Sierra de las Quijadas en San Luis y la zona Ramsar Lagunas de Guanacache, un sistema de lagunas y bañados encadenados que alberga una rica diversidad biológica y una comunidad local de aproximadamente 2.000 habitantes.
En el lugar, la disminución de los caudales ha generado una situación ambiental preocupante que afecta la economía regional y las poblaciones de la cuenca por lo que la diversidad biológica se ha convertido en una prioridad en las estrategias de conservación y recuperación de suelos.
Por esta razón, se enfatiza el enfoque intercultural como un mecanismo “para proteger el medio ambiente a través del reconocimiento de las prácticas ancestrales en el territorio y la valorización del patrimonio biocultural del pueblo Huarpe”.
En este sentido, para las artistas es “fundamental incorporar las voces de las comunidades originarias con el objetivo de promover un mundo diverso e intercultural que supere las barreras lingüísticas y culturales, ya que estas comunidades poseen prácticas sostenibles basadas en su conexión con la tierra y los recursos naturales y sus puntos de vista pueden ofrecer soluciones innovadoras y sustentables a los desafíos medioambientales actuales, contribuyendo así a la reflexión del legado natural y cultural”.
Por su parte, el Omta Samay Pachay Roque Miguel Gil, jefe tradicional del Pueblo-Nación Huarpe Pynkanta, dijo sobre la experiencia que se sentían “muy felices y agradecidos al Gran Espíritu por darnos camino, nuevamente, de la mano de destacados artistas de distintos puntos cardinales para visibilizar y multiplicar las voces compartiendo la vivencialidad de nuestra existencia en el territorio, nuestra cosmovisión y relación con el todo enmarcado en la Semillas Ancestrales que dejaron a nuestra custodia nuestros abuelos y abuelas”.
La residencia artística como instancia de formación y producción de obra individual y colectiva convocó en esta oportunidad a cuatro artistas de distintos lugares de la Argentina que trabajan con distintos lenguajes artísticos como Diego Makedonsky, que utiliza el sonido para sus obras, María de los Angeles País, bailarina y performer; Lucia Sorans, pintora y Clara Alsina que realiza acciones de intervención en el espacio público.
Con información de Télam
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