Murales plenos de argentinidad: fragmentos del barrio de La Boca en el corazón de Manchester

22 de septiembre, 2023 | 14.47

(Por Eva Marabotto) Cinco artistas plásticos del barrio porteño de La Boca, el paisaje que alguna vez selló en el imaginario nacional Benito Quinquela Martín, fueron invitados a pintar en una ciudad portuaria de Inglaterra, donde además de tangueros, faroles, conventillos y candombe eligieron postales de ambos pueblos y no se olvidaron de las islas argentinas en el Atlántico Sur.

Por un lado, conventillos, sapos croando y los omnipresentes colores azul y oro. En el otro extremo, damas tomando el té, postales fabriles y máquinas de coser. Entre unas imágenes y otras dos puentes hermanan a ambas localidades: La Boca, en la ciudad de Buenos Aires, y Stockport, en el Gran Manchester, Inglaterra. Y, como corresponde a un grupo de artistas que concibe el arte como un modo de generar lazos pero también de reivindicar identidades, no faltan las Islas Malvinas, de este lado del Atlántico.

La avanzada que llenó de postales porteñas una extensa pared gris de un pueblo portuario inglés fue realizada por Omar Gasparini, Alejandra Fenochio, Patricia Salatino, Melina Lluvia y Eva Luna Maissa, boquenses que la semana pasada viajaron a Manchester para reproducir allí imágenes similares a las que ya le habían regalaron a los paredones de su barrio.

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"Sophie y John Macaulay, una pareja de artistas ingleses que vinieron a La Boca quedaron fascinados con los murales de nuestro barrio y quisieron que el arte de estos pagos llegara a esa ciudad industrial que además es un centro cultural y deportivo", cuenta Omar Gasparini, uno de los que lideró la avanzada del color en tierras inglesas. El artista precisa que la obra tiene 80 metros de largo por cinco de ancho.

Su colega Alejandra Fenochio cuenta que los turistas ingleses de Stockport recorrieron La Boca y soñaron con embellecer su ciudad con las pinturas que veían en las paredes del barrio de las orillas del Riachuelo.

"En Argentina hay mucha tradición muralista y gráfica. Algunos murales, como los de Gaspa, representando a los boquense y su historia, y otros como los de Pato, Melina, Eva y yo, denunciando los procesos de expulsión, gentrificación que sufre el barrio y homenajeando a figuras representantes de la cultura y las luchas populares", detalla la artista.

Antes de aceptar el convite e irse al viaje que duró unos 10 días, los artistas investigaron la historia y las características de Stockport, un pueblo de 130 mil habitantes que creció como puerto comercial para el transporte de las confecciones que se hacían en la industria Manchester, una de las ciudades más importantes de Inglaterra, con una historia muy rica que se remonta a la época romana y hoy destacado centro artístico, financiero, de medios de comunicación y educación superior.

Es, por ejemplo, la tercera ciudad más visitada en el Reino Unido por su famoso equipo de fútbol y por ser cuna de algunas de las bandas más icónicas de la historia del rock, como The Smiths.

"Stockport fue una ciudad que creció con la revolución industrial y quedó pequeña. Pero los habitantes recuerdan los oficios que acompañaron el proceso y quisimos retratarlos en el mural. Aquí hubo y hay alambradores, soldadores, costureras, reparadores y revendedores de cosas en desuso", cuenta Patricia Salatino, quien nunca había viajado a Europa y prefirió quedarse descansando con su hija Catalina cuando sus compañeros recorrieron Manchester.

Los primeros días, el grupo argentino se hospedó en un dúplex en una calle empedrada, cerca de Gris Studios, el espacio cultural que coordinan John y Sophie, la pareja que organizó la aventura.

Desde allí planearon el mural que iba a ocupar una gran pared de concreto gris. "Está en una calle muy emblemática. Para los habitantes del lugar trae mala suerte ya que allí se estrelló un avión en la década del 60 y todos sus pasajeros murieron -repasa Salatino, para quien- los colores de la Boca le van a cambiar la energía, lo notamos ni bien empezamos a pintar".

Según cuentan los artistas, los vecinos de Stockport se acercaron a conversar con ellos y les llevaron comida para demostrar la alegría por tenerlos embelleciendo la zona.

"Todos llegamos cargados de contradicciones por la historia del colonialismo que nos atraviesa y por las heridas aún abiertas por la Guerra del Atlántico Sur", confiesan.

Por eso, fue inevitable que entre los trazos que ilustran los dos puentes y los habitantes de uno y otro lado estuviesen presentes las islas que fueron el escenario de la guerra de 1982 entre ambas naciones.

Así lo cuenta Eva Luna Maissa: "separamos el mural en dos partes. De un lado el puente de La Boca con su iconografía: los milongueros, la murga, los animales típicos y la gente tomando mate; y del otro los ingleses tomando té, las costureras y la fauna de esta zona. También pusimos las Malvinas, del lado argentino, obviamente".

"No íbamos a venir a Inglaterra a pintar si no pintábamos las islas. La gente que pasaba se sorprendía de que las hubiésemos pintado del lado argentino. Algunos se rieron, pero son nuestras y quedaron de nuestro lado", remarca.

Maissa -quien tampoco conocía Manchester y, como Salatino, ni siquiera había pisado Europa-, reconoce que tenía un "nivel de prejuicio importantísimo" y que se sorprendió de "la amabilidad y solidaridad de la gente de Stockport".

"Con la imagen de esos dos puentes uniéndose estas dos porciones industriales y húmedas del mundo quisimos tender lazos entre las dos comunidades, independientemente de lo que han hecho los sucesivos gobiernos. Fue muy emocionante recibir el cariño de la gente que se acercó a ver cómo pintábamos y luego compartir charlas y ratos libres con ellos", apunta otra de las pintoras, Melina Lluvia.

Terminado el trabajo, algunos se quedaron paseando por Londres y otros ya están de vuelta en La Boca. Pero todos dejaron su huella en las paredes de ese puerto lejano.

Con información de Télam