(Por Claudia Lorenzón) A modo de ensayo poético, Marina Mariasch aborda en su libro "El matrimonio" las distintas etapas por las que transita ese vínculo en torno al cual se organiza la sociedad desde hace siglos, y se enfoca en los momentos de armonía del vínculo amoroso, en la familia que deriva de esa relación, las tareas de cuidado de las mujeres, las obligaciones, las crisis, y la infidelidad hasta la ruptura. "Quise hacer una observación de las prácticas minúsculas que constituyen la trama de un matrimonio", dice la autora.
Valiéndose de metáforas, Mariasch se introduce en ese vínculo y las transformaciones que se producen en las personas enamoradas; la ilusión del proyecto conjunto; la casa como lugar de contención; las tareas domésticas a cargo de la mujer; la vulnerabilidad que amenaza a la pareja, como "una casa construida al lado de un precipicio"; el consumismo en la incursión al supermercado en la búsqueda de alimentos; la salida a la calle como un lugar de tentaciones.
Mariasch es poeta, narradora, periodista cultural, editora, docente y militante feminista. Licenciada en Letras por la Universidad de Buenos Aires, entre sus libros de poemas se encuentran "coming attractions", "Encantada de conocerte" y "Mutual sentimiento", es autora de ensayos publicados en diversas antologías y de la novela "Estamos Unidas". "El matrimonio" se publicó por primera vez en 2011, a través de la editorial Bajo la Luna, y luego fue publicado en Chile por el sello Libros de la Mujer Rota.
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"Creo que hay muchas maneras de conformar un matrimonio, por suerte, que además desde hace algunos años están inscriptas en la ley para quienes lo deseen. De todas maneras, creo que la literatura no trae certezas o afirmaciones, es el terreno de la pregunta. Por eso el ensayo", dice la autora en diálogo con Télam sobre el libro editado por Emecé.
- Télam: El libro se lee como una declaración de principios o postulado sobre el matrimonio y sus derivaciones. ¿Cómo fue organizar la obra?
- Marina Mariasch: Más que como una declaración de principios lo pienso como una investigación. Traté de acercarme a la institución matrimonial desde todos los ángulos posibles, por eso aparecen esos aspectos que nombrás: quise hacer una observación de las prácticas minúsculas que constituyen la trama de un matrimonio, y en ese sentido creo que puede leerse como un ensayo.
- T: De la lectura se desprende que la mujer tiene un lugar de "esclavitud" en relación al vínculo con el hogar y a las tareas domésticas. ¿Ese esquema es el que prevalece en la sociedad, pese a las declaraciones sobre la liberación de la mujer?
- MM: No veo que la mujer tenga un lugar de esclavitud en este libro. Sí creo que hay un reflejo del modo en que suele darse la división de tareas en el ámbito del hogar. Cuando lo escribí, si bien había leído teoría feminista desde hacía años, no estaban tan presentes los artículos críticos sobre lo que ahora se llama las tareas de cuidado. Hay algo muy arraigado en la sociedad en relación a eso que recién desde hace unos años se está poniendo en debate.
- T: El hombre, por momentos, aparece como un niño al que hay que criar junto a los hijos.
- MM: No tengo tan claro que el marido aparezca como un niño más. Me parece que es un personaje que en el libro tiene bastante autonomía. De todos modos, y siguiendo con la cuestión de los roles de género, hay algo de eso que mencionás que puede aparecer en las relaciones de género. La escritura del libro fue a partir, sobre todo, de lecturas y de observación. Una especie de teoría del matrimonio, como la que escribe Enrique Lihn. Escribí siguiendo una serie de pensamientos sobre la cuestión, o de sensaciones.
Me interesé mucho por la bibliografía que existía sobre el matrimonio. Leí Kierkegaard, la Biblia, Lacan, Norbert Elias, El origen de la familia, La propiedad privada y el Estado de Engels, textos teóricos que tenían como objeto al matrimonio burgués capitalista para tratar de entenderlo. Y otros tantos que hablaban del amor para pensar si eran o no una misma cosa o si tenían que ver en algo.
- T: Hay una escena donde el varón queda seducido por un adolescente, y en otro momento, la mujer mira a una adolescente desde la ventana de su casa. A qué responde esa mirada? Entra en juego la vulnerabilidad que suponen los vínculos?
- MM: Es interesante eso que decís sobre la vulnerabilidad que suponen los vínculos. Creo que sí, hay algo de eso sin duda. Y hay algo que habla del deseo, que trasciende los marcos institucionales y las convenciones sociales. Hay algo del deseo que se fuga y que es fuga.
- T: En una parte de la obra se lee: "El hombre es la única catástrofe, la más violenta de la naturaleza y el cosmos; frente a la cual las demás no son tales". ¿Descrees del ser humano en general o del hombre en el vínculo con el matrimonio?
- MM: Creo que la mayor tragedia en el amor es la otredad del otro, aquello que a la vez es lo que lo hace posible. Y sí, la neurosis, supongo, es inherente al humano y a la catástrofe del mundo. Pienso en Jean Luc Nancy que habla de la "inquietante oleada de lo ajeno". El amor supone los defectos del otro, los problemas, Barthes lo piensa socialmente con la figura del cardumen, donde un pez es uno y a la vez está en simbiosis con los demás.
- T: A pesar de la crisis de ese matrimonio que se plantea en el libro, el adentro de la casa es una especie de protección contra las tentaciones del afuera.
- MM: Totalmente es así. Hay algo en esa estructura que por momentos agobia que también funciona como un refugio ante la hostilidad del mundo.
- T: La prosa poética con que está escrita la obra abre a muchas metáforas relacionadas con la sociedad de consumo, con una visita al supermercado, con una celebración de San Valentín en Estados Unidos. Si bien es parte del estilo de tu escritura, ¿buscaste la amplitud de significado para este tema?
- MM: El lenguaje poético es una interrupción en los discursos comunicacionales. No me interesa la literatura que cuenta una acción o que comunica un mensaje. Prefiero el lenguaje que, como decís, amplifica el sentido.
- T: Los divorcios y separaciones se han incrementado en las últimas décadas. Pensás que el ciclo marital que incluye la separación da cuenta de un vínculo más auténtico entre las personas a diferencia del famoso "hasta que la muerte nos separe"?
- MM: Me parece algo muy personal, y me encantan las parejas que pueden sostenerse en el tiempo contra viento y marea, que nunca es lo único. Pero la libertad de separarse es imprescindible.
Con información de Télam