(Por Diana López Gijsberts) Mas de 130 editoriales independientes de todo el país se reunirán este fin de semana en La Plata para celebrar la reactivación del sector, la bibliodiversidad de sus publicaciones y el reencuentro con sus lectores, con importantes descuentos para las compras realizadas por docentes y bibliotecas, tras casi dos años de pandemia donde el rubro logró desplegar estrategias digitales para sobrevivir.
Con los cines, los teatros y los lugares de esparcimiento cerrados durante parte del 2020 debido a la pandemia de coronavirus, el libro se convirtió en un objeto esencial que ayudó a que los días en cuarentena pasaran más rápido al permitir vivir desde la imaginación todo aquello que de un día para otro estuvo vedado para evitar la propagación del virus. En ese contexto, se diversificaron los pactos de lectura y hasta surgieron nuevos lectores y lectoras.
Así lo cuentan responsables de diversas editoriales independientes del país, sellos que debieron reconvertirse y de un día para otro aprender a armar una página web para visibilizar sus títulos y seguir en contacto con sus lectores, a debatir correcciones por Zoom y enviar los libros vendidos por delivery. Todos coinciden que ese aprendizaje valió la pena porque les permitió sobrevivir en pandemia y hasta incrementar sus ventas, y celebran hoy la posibilidad de reencontrarse cara a cara con ese lector o lectora, agradecerle su acompañamiento y debatir entre pares el presente y futuro de sus editoriales.
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Eso será posible este fin de semana en la 5ta edición de "Edita", un festival de editoriales independientes que se realiza todos los años, en diciembre, en la ciudad de La Plata y que tras un año de ausencia debido a la pandemia, esta vez se celebrará mañana y pasado en el Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti, ubicado en las calles 51 entre 5 y 6 de la capital bonaerense.
"Edita es la primera feria de pequeñas y minúsculas editoriales independientes de Argentina. Muchos quieren participar porque La Plata es una plaza de muchísimos lectores y editoriales y está la Universidad que arma un ambiente de lectores interesantísimos. La Plata es cuna de músicos, cuna de escritores, de artistas hay algo en el ambiente que atrae a quienes viven acá y a los que viven en otros lugares", explica a Télam Agustín Arzac, director editorial de EME, una de las editoriales integrantes de la Colectiva Malisia, organizadora de Edita.
El editor precisa que la feria convoca a aquellas editoriales independientes pequeñas, que imprimen en el país y que comparten la lógica de "tener un especial cuidado con el material a publicar y un entendimiento con el posible lector en el que no prime la lógica de competencia sino que por el contrario se busque poner en común métodos e ideas". En esa línea, Edita ofrece espacios de capacitación y este año ofrecerá un taller de métodos digitales para el trabajo editorial, a cargo de Víctor Malumian de Ediciones Godot.
"En esta edición participarán 137 editoriales, todo un récord, y el público va a poder encontrar editoriales diversas, que hacen a la bibliodiversidad de lecturas, géneros como el ensayo, la poesía, la narrativa, libros gráficos, historietas, las ciencias, los deportes", destaca Arzac.
"Firmamos convenio con todas las bibliotecas de Buenos Aires para que puedan comprar el sábado con un descuento del 50 por ciento. El mismo descuento tendrán ese día las librerías y habrá otros descuentos del 20 por ciento para los afiliados a la Asociación de Docentes de la Universidad de La Plata y a (al gremio docente) Suteba. Es una forma de acercar nuestros materiales a esos maestros, para que lleguen a la escuela", cuenta.
"Estamos ansiosos de que llegue el fin de semana para encontrarnos. La pandemia fue un golpe muy duro y en ese contexto perdieron las editoriales que no estaban preparadas para hacer un cambio repentino hacia otra forma de trabajo, con más herramientas de comercialización y marketing", asegura.
Arzac valora que muchas editoriales "echaron mano a las ayudas y programas del Gobierno y en el caso de la provincia de Buenos Aires, el Estado compró libros a editoriales independientes por 17 millones de pesos y fue un alivio para el sector".
"En EME de la noche a la mañana tuvimos que hacer una página web, apostar a las redes sociales, con muchas reuniones virtuales, trabajos organizados en la Nube, conocimos dropbox, zoom -enumera-. Hicimos una apuesta enorme, creamos una colección nueva que es Madriguera, que ya publicó 7 libros de octubre de 2020 a noviembre 2021", dice orgulloso.
El director del Museo provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti, Federico Ruvituso, explica a Télam que cuando le propusieron ser sede de la Edita de este año aceptó sin dudar ya que " el mundo de la edición va atado a las artes gráficas, ligado al arte y el Museo mutará exposiciones para construir pequeños anfiteatros donde se realizarán las charlas de la feria".
"Además, en la biblioteca habrá una exposición del patrimonio en relación a las artes gráficas y la edición, como la colección de grabados del siglo XIX y XX", detalla.
El editor Maximiliano Papandrea, del sello Sigilo, espera con mucha expectativa la Feria y no duda en adelantar que el evento "será una fiesta". Y acota: "como editorial nos super interesa por reencontrarnos con los lectores, con los colegas".
"Frente a esa situación del año pasado, donde había pocas cosas que se podían hacer, salvo leer libros, el libro se volvió esencial y el consumo creció, fue un buen año", explica a esta agencia y valora el papel de las pequeñas y medianas librerías que se adaptaron a la nueva situación: "Hasta hubo libreros que repartían los libros en bicicleta, puerta a puerta", dice.
"Si bien las editoriales más grandes, frente al panorama de incertidumbre decidieron bajar la producción, en Sigilo el año pasado publicamos 4 libros, este año 8 y el próximo serán 10 ya que este tiempo fue también una buena oportunidad para hacer una pausa, pensar, leer y contratar textos para los siguientes años", analiza Papandrea.
Ramón Tarruella, editor de Mil Botellas, asegura que la Feria "permitirá recuperar espacios" tras una pandemia que en su caso lo obligó a reprogramar lanzamientos y demorar, por ejemplo, hasta noviembre 2020 la publicación de dos libros, uno de ellos una biografía de Anton Chejov que "tuvo muchas ventas en poco tiempo".
"Edita es un evento que deberían tener todas o casi todas las capitales de las provincias, es un espacio importante y necesario porque demás está decir que lo mejor de la literatura pasa por las editoriales independientes. Esta edición creo que será especial, es volver, es pensarnos nuevamente en camino y con trabajo", dice.
Matías Reck, director de Milena Caserola, también coincide en que la feria "es importante por el hecho de reencontrarse, de mostrar los libros. Y para una editorial de Capital Federal ir a otra ciudad cambia el panorama de circulación, es un gran paso".
"El 2020 obligó a ser creativo. Se generaron distintas estrategias de supervivencia y a mediados de 2020 ya muchas editoriales estaban de lleno metidas en las redes, viendo cómo difundir sus catálogos, sus libros, generando charlas o presentaciones virtuales, concursos literarios y mucho envío de libro por moto. Los delivery fueron los protagonistas", precisa.
Soledad Urquía, de la editorial cordobesa Chai, también coincide que el 2020 no fue un año catastrófico en términos de ventas: "Nos fue muy bien. Los grandes grupos no publicaron durante ese año y la gente estaba bastante ávida de lectura. Este año también nos fue bien pero se notó que muchas editoriales volvieron a publicar", señala.
"Una persona de España me dijo que a partir de la pandemia aparecieron nuevos lectores y lectoras que ahora siguen leyendo. Es interesante esa teoría, no sé acá en Argentina pero sí percibo que sigue habiendo un interés en leer y por estar en ferias como Edita, que es una experiencia buenísima por el contacto directo con los lectores. Eso es algo que no se puede dar con tanta frecuencia", acota.
Otro editor que estará presente en Edita es Miguel Balaguer, de Bajo la Luna, quien cree que la pandemia "aceleró una serie de procesos estructurales que se venían dando: vuelco a las ventas online, mucho trabajo en las redes sociales, florecimiento de los clubes del libro, necesidad de especialización de parte de editores y, fundamentalmente, de libreros, por citar algunos de estos cambios acelerados".
"La vuelta de las ferias como la Edita o la Feria de editores (FED) son una enorme alegría. Volver a conversar con lectores cara a cara es un motivo de celebración, poner todo el material que produjimos en estos años arriba de una mesa y que alguien pueda levantar libros ´reales´, pasar las hojas, leer fragmentos, recibir una recomendación y llevarse esa experiencia es todo un acontecimiento", destaca.
Con información de Télam