El Museo Nacional Terry, de Jujuy, fue destacado entre más de 100 de 22 países por trabajar durante la pandemia con infancias de comunidades rurales de la Quebrada de Humahuaca, a través de una iniciativa que alcanzó el segundo lugar en la principal categoría de la 12º edición del Premio Ibermuseos de Educación.
Tuvimos la suerte de ser el primer museo argentino premiado en esta categoría. Y es un reconocimiento a otra forma de ser museo: atento a su comunidad; en constante diálogo; abrazando sus problemáticas y necesidades, contó hoy a Télam Juan Muñoz, director del espacio.
"Terrycolas" es el nombre del proyecto educativo en cuestión, el cual inició durante las restricciones por la pandemia y continúa en desarrollo con múltiples propuestas que integran a más de 150 niños y niñas de la localidad de Tilcara y otros poblados como Huacalera, Juella, Huichaira y La Banda.
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En el contexto de la pandemia, las infancias, sobre todo de las zonas rurales, estaban pasando un momento muy duro. La idea de que la educación seguía en modalidad virtual era casi un imposible para las comunidades del norte, por falta de conectividad y equipamiento tecnológico, comentó Muñoz al referirse a cómo se originó el proyecto.
Agregó que la iniciativa se dio como parte también de un proceso de trasformación de la institución. Pensamos en un museo que se encuentre con su comunidad, que busca la manera de aprender de ella y de poder amplificar sus expresiones culturas y artísticas, que salga del edificio para aprender del uso que hacen las comunidades de sus espacios, explicó al respecto.
Es así que en estos dos años trabajamos no solo con infancias, sino además con artesanas y artesanos, colectivos indígenas, comunidades rurales, movimientos LGBTIQ+, con jóvenes, artistas de distintas disciplinas, entre otros grupos con los que hemos establecidos vínculos, detalló.
En torno a atender las necesidades de la población local, puso en valor, por otro lado, que no se puede perder de vista que hay problemáticas sociales con índices preocupantes en la zona y que son precisas políticas públicas que pongan el foco en las comunidades locales.
Por ello, que hayamos podido ganar este premio nos das mucho orgullo para los que trabajamos en el museo y para toda la comunidad, porque justamente el premio reconoce el trabajo comunitario, concluyó Muñoz.
Terrycolas articula propuestas artísticas virtuales y presenciales destinadas a las infancias de la Quebrada con las que el Museo pudo llegar a las escuelas y a la casa de 150 niños y niñas, incluso acompañar a infancias sordas y a sus familias.
Cuenta con distintas líneas de trabajo: una residencia artística; el proyecto Al otro lado del río en comunidades rurales, con talleres de arte y muestras itinerantes; también talleres de lengua de señas para infancias sordas; y un laboratorio transmedia.
Además, promueve la interrelación del Museo con otras instituciones como las escuelas rurales, el hospital de Tilcara, el canal PakaPaka, el Instituto Nacional de Teatro y organizaciones civiles.
Los niños llegaron a participar de programas para la televisión pública y a ser parte de exhibiciones con sus historias y producciones.
Las propuestas se concretan tanto dentro como fuera del Museo, en espacios públicos como la plaza de Tilcara, el mercado municipal, la capilla, escuelas y centros vecinales, mientras que las actividades transmedia articulan trabajo territorial con acciones digitales participativas en redes sociales, radio y televisión.
Con información de Télam