"No son vacaciones", una novela sobre cómo la belleza puede ser perturbadora

20 de octubre, 2023 | 18.29

Con la belleza abrumadora que caracteriza al sur argentino como escenario, la escritora argentina Olivia Gallo retrata en su primera novela a una pareja que decide mudarse de la ciudad al campo, por eso la estadía allí "no son vacaciones", tal como asegura el título del libro, sino un tiempo fuera de la cotidianeidad en el que lo amoroso puede resultar perturbador y donde el terreno conocido que antes se pisaba puede sacudirse en cualquier momento.

¿Puede haber horror en la belleza?¿O pesadillas en un período de felicidad? "Qué bueno y qué terrible", dice, al pasar, uno de los personajes de esta novela que avanza por poner en tensión la hermosura de un paisaje con su peligro inminente y el amor de una relación con la posibilidad de su colapso.

Los protagonistas de esta novela son Cata y Juan, una pareja joven que decide mudarse de Buenos Aires a la Patagonia Argentina (de donde es oriundo Juan) a comenzar un nuevo proyecto juntos. Sin embargo, aquello que parece un amor tierno, de complicidad y risas, pronto muestra sus oscuridades. También los colores de las flores del sur argentino en verano, sus lagos, montañas con nieves en los picos y árboles frondosos abandonan poco a poco su atmósfera apacible sin previo aviso.

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Gallo nació en 1995 en Buenos Aires. Escribió el libro de cuentos "Las chicas no lloran", publicado por Tenemos las Máquinas en 2019 y en 2022 por Alpha Decay.

En diálogo con Télam a propósito de su primera novela, Gallo cuenta cuál es su relación con el sur argentino: "Todo es muy brillante y hermoso, y las dos veces que fui en verano pensé lo mismo, que era una belleza abrumadora", dice.

Pero además agrega algo curioso: "Tiendo a asociar, no sé por qué hago esto, las cosas buenas, o la belleza, o las emociones fuertes, o el amor, con el peligro. Entonces toda esa belleza del sur también me daba una sensación de estar desprotegida. Es algo extraño", cuenta con un dejo de esa experiencia en el rostro.

Aunque no tiene definido aún porqué se siente así, trasladó esa emoción a Catalina. "Me parece interesante para trabajar en literatura lo perturbador donde se supone que solo hay belleza", asegura Gallo.

En el sur, los personajes podían estar aislados, solos. Esto era algo que a Gallo le interesaba trabajar. "Aparecen actitudes raras que siento que se pueden formar a veces en la pareja. Y que en realidad muchas son más o menos normales o cosas que hacemos todos, pero cuando están sacadas de contexto y de la rutina en donde están acostumbradas a habitar, de repente se marca más esa extrañeza", explica la autora.

También -dice Gallo- la posibilidad de que, al estar mucho tiempo con una persona y aislada de otras, "los personajes entren en una locura".

¿Por qué el interés en explorar una relación de pareja en la novela? "Pienso mucho en las historias de amor. Incluso las historias de amor lindas tienen un montón de componentes que para mí son medio terroríficos. Como esta emoción muy avasallante por alguien más, las ganas de querer estar tanto tiempo con alguien, que son cosas que no pasan en otros vínculos, como las familiares o las amistades", dice la autora.

-Télam: ¿Cómo trabajaste las escenas extrañas?

-Olivia Gallo: Me gusta mucho el terror, siempre me gustó. Y no soy muy lectora de género, en realidad. Quizás porque soy bastante miedosa en la vida, entonces hay algo de usar lo que en la vida te dificulta un poco las cosas. En la literatura todo se puede transformar, que eso es lo lindo que me parece que tiene el arte. Además, siempre había querido escribir algo que fuera más por ese lado. Fui un poco intuitivamente, y en un momento me di cuenta de que si lo hacía totalmente de terror, se me iba a trabar la escritura. Entonces quedó un poco como... un hibrido. Aparecieron muchos elementos perturbadores. Me empezó a interesar justamente ese borde, ese límite. Porque lo que hace eso, me parece, es jugar con las percepciones de todos. Entonces la persona que lee al final no sabe si Catalina está realmente viendo lo que está viendo.

-T: Se pone en duda el discurso de Catalina, como si se tratara de una joven que divaga.

-O.G: Sí, sí. ¿Por qué no estaría divagando con todo lo demás? ¿Y a la vez, por qué no tendría razón? Me interesaba que se pudiera ir cambiando la forma de pensar respecto de ella y respecto de todos los personajes. Me interesaba, y no sé si lo logré, que tampoco fuera tan claro si la mamá de Juan, por ejemplo, es una villana absoluta, sino que haya claroscuros.

-T: ¿Qué te llama la atención del concepto "familia" para explorar en literatura?

-O.G: Los vínculos son lo que más me interesa a la hora de escribir y como lectora también. No creo que pueda escribir sobre otra cosa que no tenga que ver con eso. Y quizá toda la literatura sea sobre eso, no lo sé. Hay una cosa que no pensé antes de escribir pero la pienso ahora a partir de tu pregunta que tiene que ver con esto de, bueno, Juan y Catalina son dos personajes que vienen de familias en las que falta una persona, ¿no? En el caso de Juan es el padre. Y en el de Catalina, es la madre. Si surgió esto de ellos buscándose no solo como pareja sino también para completar su familia, también es una idea de la pareja, que ya cada vez va quedando más antigua pero que en realidad es muy tradicional. Vos estás en una familia y una vez que estás en pareja y te casás, tenés hijos, ya esa pareja es tu nueva familia. Entonces es como ir saltando de una familia a la otra y todo el concepto de familia de nuevo me parece que puede ser un lugar como muy lindo pero también muy aterrador. De mucha cercanía que a veces no deseas.

-T: Toman protagonismo por momentos las flores amancay. Cata busca el mito y en un momento de la novela, parecería cruzarse el mito con la realidad de la novela. ¿Cómo apareció este entrecruzamiento?

-O.G: Así como te decía lo del terror, siento que en mi formación como lectora también fueron bastante importantes los mitos. Me gustan mucho los símbolos que tienen. Son formas de explicar cómo existen las cosas del mundo a través de historias muy cargadas de imágenes y el mito de las amancay tiene eso que me interesa: mucha belleza y mucha violencia. Siempre había querido hacer alguna cosa así, tomar algún mito y filtrarlo de alguna manera.

-T: Cata se sorprende de muchas actitudes que desconocía de su pareja. ¿Llegamos a conocer al otro completamente?

-O.G: Soy muy curiosa y preguntona, siempre quiero saber la vida de cualquier persona. Esto lo estoy pensando ahora pero hay algo de querer saber tanto que es un poco como querer lograr algo imposible que es conocer al otro de manera total. Se puede conocer mucho a alguien, creo, pero no sé si se lo puede conocer totalmente. Y además se lo puede conocer o creer que se lo conoce, que es algo que pasa en el libro, y después darse cuenta de que no. Es una búsqueda que nunca tiene fin porque nunca se llega al objetivo.

Con información de Télam

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