Una muestra que ensambla arte y diseño y reúne obras de Edgardo Giménez, figura emblemática del arte pop, del diseñador Ricardo Blanco y del artista marplatense Daniel Basso se exhibe en la Galería Calvaresi, del barrio porteño de San Telmo, con muebles y lámparas de diseño único, sillones en forma de macarón que rescatan la gastronomía francesa y otras que homenajean la figura del célebre arquitecto húngaro Marcel Breuer.
La exposición, denominada Bombonera, surgió a partir del interés de la Galería Calvaresi en el diseño coleccionable, donde el pop art (arte popular), surgido en Inglaterra en 1950 y popularizado por Andy Warhol, en Estados Unidos, está presente, con curaduría de Basso y Estudio Florida.
Con la impronta activada por la sociedad de consumo, la sala de exposición del primer piso, de la Galería Calvaresi, se transforma en una caja de bombones, donde como en un juego lúdico, las piezas se destacan por sí mismas y a la vez son parte de un conjunto.
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Lo principal de la muestra por tamaño y peso propio son las obras de Edgardo Giménez: las dos "Lámpara de acrílico con aro de néon", una pieza de diseño único realizada en 1968, que aparecen flanqueando un "Mueble tipo Cabinet" realizado por Giménez a partir de volúmenes en orden decreciente, y coronado con rayos de acrílico en color rojo, explica Basso a Télam.
Esa lámpara "se comercializó en Fuera de Caja, el local de diseño de Romero Brest, y se expuso en Galería Bonino, en una muestra dedicada a Alejandro Shaw. Salió a remate y la compró Calvaresi y la puso a nueva", recuerda Giménez, cuyas obras se exponen en 17 museos de Estados Unidos.
"Me gusta la tarea de diseñar objetos de uso cotidiano", afirma a Télam el artista, a poco de cumplir 80 años, quien participó de la revolución cultural del Instituto Di Tella, en el 67, e incursionó en pintura, escultura, arquitectura, diseño de muebles, escenografía y diseño gráfico utilizando el lenguaje pop.
"A mí el hecho artístico me ha salvado la vida y el detonante de que me fijara en las imágenes fue Walt Disney, que llevó encanto y magia a varias generaciones. Me encantaba que los animales hablaran", recuerda Giménez, quien en 1970, junto a Marta y Jorge Romero Brest y Raquel Edelman, fundó "Fuera de Caja - Centro de Arte para Consumir" y dirigió el proyecto arquitectónico de la casa de Romero Brest, que integró la muestra MoMA, Transformaciones en Arquitectura Moderna.
"Era la casa que le había hecho a Romero Brest en City Bell, una casa toda azul, con remates de arco iris, en la parte superior y tuvo un gran suceso. Me sentí muy contento porque era una cosa inesperada", dice y afirma que eso le permitió estar "con los arquitectos más importantes del mundo".
"El recorrido ha sido muy entretenido, toda esa formación me sirvió para vivir de lo que me gusta", asegura Giménez desde su casa en Punta Indio, donde vive unos días en la semana para sacudirse el vértigo de la ciudad.
El artista dirigió además distintos proyectos arquitectónicos, uno de los más recientes fue Casa Neptuna en Uruguay para residencias artísticas de Amalia Amoedo inaugurado el año pasado, y trabajó en la imagen gráfica de distintas instituciones culturales.
Del destacado arquitecto Ricardo Blanco, la muestra también exhibe en uno de sus márgenes, muebles de este diseñador industrial, fallecido en 2017, y obsesionado por las sillas, elemento que trabajó en múltiples diseños realizados en distintos materiales, y que como autor del libro "Sillopatía" dejó asentado el análisis de esta pieza como "objeto de culto".
En la muestra se exhibe "Silla amigable Friendly", un prototipo realizado para una serie diseñada formando una fila de asientos que podrían ser de un teatro, y "fueron los primeros muebles hechos con madera laminada curvada en el país, con lo que plantea un nuevo sillón comodín de forma cilíndrica que busca acomodarse a variadas estructuras de livings, además de una mesa de comedor Memphis", explica Basso.
De Blanco también está exhibida "La luz de ducha", una lámpara de mano, las piezas "Mesa alta Amenabad" -mesa de vidrio, metal esmaltado y mármol- y "Centro de Mesa", que fueron creadas en el contexto de la experiencia vanguardista Visiva, para una exposición propuesta para el Espacio Giesso.
En su trayectoria, Blanco estuvo a cargo del Área de proyecto objetual, la carrera de Diseño Industrial y posgrado de mobiliario, fue curador de la sección diseño del Museo Moderno de Buenos Aires y académico de número en la Academia Nacional de Bellas Artes.
En tanto, en las obras de Basso se da un fuerte vínculo con disciplinas como arquitectura, diseño gráfico y de interiores hasta la repostería, que se integran en obras personales con rasgos de la cultura pop.
Junto al estudio de arquitectura Florida, fundado en 2014 y dirigido por las arquitectas Agustina Servide y Sofía Calvaresi, el artista recrea el popular macaron francés -un tipo de galleta tradicional de la gastronomía francesa e italiana hecha de clara de huevo, almendra molida y azúcar-, convertido en un creativo mueble de asiento: "Macaron Florida", que se destacan en el centro de la sala.
También presenta la "Mesa Ariston", que recrea vigas, columnas y losas en madera de petiribí en una mesa ratona, como homenaje al parador homónimo construido por el arquitecto húngaro Marcel Breuer de la Bauhaus, único proyecto diseñado y construido en Latinoamérica, en Mar del Plata.
"El parador Ariston, lamentablemente, está destruido, y esta es una manera de reivindicar esa obra de ese gran artista del siglo XX", dice Basso y agrega: "soy de Mar del Plata y crecí con ese edificio tan hermoso cayéndose a pedazos".
Asimismo, se presentan dos lámparas de mesa, "Lámparas checas" que Basso también diseñó en colaboración con Servide y Calvaresi.
La muestra "Bombonera" podrá visitarse hasta el 11 de septiembre, en Defensa 1136 (San Telmo), de martes a viernes de 12 a 18 y los domingos de 11 a 17.
Con información de Télam